Tendencias21

El castigo y la culpabilidad se determinan en zonas distintas del cerebro

Un estudio de EE.UU. ha comprobado que si una persona es culpable o no, y la cantidad de castigo que se merece, son decisiones separadas que se toman en distintas zonas del cerebro. La cantidad de castigo depende de cómo de voluntario ha sido el delito, pero también del daño causado. Los científicos han conseguido interferir en esta decisión sin afectar a la otra.

El castigo y la culpabilidad se determinan en zonas distintas del cerebro

Los jurados de los casos penales normalmente deciden si alguien es culpable, entonces un juez determina el nivel adecuado de castigo. Una nueva investigación confirma que estas dos evaluaciones independientes de culpa y castigo, aunque relacionadas, se calculan en diferentes partes del cerebro. De hecho, los investigadores descubrieron que pueden interrumpir y cambiar una decisión sin afectar a la otra.

Un nuevo trabajo de investigadores de la Universidad de Vanderbilt (Tennessee) y la Universidad de Harvard (Massachusetts), ambas de EE.UU., confirma que un área específica del cerebro, la corteza prefrontal dorsolateral, es crucial para las decisiones de castigo. Los investigadores predijeron y comprobaron que mediante la alteración de la actividad cerebral en esta área del cerebro, podrían cambiar la forma en que las personas castigaban a acusados ​​hipotéticos sin cambiar la cantidad de culpa atribuida a los acusados.

«Fuimos capaces de cambiar significativamente la cadena de toma de decisiones y reducir el castigo por crímenes sin afectar a la culpabilidad», dice René Marois, profesor de psicología en Vanderbilt y co-autor principal del estudio, en la información de su universidad. «Esto refuerza la evidencia de que la corteza prefrontal dorsolateral integra información de otras partes del cerebro para determinar el castigo y muestra una clara disociación neuronal entre las decisiones de castigo y los juicios de responsabilidad moral.»

La investigación se ha publicado en la revista Neuron.

El experimento

Los investigadores utilizaron la estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr) en un área específica de la corteza prefrontal dorsolateral para alterar brevemente la actividad en esta región del cerebro y por lo tanto modificar la cantidad de castigo que imponía una persona.

«Muchos estudios muestran la función integradora de la corteza prefrontal dorsolateral en tareas cognitivas relativamente simples, y creemos que este proceso relativamente básico constituye la base para formas más complejas de comportamiento y toma de decisiones, tales como la aplicación de normas», dice el autor principal Joshua Buckholtz, ahora profesor de psicología en la Universidad de Harvard.

Los investigadores llevaron a cabo experimentos con 66 hombres y mujeres voluntarios. Se pidió a los participantes tomar decisiones de castigo y culpabilidad en una serie de escenarios en los que el sospechoso cometía un delito. Los escenarios variaban según los daños causados ​​(que van desde la pérdida de bienes a un daño grave y muerte) y cómo de culpable era el sospechoso del acto (totalmente responsable o no, debido a circunstancias atenuantes.)

La mitad de los sujetos recibieron EMTr activa, mientras que la otra mitad recibieron una versión simulada o placebo de EMTr.

Nivel de daño

En todos los participantes y todos los ensayos, tanto la culpabilidad como el nivel de daño fueron predictores significativos de la cantidad de castigo considerada apropiada por los participantes. Pero los sujetos que recibieron EMTr activa eligieron castigos significativamente más bajos para los sospechosos totalmente culpables que aquellos sujetos que recibieron EMTr simulada, sobre todo en escenarios en los que el daño era bajo o moderado. Los análisis adicionales indicaron que el efecto se debió a que la integración de las señales de daño y culpabilidad estaba deteriorada.

«Interrumpir temporalmente la función de la corteza prefrontal dorsolateral parece alterar cómo usa la gente la información sobre el daño y la culpabilidad para tomar estas decisiones. En otras palabras, el castigo requiere que las personas equilibren estas dos influencias, y la manipulación con EMTr interfería en este equilibrio, especialmente bajo condiciones en las que estos factores son disonantes, como cuando la intención es clara, pero el resultado del daño es leve», dice Buckholtz.

Implicaciones futuras

El principal objetivo del equipo de investigación con este trabajo era ampliar el conocimiento de cómo el cerebro evalúa y luego integra la información relevante para las decisiones de culpa y castigo. También se trata de avanzar en el estudio interdisciplinar creciente del derecho y la neurociencia.

«Esta investigación nos da una visión más profunda sobre cómo las personas toman decisiones legalmente relevantes, y en particular cómo las diferentes partes del cerebro contribuyen a las decisiones sobre el crimen y el castigo. Esperamos que estas ideas ayuden a construir una base para una mejor comprensión, y quizás un día a combatir mejor la toma de decisiones sesgada en el sistema legal», dice co-autor Owen Jones, profesor de derecho y ciencias biológicas en Vanderbilt y director de la Red de Investigación de la Fundación MacArthur para el Derecho y Neurociencia.

