Los perros guía, una herramienta esencial para prestar servicios a personas impedidas visualmente, han servido de inspiración a un grupo de ingenieros del Georgia Tech para desarrollar un robot que copia las acciones y los movimientos de estos perros que tanto aumentan la calidad de vida de los ciegos.
Aunque el coste de estos perros ronda los 16.000 dólares (y dos años de entrenamiento para conseguir realizar sus destrezas), su demanda en mucho mayor que los perros que realmente están disponibles.
Pero, ¿qué ocurriría si sus funciones fuesen realizadas por un compañero electrónico igual de eficiente, pero mucho más asequible?
Investigadores del Georgia Institute of Technology han desarrollado un robot que copia las acciones de estos perros. Los usuarios ordenan verbalmente al robot la tarea que necesitan, y el robot responde después de que un puntero láser haya indicado la localización de la acción deseada.
Por ejemplo, si una persona necesita coger un objeto, normalmente ordenará al perro guía con un gesto que se dirija hacia donde está situado ese objeto. El robot imita este proceso, pero el gesto es sustituido por un puntero láser dirigido hacia el lugar requerido.
Primeras acciones
Según sus creadores, esta tecnología permite ya realizar acciones básicas, como abrir una puerta o coger un medicamento.
“Es una vía para conseguir que los robots ayuden a la gente lo antes posible”, comenta el profesor Charlie Kemp, del departamento de Ingeniería Biomédica de Georgia Tech, en un comunicado. “Los perros guía tienen una gran historial de ayuda a la gente, pero las listas de espera para conseguir uno de estos animales dura años. Es algo caro de tener. Pensamos que los robots podrían cubrir las mismas necesidades”.
Kemp presentó sus hallazgos recientemente en la IEEE/RAS-EMBS International Conference on Biomedical Robotics and Biomechatronics.
Kemp y el estudiante Hai Nguyen han realizado este proyecto junto a un equipo de adiestradores caninos para investigar las categorías de los diferentes comandos y las interacciones existentes en la relación que se establece entre una persona y un perro guía.
En concreto, estudiaron las pautas de comportamiento de Betty, un Golden Retriever. Una de las claves para el éxito de este proyecto ha sido el hecho de que este perro supiese abrir y cerrar una puerta estando el tirador cubierto con un trapo o una toalla. El robot fue programado para usar la toalla o el trapo de la misma manera que lo hacía Betty.
¿Una revolución?
Los adiestradores que han colaborado con Kemp y su equipo se han mostrado muy sorprendidos con el comportamiento del robot.
“La lista de espera de perros guía se alarga durante años”, comenta Ramona Nichols, directora del Georgia Canines for Independe, que ha colaborado en la investigación. “Estoy impresionada. Va a revolucionar este campo especializado en ayudar a gente con alguna discapacidad”.
En total, el robot ha sido capaz de copiar 10 acciones y comandos llevados a cabo por los perros. Estas acciones han incluido abrir y cerrar una puerta con una eficacia impresionante. Además, ha podido abrir la puerta de una microondas o transportar un objeto y ponerlo sobre una mesa.
“Como investigadores de robótica no deberíamos fijarnos sólo en los hombres como fuente inspiración”, dice Kemp.”Los perros están muy capacitados para hacer lo que hacen. Han ayudado a miles de personas. Creo que seremos capaces de conseguir muy pronto las destrezas de los perros guía”.
Por otro lado, aunque es evidente que un robot no puede imitar la personalidad y la compañía que da un perro, tiene otras ventajas.
“El robot no necesita los mismo cuidados y el mismo mantenimiento”, dice Kemp. “Y no se distrae como puede ocurrir con los perros”.
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