El 28 de agosto de 2003 la Tierra se acercó a Marte como no lo había hecho desde hacía unos 59.619 años. En aquella oposición, los testigos fueron nuestros parientes los neardentales. No fueron conscientes del fenómeno. Esta vez, el acercamiento ha sido más amplio que el mero asociado a la distancia física.
En todos estos años hemos aprendido mucho. Nuestros conocimientos han crecido a un ritmo cada vez mayor. El progreso tecnológico ha sido aún más acelerado. Esta transformación ha sido exponencial, de forma que en la aparición de Marte de 2003 la colonización del espacio extraterrestre está a nuestro alcance más que nunca antes. Cuando se produzca la próxima oposición favorable de 2287, llevará tiempo asentada en el Planeta Rojo una rama marciana de la Humanidad.
El progreso va unido al afán por mejorar lo que los sociólogos denominan estado de bienestar. A pesar de la proximidad de nuestros retos (salud, estabilidad social…), situamos nuestras fronteras en los lugares más remotos del planeta, en el espacio circumterrestre, en la Luna, en Marte, …
A la vez que continuamos la colonización de la Tierra, ya hemos dado los primeros pasos fuera de ella. Los lugares más seguros para iniciar la extensión de la vida desde este planeta son precisamente el espacio circumterrestre, la Luna y Marte.
Cada uno de esos lugares presenta intereses científicos, comerciales y estratégicos. Se trata de elegir, definiendo previamente unos criterios objetivos. Los costes son esenciales. Esto nos obliga a acometer proyectos polivalentes. Proyectos que generen desarrollos utilizables tanto para colonizar el espacio interplanetario, como la Luna, Marte, …
A la vida le cuesta establecerse pero, una vez lo consigue, se extiende al límite de sus posibilidades, y más allá. La inteligencia y la conciencia son dos de las herramientas más elaboradas desarrollada por la vida para conseguir extenderse. En el ser humano, esa tendencia se manifiesta en su instinto explorador.
Impulso explorador
En la evolución humana ha jugado un papel destacado el impulso explorador, nuestras ansias de aventuras, para conocer más, para controlar más, para sentirnos más seguros. Buscamos expandirnos. Garantizar la supervivencia de la Humanidad y de cada individuo. Trabajamos desde más frentes que nunca. Todos convergen en los mismos objetivos, y con la organización precisa, la coordinación y suma de todos esos trabajos, podremos ser testigos de la superación de todos esos retos.
Que la Humanidad tenga un futuro pasa por protegernos de los peligros que nos acechan en nuestro planeta. El 2003 QQ47, asteroide próximo a la Tierra (NEO) descubierto el pasado 24 de agosto, no colisionará con la Tierra en 2014. La población de NEOs es grande. Continuamente crece la red de observatorios centinelas de NEOs. El 7 de agosto de 2003 el observatorio de La Avejerilla, de la Agrupación Astronómica de Gran Canaria (AAGC), se incorporó a esta Red, asignándole el Minor Planet Center, el código J56. Las agencias espaciales, incluida la ESA, proyectan misiones dirigidas a conocer mejor los NEOs (1) y diseñar técnicas protectoras ante eventuales colisiones.
Otro riesgo a minimizar deriva de la falta de planificación de crecimiento sostenible. Partiendo de la experiencia acumulada, los futuros marcianos podrían materializar (ejemplificar) la sostenibilidad planetaria. Aunque sea como estación científica, Marte es la mejor opción para evitar tener todos los huevos en la misma cesta, evitar que el único gran asentamiento humano esté en la Tierra.
No debemos poner restricciones a la investigación científica y al progreso tecnológico. Debemos educar, informar más y mejor, divulgando y formando. Favorecer el pensamiento racional y el sentido crítico, el debate ético, colaborar, responsabilizarnos del futuro que construyamos. Y la exploración de Marte es una tecnología en sí misma, una herramienta para conseguir nuestro desarrollo integral como personas. Explorar Marte es un motor para el desarrollo científico y tecnológico. Proyectos como el del hábitat (Estación polivalente) para Marte conllevan un trabajo multidisciplinario, en materias clave para determinar de dónde venimos y a dónde vamos como especie.
Carrera hacia Marte
Carl Sagan, aparte del trabajo doméstico a llevar a cabo en la Tierra, decía que “somos la clase de especie que precisa de una frontera, por razones biológicas fundamentales. Cada vez que la Humanidad se despereza y da la vuelta a una nueva esquina, recibe una sacudida de vitalidad productiva que puede impulsarla durante siglos” (2). Cada vez que se propone un nuevo emprendimiento, existen intereses enfrentados. La exploración de Marte no es una excepción. A pesar de los argumentos manifestados en contra, la Humanidad llegará a Marte, y seguirá mirando más allá, buscando nuevos mundos para explorar. Por vía pública, privada (3) o, más probablemente, mixta, el Hombre seguirá con la conquista del Espacio.