Referencia bibliográfica:

Joshua W. Buckholtz, Justin W. Martin, Michael T. Treadway, Katherine Jan, David H. Zald, Owen Jones, René Marois: From Blame to Punishment: Disrupting Prefrontal Cortex Activity Reveals Norm Enforcement Mechanisms. Neuron (2015). DOI: 10.1016/j.neuron.2015.08.023.

RedacciónT21

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • Descubierto el ritual más antiguo del mundo, transmitido durante 500 generaciones 2 julio, 2024
    Un ritual ancestral en una cueva de Australia podría ser el más antiguo del mundo: practicado durante 500 generaciones por indígenas australianos, se desarrolla sin interrupciones desde hace 12.000 años hasta la actualidad, aunque fue documentado inicialmente en el siglo XIX. Identificado a partir de restos de viejas fogatas, los científicos creen que podría ser […]
    Pablo Javier Piacente
  • Revelan un nuevo paraíso hidrotermal en las profundidades del océano 2 julio, 2024
    Frente a la costa de Svalbard, en Noruega, a más de 3.000 metros de profundidad, los científicos han descubierto un campo de fuentes hidrotermales a lo largo de la cresta Knipovich, una cadena montañosa submarina. El sitio esconde un oasis de extrañas formas de vida, capaces de prosperar en los ambientes más extremos de la […]
    Pablo Javier Piacente
  • El camino a los viajes espaciales de larga duración empieza a abrirse gracias a la criónica 2 julio, 2024
    La criónica ha conseguido revivir a gusanos y ampliar la ralentización biológica en operaciones a corazón abierto. El siguiente paso será la criopreservación de órganos y organismos enteros de forma reversible a temperaturas bajo cero. Entonces será posible viajar durante cientos de años a planetas lejanos.
    Alejandro Sacristán
  • Una sola molécula podría revertir el envejecimiento en los músculos y el cerebro 1 julio, 2024
    Un nuevo estudio en ratones y células humanas sugiere que una molécula especialmente seleccionada por los investigadores puede ayudar a revertir los signos del envejecimiento en los músculos y el cerebro, al extender los telómeros y modular genes de vital importancia. En concreto, la molécula inyecta dinamismo a una proteína denominada TERT, que es un engranaje […]
    Pablo Javier Piacente
  • El Telescopio Web detecta extrañas formas brillantes sobre Júpiter 1 julio, 2024
    En lo alto de la atmósfera de Júpiter, específicamente en la ionosfera, los astrónomos han identificado con la ayuda del Telescopio Espacial James Webb (JWST), nuevas características extrañas y brillantes. Se ubican en la región situada encima de la tempestuosa Gran Mancha Roja, y serían un reflejo de las potentes tormentas que se desatan en […]
    Pablo Javier Piacente
  • Fabrizio Gagliardi: la IA Generativa está provocando un giro copernicano en cómo hacemos ciencia 1 julio, 2024
    La comunidad científica se ha unido en un consorcio para alumbrar la IA de la ciencia, cuyo lanzamiento europeo tuvo lugar recientemente en Barcelona. Fabrizio Gagliardi, representante del BSC-CNS en ese consorcio, advierte que Europa está lejos de alcanzar el nivel de desarrollo de la IA Generativa que vemos en Estados Unidos.
    Eduardo Martínez de la Fe
  • Una revolucionaria mano biónica se fusiona directamente con el cuerpo humano 30 junio, 2024
    Una nueva mano biónica desarrollada por un grupo de investigadores se basa en una tecnología revolucionaria, capaz de conectar directamente la prótesis robótica a los huesos, músculos y nervios del usuario. Esto permite crear una interfaz humano-máquina, que facilita a la Inteligencia Artificial (IA) la traducción de señales cerebrales en movimientos simples pero precisos.
    Pablo Javier Piacente
  • Un proyecto global trabaja para crear de forma colaborativa un cerebro robótico general 29 junio, 2024
    El auge de la inteligencia artificial generativa impulsa un proyecto global que trabaja para crear un cerebro robótico general, capaz de generar androides como los que hemos visto hasta ahora solo en la ciencia ficción. Pero es cuestión de tiempo que convivamos con ellos en perfecta armonía. Ya no es una utopía.
    Eduardo Martínez de la Fe
  • Las hormigas invasoras hacen autostop para encontrar un nuevo hogar 28 junio, 2024
    Se sabe que los insectos son especialistas en utilizar todo tipo de formas de transporte para atravesar amplias distancias, pero un nuevo estudio ha revelado que las hormigas también dominan el autostop: estos insectos sociales recogen a toda la familia, incluida su reina, y se suben al primer vehículo que encuentran para emprender un viaje […]
    Pablo Javier Piacente
  • Los recuerdos imborrables se adhieren a algunas neuronas 28 junio, 2024
    Los científicos han descubierto una explicación biológica para los recuerdos a largo plazo, esos que acompañan a una persona prácticamente durante toda la vida. Revelaron que una molécula, KIBRA, sirve como “pegamento” para otras moléculas, consolidando así la formación de la memoria al activar y mantener una etiqueta sináptica persistente, que queda adherida a un […]
    Pablo Javier Piacente