En todo el mundo se vive una preocupación cada vez mayor ante la amenaza de una inminente escasez de agua que podría llevar a una crisis muy profunda. Sin embargo, según los autores de un nuevo estudio internacional, ahora parece que los temores anteriores sobre la situación de los glaciares del Himalaya podrían haber sido infundados.
Tales conclusiones son el resultado del proyecto HighNoon («HighNoon: adaptación a los cambios en la disponibilidad de recursos hídricos en el norte de la India en función del retroceso de los glaciares del Himalaya y los cambios en el patrón del monzón»), que recibió 3,3 millones de euros en virtud del tema de Medio ambiente del Séptimo Programa Marco (7PM) de la Unión Europea.
El equipo de investigadores, coordinado por la Universidad de Zúrich (Suiza), ha descubierto que los glaciares del Himalaya están en mejores condiciones de lo que se pensaba.
Los científicos afirman que en las previsiones anunciadas anteriormente por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) se exageraba el retroceso de los glaciares del Himalaya.
El estado de los glaciares del Himalaya es de vital importancia, habida cuenta de que en el sudeste asiático varios cientos de millones de personas dependen en diversos grados de las reservas de agua dulce que éstos abastecen.
Dada su trascendencia, los investigadores creen que resulta fundamental detectar el posible impacto del cambio climático en los glaciares del Himalaya en una fase temprana.
Monitorización por satélite de los glaciares
Por esta razón, los investigadores se asociaron con la Agencia Espacial Europea (ESA) para emprender una monitorización satelital actualizada, gracias a la cual han podido descubrir que los glaciares de las cordilleras del Himalaya y del Karakórum cubren una superficie total de aproximadamente 40.800 kilómetros cuadrados.
Aunque sea unas veinte veces superior a la de todos los glaciares de los Alpes europeos puestos juntos, el dato resulta sorprendente puesto que la citada extensión es un 20% inferior a lo que se suponía anteriormente.
El responsable científico del estudio, el Dr. Tobias Bolch, quien además de en la Universidad de Zúrich investiga en la Universidad Tecnológica de Dresde (Alemania), atribuye este fallo a topografías erróneas realizadas en estudios anteriores. Partiendo de este estudio, los socios del proyecto llegaron a la conclusión de que los glaciares del Himalaya están disminuyendo más lentamente de lo que se pensaba anteriormente.
«Los cambios detectados en la longitud, superficie y volumen se corresponden con la tendencia media global», explicó el Dr. Bolch resumiendo los nuevos resultados. «La mayoría de los glaciares del Himalaya se están derritiendo, pero mucho menos rápidamente de lo que se había previsto anteriormente».
Para la realización del estudio, los científicos tuvieron en cuenta todas las mediciones históricas de cambios de longitud, área y volumen, así como de masa. Con todo, cabe señalar que las series de datos de medidas continuas tan sólo abarcan los diez últimos años.
Precaución a pesar de todo
Según los investigadores, en las últimas décadas, los glaciares han experimentado disminuciones promedio anuales de entre quince y veinte metros de longitud y de entre un 0,1 % y un 0,6 % de superficie. Basándose en sus análisis, los investigadores suponen que el retroceso del glaciar no tendrá repercusiones importantes sobre el abastecimiento de agua a ríos grandes como el Indo, el Ganges y el Brahmaputra en los próximos decenios.
A pesar de este visto bueno parcial que indica que los glaciares del Himalaya no corren tanto peligro, el Dr. Bolch recomienda precaución: «Debido a la reducción prevista de los glaciares, a medio plazo se pueden esperar mayores fluctuaciones estacionales en el drenaje de agua. Es posible que algunos valles se sequen en determinadas época del año».
Dicho esto, los científicos sí ven un potencial de riesgo considerable en cuanto a la posibilidad de que se produzcan inundaciones provocadas por el desbordamiento de lagos glaciares. El Dr. Bolch y sus colegas también ven una amenaza de peligro muy seria para la población que vive en las cercanías de los lagos de origen glaciar recién formados o en rápido crecimiento.
Las avalanchas de agua y detritos procedentes de los aluviones explosivos de estos lagos podrían tener consecuencias devastadoras para las cuencas bajas. Los científicos opinan que hay que aumentar urgentemente los esfuerzos por controlar los lagos, así como los cambios en el clima y los glaciares del Himalaya.
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