En Marte encontraremos respuesta a algunos de los enigmas con los que convivimos: ¿Apareció vida en Marte?; ¿existe vida actualmente?; ¿procede la vida terrestre de Marte?; ¿es la vida inteligente un fenómeno exclusivamente terrestre?
Las respuestas a estas preguntas han motivado que la actividad espacial dirija muchos de sus recursos hacia la exploración del Planeta Rojo. A pesar de la controversia de explorar personalmente o mediante robots, estamos decididos a hacerlo nosotros mismos. Por el reto que supone, por el potencial que conlleva, y por la importancia de los avances científicos y tecnológicos que generará.
Los proyectos protagonizados por Marte que comenzaron a fraguarse en algunas mentes antes de la Segunda Guerra Mundial, han devenido en carrera hacia Marte. A todos les interesa participar: NASA, NASDA, ESA, …, y el resto de agencias espaciales. En 2003 escudriñan desde órbitas marcianas la Mars Global Surveyor y la Mars Odyssey, y están en ruta hacia Marte cinco sondas más: Nozomi, Mars Exploration Rovers (MER: Opportunity y Spirit) y Mars Express (Beagle 2. Para las próximas ventanas de lanzamiento ya hay más misiones en preparación (ExoMars, Mars Reconnaissance Orbiter, Phoenix, Mars Science Laboratory, …) ¿Quién será el primero en resolver los misterios que atesora Marte?
A Marte en 2040
Ya hemos empezado. Sin embargo, no se ha fijado fecha para la primera misión humana a Marte. Analizando las múltiples previsiones realizadas hasta la fecha, es muy probable que los primeros expedicionarios humanos lleguen a Marte antes de 2040. El trabajo de prospectiva en esta empresa humana adquirirá cada vez más importancia.
La economía está presente en cualquier actividad humana, y conseguir una posición favorable comercial, científica y tecnológica, supondrá ganar ventajas competitivas. Muchos trabajan para acercar esa fecha histórica. Mientras tanto, equipos multidisciplinarios repartidos por todo el planeta trabajan en la puesta a punto de todo lo necesario para hacerlo posible. Uno de esos equipos es el de The Mars Society España (TMSE).
The Mars Society (TMS) fue fundada en 1988 por Robert Zubrin y 700 científicos e ingenieros más. La claves de su éxito son fundamentalmente el plan Marte Directo (MD), diseñado por Zubrin y Richard Wagner, y el gran atractivo que supone la exploración de apasionante y controvertido Planeta Rojo. Como asociación, y grupo independiente de TMS, se constituye oficialmente TMSE en julio de 2001.
TMSE articula su estrategia alrededor de la divulgación (4) y el apoyo a proyectos vinculados a la exploración de Marte, como el del desarrollo y prueba de un hábitat polivalente para ambientes extremos (Mexo-Hab y Euro-MARS. Dentro del proyecto Mexo-Hab, compartido entre TMSE y el Instituto de Ciencias Avanzadas, A.C. (ICA) de México, se está desarrollando un elemento auxiliar denominado Unidad Mínima de Terraformación (5), iniciativa del Biólogo Héctor Omar Pensado Díaz. Desde las Bellas Artes (arte espacial, literatura, música, pasando por la astrofilatelia, hasta las nuevas tecnologías y proyectos en desarrollo (Ascensor Espacial, …), ningún aspecto queda fuera del ámbito de la labor divulgadora llevada a cabo por TMSE.
Como parte de las estrategias de TMSE utilizamos Internet junto con las herramientas tradicionales y otros recursos básicos. Esto ha potenciado de forma exponencial la eficiencia de este cometido de las entidades del sector no lucrativo. A pesar de no estar totalmente madura la gestión de proyectos distribuidos, de su complejidad inherente, como la derivada de la multiculturalidad, el potencial de Internet ha quedado demostrado, y los éxitos conseguidos en el terreno de la divulgación son bien conocidos. Un ejemplo lo constituye el portal de TMSE, actualmente bajo la dirección de Juan Antonio Fernández Moreno.
