Las interacciones entre los genes y el entorno influyen directamente en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas y en la vulnerabilidad a las drogas, según un estudio dirigido por el especialista en biología celular Mohamed Jaber y publicado en Journal of Neuroscience.
El estudio ha puesto de manifiesto que las condiciones favorables, ya sean sociales como biológicas, crean un efecto protector respecto al desarrollo de enfermedades y las perturbaciones de comportamiento que pueden llevar al consumo de drogas.
El estudio determina la importancia de los potenciales efectos de un entorno enriquecido para los períodos críticos de la vida como la adolescencia y el consumo de drogas.
La adolescencia es un periodo crucial del desarrollo caracterizado por profundos cambios en el sistema nervioso que explican la sensibilidad del cerebro de los jóvenes a las influencias del entorno.
Esta flexibilidad neuronal desempeña un papel fundamental en los mecanismos de adaptación de los adolescentes, ya que permite al organismo modificar su comportamiento en función de las experiencias vividas.
Los experimentos se llevaron a cabo con ratones y demostraron que los individuos que habían pasado de la adolescencia a la edad adulta en un entorno enriquecido son 200% más resistentes a los efectos de las drogas y menos sensibles a la cocaína que sus congéneres crecidos en entornos normales.
La conclusión que se desprende de este estudio es que un entorno favorable procura una resistencia biológica muy significativa a las drogas y tonifica las capacidades de los adolescentes para crecer sin recurrir a estímulos dañinos que tienen su atractivo, precisamente, en las condiciones donde los individuos pasan de la adolescencia a la edad adulta.
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