Pierre Teilhard de Chardin fue un gran pensador que influyó profundamente en su pensamiento. ¿Podría hablarnos un poco de él –quién fue, y cuáles, según usted, fueron sus contribuciones más significativas?
Chardin fue un jesuita francés, paleontólogo, que vivió entre 1881 y 1955. Su hazaña más relevante fue articular el significado de un nuevo relato de la evolución. Fue asimismo el primer gran pensador occidental que integró completamente la evolución y su relación con lo sagrado. Teilhard de Chardin en occidente y Sri Aurobindo en la India llegaron a una misma visión básica: la evolución del universo es una evolución física y también espiritual. Creo que esa es su principal contribución. Teilhard intentó ir más allá del dualismo fundamental de lo subjetivo / objetivo, tan presente en Occidente. Comenzó a ver el universo como un acontecimiento de energía única que era tanto físico como espiritual. Veía el universo de una forma integral, no sólo como una materia objetiva sino como una materia extendida merced a una energía psíquica o espiritual.
Asimismo, a mi modo de ver, es esencial la idea central de Teilhard y su ley de “complejidad-conciencia”. Él identificó esta idea como una ley fundamental de la evolución. Veía que el proceso completo es una profundización y un aumento de la complejidad de la inteligencia o la subjetividad. Todo el movimiento del universo en su incremento de la complejidad es además y simultáneamente un movimiento que acaece en las profundidades de la conciencia o interioridad. Entendió todas las cosas como un proceso físico-biológico-espiritual. Dios está presente desde el principio, pero de una forma implícita, y el universo está cumpliendo la gran obra de hacer explícita la divinidad.
¿Cuál fue la visión de Teilhard de la naturaleza y del papel del ser humano en la evolución?
Consideraba que el nacimiento de una conciencia auto-reflexiva en el ser humano era un momento crucial del proceso terrestre. Y afirmaba que el descubrimiento de la evolución por parte de los humanos representa el cambio más dramático de nuestra mentalidad en los últimos dos millones de años. También exploró la idea de la Tierra como una serie de capas. En primer lugar, está la litosfera, o la capa superficial de roca, y entonces se desarrolla la atmósfera, luego la hidrosfera y la biosfera. Pero, para su entendimiento, en nuestro tiempo se está añadiendo una capa más, la Noosfera – una capa generada por el pensamiento humano-. No es posible comprender la Tierra a menos que se tengan en cuenta estas capas. La forma en que esto ha captado la imaginación contemporánea es el desarrollo de Internet- que es casi como los recursos de la Noosfera.
La revista Wired elaboró un artículo sobre Teilhard hace un tiempo que trataba este tema. Parecieron igualar el concepto de Noosfera con Internet, sugiriendo que la visión de Teilhard fue simplemente una precognición de la Red de redes.
Sí. Supongo que hay diversas maneras de reducir su pensamiento y perder partes de él, y que cualquiera podría decir que la noosfera es Internet. Pero, por supuesto, Teilhard diría que, como cualquier otra cosa en el universo, la noosfera tiene una dimensión física y otra espiritual.
¿Cuál es el significado de la toma de conciencia por parte del ser humano del proceso de la evolución?
Teilhard hizo una gran analogía. Nuestro momento de despertar como especie se parece mucho a lo que le sucede a un niño a la edad de dos años aproximadamente. Llega un punto en que éste comienza a tener una percepción más profunda. Teilhard afirmaba que la especie está empezando a descubrir una profundidad en el tiempo, que el universo se abre como un todo en las profundidades del tiempo.
También habló de la hominización, la forma en que el pensamiento humano transforma las funciones y acciones de la Tierra. La Tierra toma continuas decisiones y elige continuamente, es decir, existe la llamada selección natural. Pero el ser humano ha “hominizado” este proceso de selección natural, para bien y para mal. Por último, hemos hominizado el amor. Él veía la fuerza de la gravedad o la forma que los animales se cuidan unos a otros como formas del amor, y pensaba que la hominización del amor podía enfocar esa fuerza amplificándola hacia un poder descomunal en el futuro de la evolución terrestre.
¿Cómo ha ayudado nuestra comprensión de la escala evolutiva del tiempo al “desarrollo del universo hacia Dios” o a la invocación de Dios a través de la conciencia humana?
Teilhard pensaba que podía ocurrir un cambio profundo en el ser que aprende a ver el universo como una acción divina. La práctica espiritual, el “ver”, es necesaria para alcanzar realmente ese cambio, para conocer lo que somos. Sólo así, podremos resonar con el universo como un todo, como la forma exterior de nuestro propio espíritu interno. También estaba interesado en las tradiciones espirituales. Decía que la idea del despertar a la eternidad fue muy significativa para la historia humana, pero no tan difícil como la toma de conciencia de la naturaleza evolutiva del universo.
Teilhard reúne el absoluto y lo manifiesto en una visión no dualista que parece única…
Exacto. Él dice que aún tenemos la dificultad de nuestra tendencia a vernos dentro de las tradiciones espirituales tradicionales. Pero, ahora, el universo es nuestro hogar, el universo ha de verse como un todo.
Teilhard es probablemente más conocido por su idea del “Punto Omega”. El término llegó a hacerse muy popular, pero parece que poca gente lo entiende realmente, ¿podría explicar el concepto?
Por “Punto Omega” Teilhard entendía un universo que se había convertido en Dios. El Punto Omega es por un lado un momento del futuro hacia el que avanza el universo pero también es una fuerza que actúa en el presente. No es el final de una línea, sino que es un impulso que influye en el presente, atrayéndolo hacia él. Esta atracción era para el pensador amor.
Por tanto, ¿que Dios se encuentre cada vez más explícito o encarnado en las formas del universo sería un proceso?
Sí, exactamente. Para Teilhard, la esencia de la evolución radicaría en la capacidad de los elementos que componen la materia de dar lugar a formas concretas, un misterioso proceso originado por el Punto Omega, y que se repetiría en todos los niveles de la materia. Todos los miembros del universo evocan en su proceso lo divino, y van dando lugar a una personalidad cada vez más espiritual.
¿Cuál es la importancia de la visión de Teilhard sobre la evolución y su papel en el ser humano para nuestra actual crisis planetaria?
En primer lugar, el pensamiento de Teilhard sobre la evaluación nos permite comenzar a apreciar el verdadero significado de nuestro momento. Nos resulta extremadamente difícil comprender qué significa tomar decisiones que tendrán un impacto en los próximos diez millones de años. Incluso si se entiende la idea, es una comprensión sólo a nivel mental. Por eso, el estudio del pensamiento de Teilhard y su obra puede considerarse como una práctica espiritual necesaria para comenzar a pensar al nivel que requiere la humanidad hoy, en términos de diez millones de años, por ejemplo.
En segundo lugar, diría que una de las grandes contribuciones de Teilhard es que nos permite comenzar a imaginar que esta transición actual tiene al menos la posibilidad de convertirse en un glorioso modo de vida en el futuro, y que nos proporciona la energía necesaria para superar nuestras dificultades. Nos ayuda a activar ese tan profundo entusiasmo por la vida y la existencia que creo que se necesita para desenvolvernos en nuestro tiempo.
Esta entrevista es un resumen de la publicada originalmente en la revista What Is Enlightment? y se reproduce con autorización. La entrevista original consta de dos partes. Una primera titulada Comprehensive Compassion y una segunda parte titulada The Divinization of the Cosmos, de la que hemos extraido el resumen. Traducción del inglés: Yaiza Martínez.
Hacer un comentario