Primer asentamiento
Para establecer el primer asentamiento humano en Marte, primero debemos perfeccionar nuestros recursos para vivir en ambientes hostiles. The Mars Society España, junto con sus colegas europeos, está trabajando en un proyecto que ayudará de forma significativa a hacer realidad la primera expedición humana al Planeta Rojo. La Euro-MARS es una infraestructura para investigación que simulará el primer aterrizaje con humanos en Marte. Será instalada, en principio, en el noreste de Islandia, una región que está reconocida científicamente como análoga a Marte, es decir, una zona terrestre con una geología y topografía similar a la que se espera encontrar en tierra marciana.
Las simulaciones se realizarán siguiendo todos los procedimientos de misión necesarios para trabajar con la seguridad requerida en un medio hostil como es el marciano, manteniendo comunicaciones vía radio con la base y control de misión, y asegurándose con cuidado extremo que se realicen las revisiones y mantenimiento necesarios de los equipos de supervivencia requeridos.
Por medio de estas actividades esperamos aprender mucho: cuán efectiva puede ser la investigación científica realizada por personas trabajando en condiciones ambientales extremas; cuánto tiempo puede consumirse para investigación y cuánto debe dedicarse a actividades para conservar la buena salud de los exploradores; cuáles son los mejores procedimientos para vivir y llevar a cabo un trabajo de investigación en Marte, manteniendo niveles aceptables de seguridad, salud y bienestar; cuán efectivo puede ser el teletrabajo por medio de robots comparado con excursiones humanas de superficie; cuál es el mejor diseño para el hábitat, balanceando las necesidades de la tripulación para soporte vital, realización de trabajo científico, y también relajación y privacidad. Así pues, de forma realista y práctica, la Euro-MARS nos ayudará a establecer los fundamentos para las misiones humanas a Marte.
Hay un nuevo mundo esperando a ser explorado, y ahora sabemos con certeza que es un mundo de agua, capaz de mantener vida humana. Marte está hoy día, y técnicamente hablando, a nuestro alcance, sólo hace falta aportar lo necesario para ir. Los primeros pasos los estamos dando ya, en la Tierra, aprendiendo lo que necesitamos hacer para vivir en Marte, y difundiendo que es realmente posible.
Inteligencia Artificial
Para reducir plazos, la planificación estratégica pasa por orientarse hacia las economías de escala. Teniendo en cuenta además que para conseguir menores tiempos de ejecución, necesitamos herramientas más potentes, la Inteligencia Artificial puede ser el mejor aliado de la Humanidad en esta carrera.
Si conseguimos orientar el consumo cada vez más hacia productos y servicios dotados de IA, los precios bajarán, y la reinversión en IA de los beneficios nos acercará a ese futuro deseado. Este es otro de los aspectos de la estrategia de TMSE, una aventura que se desarrolla a través de la exploración simultánea de la vida, la inteligencia, la conciencia y el Espacio.
A través de cada persona, la Vida blinda su existencia a medida que mejoramos la salud y extendemos las expectativas de vida. Cada vez somos más sanos y longevos, y no está lejos la inmortalidad biológica. Tecnologías emergentes, muchas alteradoras (Rodney A. Brooks, que propiciarán hitos sin precedentes en la historia de expansión del ser humano, y en su propia estructura.
Nanotecnología, biotecnología, robótica y neurotecnología, con todas sus oportunidades y amenazas, dibujarán el escenario del futuro próximo. De especie planetaria a especie espacial. De hombre biológico (homo sapiens sapiens) a hombre “multisoporte” (Robo Sapiens. No sólo ha abandonado el ámbito de lo fantástico el adaptarnos para viajar a Marte de forma segura, sino que también estamos muy cerca de conseguir la inmortalidad física. Por ejemplo, de la mano de la nanotecnología, no sólo serán viables infraestructuras como el ascensor espacial, sino que desarrollará, entre muchas otras especialidades, la nanomedicina, permitiendo, cuando menos, aumentar nuestra longevidad, mejorar nuestra salud en general, y en especial durante el envejecimiento, y quizás conseguir en efecto la inmortalidad física.
Cayetano Santana Gil es el Presidente de The Mars Society España (TMSE).
Referencias:
(1) Don Quijote, MUSE-C, NEAR…
(2) Carl Sagan, Un punto azul pálido” Capítulo 16
(3) X-Prize; Mini Station I; TransOrbital; Cosmos 1 (The Planetary Society; turismo espacial; …
(4) “The Mars Society España (TMSE): la divulgación en la exploración de Marte” Ponencia de TMSE para el 3rd European Workshop on Exo/Astrobiology (CAB 18-20 noviembre 2003)
[5] Pensado Díaz, H.O. (2003), Unidades Mínimas de Terraformación: Una Alternativa para la Remodelación de Marte
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