Investigadores de la empresa A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. (Lugo) y de la Unidad Mixta de Investigación en Biodiversidad Universidad de Oviedo han desarrollado una herramienta más precisa para el seguimiento de las manadas de lobos, que permite estimar la probabilidad de reproducción de estas poblaciones mediante el uso de la concentración de indicios. Este método ya se está aplicando en Galicia y Asturias.
“Es una nueva herramienta basada en la información del patrón de comportamiento de los lobos, es decir, del marcaje que hacen. Porque son animales territoriales, que dejan indicios por orina, excrementos y rascaduras para delimitar sus dominios o lugares de reunión. En época de cría hemos observado que ese comportamiento de marcaje se acentúa, al menos con señales visuales”, explica a Sinc Luis Llaneza, investigador de A.RE.NA. S.L. y coautor del estudio que publica la revista PLOS ONE.
Lo novedoso del método es que han recopilado los datos de dichos marcajes en la Cordillera Cantábrica en un total de 42 zonas con presencia regular, desde mediados de los años 90 hasta 2007, lo que les ha permitido demostrar la existencia de una relación significativa entre la concentración de indicios en un lugar y la probabilidad de cachorros en una manada.
“El seguimiento tradicional de las poblaciones de lobo en España ha consistido en buscar indicios de la especie y confirmar la reproducción de las manada por medio de estaciones de escucha y puntos de observación. Sin embargo, en un porcentaje muy grande a los lobos ni los ves, ni los escuchas y los indicios no nos dicen directamente dónde están. Como tenemos que confirmar la presencia, analizamos las grabaciones de coros de aullidos e intentamos localizar a los cachorros en el monte. Con la nueva herramienta podemos determinar esa presencia si estos otros métodos no funcionan”, añade el experto.
Cuestión de probabilidad
La serie histórica que han reunido señala los años en los que se han localizado cachorros y los que no. Posteriormente realizaron un procedimiento estadístico para establecer la relación entre esta presencia y la abundancia de indicios.
“Este estudio lo que demuestra –añade Llaneza– es que existe una relación robusta entre el número de indicios y la probabilidad de que haya una manada. Trabajamos con sistemas de probabilidad, una herramienta muy cómoda y sencilla, que disminuye notablemente la incertidumbre de ver indicios y no obtener respuesta de los lobos al ir al monte”.
Se puede aplicar a cualquier zona
Estimar el número de lobos es una tarea difícil. Los lobos no se censan según el número de individuos, sino mediante la localización de manadas reproductoras. Para ello, los científicos conocen los tamaños medios de los grupos de lobos y de las camadas, y este procedimiento es el que se sigue en toda Europa.
En la actualidad, la nueva herramienta estadística ya se está utilizando en el norte de España. “Se puede aplicar en cualquier zona. En diciembre finaliza el trabajo que estamos haciendo en todo el Estado sobre el seguimiento de la población del lobo, encargado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente”, apunta Llaneza.
Además de esta aplicación para el seguimiento de manadas de lobos, también existen otras metodologías que emplean técnicas moleculares de análisis de ADN aplicadas a los excrementos y que usan técnicas de captura-recaptura, así como cámaras automáticas de fotografía.
“De momento es muy costosa y aplicar este sistema a áreas muy grandes, hoy por hoy, es poco viable económicamente. El desarrollo de este procedimiento en combinación con estaciones de espera y escucha y fototrampeo es la línea a seguir, junto con los análisis genéticos en zonas concretas”, concluye el investigador.
Referencia bibliográfica:
Luis Llaneza, Emilio J. García, José Vicente López-Bao. Intensity of Territorial Marking Predicts Wolf Reproduction: Implications for Wolf Monitoring. PLOS ONE (2014). DOI: 10.1371/journal.pone.0093015.
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