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Un fósil de 1,4 millones de años pone fecha a la destreza de la mano humana

Un fósil de 1,4 millones de años pone fecha a la destreza de la mano humana

La mano de nuestra especie tiene una anatomía distintiva que nos permite fabricar y usar herramientas, una destreza que otros primates -los no humanos- no poseen. El hallazgo de un hueso metacarpiano de 1,4 millones de años de antigüedad apunta a que esa capacidad apareció en los humanos 600.000 años antes de lo que hasta ahora se había establecido.

Un fósil de 1,4 millones de años pone fecha a la destreza de la mano humana

La mano de nuestra especie tiene una anatomía distintiva que nos permite fabricar y usar herramientas.

Las manos de los simios y otros primates no humanos no tienen sus características anatómicas, pero se desconoce el momento en que éstas aparecieron por primera vez en la evolución humana.

Ahora, una investigadora de la Universidad de Missouri (EEUU), junto a un equipo internacional de colaboradores, ha encontrado un hueso de una mano de un ancestro humano que vagaba por el este de África hace aproximadamente 1,4 millones de años.

Los científicos sospechan que este hueso pertenecía en concreto a un ejemplar de Homo erectus, un homínido extinto que vivió hace entre 1,8 millones de años y 300.000 años.

Evidencia más antigua

El descubrimiento constituye la evidencia más antigua de una mano similar a la humana, e indica que las características anatómicas propias de nuestras manos habrían existido más de 600.000 años antes de lo previamente establecido, según la BBC.

«Este hueso es el tercer metacarpiano de la mano, que la conecta con el dedo corazón. Fue descubierto en Kaitio, Kenia «, explica Carol Ward, autora del hallazgo y profesora ciencias anatómicas de la Universidad de Missouri en un comunicado de dicho centro. El descubrimiento fue realizado por un equipo del proyecto West Turkana Paleo.

«Lo que diferencia a este hueso es la presencia de un proceso estiloide –o proyección del hueso- en el extremo que se conecta con la muñeca. Hasta ahora, este proceso estiloide sólo se había encontrado en nuestra especie, los neandertales y otros homínidos primitivos”, sigue explicando Ward.

El proceso estiloide ayuda a que el hueso de la mano bloquee los huesos de la muñeca, permitiendo que mayores cantidades de presión sean aplicadas por la muñeca y la mano a partir de los dedos de agarre.
Ward y sus colaboradores señalan que la ausencia de apófisis estiloide supuso un desafío para los simios y los humanos primitivos, cuando éstos intentaron fabricar y usar herramientas. Esta falta de un proceso estiloide puede haber aumentado sus probabilidades de padecer artritis, afirma Ward.

La evolución de la mano, más clara

El hueso fue encontrado cerca de los sitios donde también han aparecido las primeras herramientas achelenses, que son antiguas herramientas de piedra entre las que se incluyen hachas de mano de más de 1,6 millones de años.

La capacidad para fabricar este tipo de herramientas precisas indica que esos primeros humanos, casi con toda seguridad, usaron sus manos para muchas otras tareas complejas, añade Ward.

«La apófisis estiloide refleja una mayor destreza que permitía a las especies humanas primitivas aplicar la fuerza de sus manos en la manipulación precisa de objetos. Esto era algo que sus predecesores no pudieron hacer, por la falta de esta apófisis estiloide y de su anatomía asociada «.

«Con el presente descubrimiento, se cierra una brecha en la historia de la evolución de la mano humana. Podría no reflejar la primera aparición de la mano del hombre moderno, pero creemos que la muestra es de una antigüedad próxima al origen (de la anatomía de nuestra mano), ya que no hemos encontrado esta anatomía en otros fósiles humanos de más de 1,8 millones de años. Nuestras diestras manos especializadas han estado con nosotros durante la mayor parte de la historia evolutiva de nuestro género Homo. Y han sido durante casi 1,5 millones años fundamentales para nuestra supervivencia «.

Referencia bibliográfica:

Carol V. Ward, Matthew W. Tocheri, J. Michael Plavcan, Francis H. Brown, and Fredrick Kyalo Manthi. Early Pleistocene third metacarpal from Kenya and the evolution of modern human-like hand morphology. PNAS (2013). DOI: 10.1073/pnas.1316014110.

RedacciónT21

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