Las poblaciones de insectos están disminuyendo a una velocidad vertiginosa y una investigación realizada en el cantón de Zúrich, representativa de la situación en toda Europa Central, ha confirmado que esta disminución está relacionada con la reducción de las plantas alimenticias que nutren a estos invertebrados.
Las poblaciones de insectos se enfrentan a un colapso catastrófico que extinguirá al 40 por ciento de abejas, hormigas y mariposas en los próximos 100 años, según estableció una investigación publicada en 2019.
Desde 2012, cuando la Sociedad Zoológica de Londres alertó de que las poblaciones de insectos estaban disminuyendo en todo el mundo, afectando a la polinización y al suministro de alimentos para otros animales, el discurso académico ha establecido tres causas principales: la destrucción de hábitats, los pesticidas agrícolas y la disminución de las plantas alimenticias para los insectos.
La nueva investigación se ha centrado específicamente en esta tercera causa y ha podido determinar que en los últimos cien años ha habido una disminución generalizada de las plantas que alimentan a cualquier tipo de insectos. Los resultados se han publicado en la revista Ecological Applications.
El cantón es de Zúrich tiene una extensión de 1.729 km², de los que un 80% es considerado como territorio productivo. Los bosques cubren 505 km², mientras que los lagos ocupan 73 km². La mayor parte de su territorio está compuesta de estrechos valles fluviales que van en dirección del río Rin, al norte del cantón.
Desolación
Esta investigación ha podido determinar que los humedales de esta unidad territorial suiza se han reducido un 90 por ciento.
El paisaje natural, originalmente diverso, se ha homogeneizado y provocado la desaparición de muchos hábitats, especialmente los humedales, preferidos por los insectos.
En este cantón los asentamientos humanos se han extendido cada vez más a expensas de las tierras cultivadas, y la intensificación general de los pastizales y de la agricultura ha llevado a un agotamiento generalizado de los prados y los hábitats cultivables.
Los investigadores, con el apoyo de 250 voluntarios cualificados, realizaron una radiografía completa del territorio y compararon la abundancia de plantas alimenticias de diferentes grupos de insectos.
Plantas más afectadas
Observaron que las plantas alimenticias de grupos especializados de visitantes de flores se han visto particularmente afectadas por la disminución.
Por ejemplo, la centaurea mayor (Centaurea scabiosa), que es polinizada por abejorros, abejas y mariposas: sus lenguas son lo suficientemente largas como para alcanzar el néctar.
La disminución es particularmente dramática para las especies de plantas que solo pueden ser polinizadas por un solo grupo de insectos.
Es el caso del acónito (Aconitum napellus), por ejemplo, cuya polinización solo lo pueden hacerla los abejorros porque la toxina de la planta no les afecta.
La mitad
En general, todas las comunidades de plantas se han vuelto mucho más monótonas, con solo unas pocas especies comunes dominantes.
«Nos cuesta imaginar cómo era la vegetación hace 100 años», explica Michael Kessler, del Departamento de Botánica Sistemática y Evolutiva de la Universidad de Zúrich, en un comunicado de la Universidad de Bonn.
«Pero nuestros datos muestran que aproximadamente la mitad de todas las especies han experimentado una disminución significativa en su abundancia, mientras que solo el diez por ciento de las especies han aumentado».
Referencia
Shifts in food plant abundance for flower‐visiting insects between 1900 and 2017 in the canton of Zurich, Switzerland. Stefan Abrahamczyk et al. Ecological Applications, 23 April 2020. DOI: https://doi.org/10.1002/eap.2138
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