Toda una década de trabajo ha hecho falta para obtener las imágenes que revelan la variación de la actividad del Sol.
La presente animación, publicada por la Agencia Espacial Europea (ESA), fue creada a partir de los datos recogidos por el Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO) de la NASA, y muestra una realidad completamente diferente a la que percibimos desde la superficie de la Tierra.
Nuestro planeta está bañado por la luz y por el calor emitidos por el Sol en las longitudes de onda de la luz visible y del infrarrojo, y a estas longitudes de onda el brillo de nuestra estrella parece prácticamente constante cada día. Pero esta es una visión muy sesgada de la realidad.
En otras longitudes de onda, como la de la luz ultravioleta o la de los rayos X, la actividad solar varía drásticamente. El satélite SOHO se lanzó en el año 1995 para monitorizar el Sol de forma ininterrumpida, en parte para estudiar mejor estos ciclos. En el año 2006, se seleccionó una imagen representativa de cada uno de los años que la misión llevaba en servicio para preparar esta animación.
La realidad del Sol
Las zonas más brillantes de estas imágenes indican las regiones en las que el gas en la atmósfera del Sol se encuentra a una temperatura de unos dos millones de grados centígrados.
La intensidad de la radiación ultravioleta emitida por el Sol varía drásticamente a lo largo del Ciclo Solar, que se repite cada 11 años.
Esta variación es más acusada cuanto más corta sea la longitud de onda, especialmente en la región del espectro de los rayos X. La actividad solar está relacionada con los mecanismos que generan el campo magnético del Sol, aunque es un proceso que todavía no se comprende con precisión.
La imagen muestra claramente el despertar y el ocaso del ciclo 23, contado desde el año 1755, que es cuando se empezaron a tomar registros de la actividad solar de forma sistemática. Durante el pico de 2001, el Sol liberaba 10 veces más radiación ultravioleta que durante los mínimos de 1996 y 2006.
Ciclos solares
El Sol se encuentra actualmente en el pico de actividad del ciclo 24, aunque sus emisiones son más moderadas que las registradas en 2001. Sin embargo, hace muy poco, ha lanzado una de las llamaradas más intensas de lo que va de año, según ha publicado recientemente la NASA. El evento tuvo lugar el pasado 12 de marzo alcanzó casi la mayor intensidad, conocida como intensidad X, y provinió de la región de carga magnética del Sol llamada 11996 AR.
También, el pasado 29 de marzo hubo una gran llamarada solar que causó un apagón de radio durante varios minutos en la Tierra. Y los expertos esperan una gran tormenta solar para el próximo dos de abril.
Las consecuencias de las tormentas solares pueden ser nefastas para los satélites que orbitan alrededor del planeta o, si llegan al nivel suficiente de intensidad, pueden influir en la comunicación por radio e incluso las redes de energía en la Tierra. Sin embargo, también son las responsables de espectáculos de gran belleza, como las auroras boreales en los polos.
Actualmente, el pico de actividad del Sol está en los más alto de su ciclo -que dura 11 años- y, por ello, ya son varios los episodios brillantes e intensos que se han vivido en los últimos meses.
A pesar de esto, los astrónomos señalan que pronto tendrá lugar lo que se conoce como "mínimo" solar, un periodo de baja actividad solar que podría tener efectos en el clima, aunque no tantos como los vividos en la Pequeña Edad de Hielo (época de otro mínimo) pues "hemos añadido cantidades considerables de dióxido de carbono, metano y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera", ha explicado Dean Pesnell, científico del Observatorio Dinámico Solar (SDO) de la NASA, a la revista National Geographic.
Hacer un comentario