En el enclave arqueológico de El Salt, en Alicante, un equipo de investigación dirigido por la profesora Bertila Galván, de la Universidad de la Laguna (Tenerife), ha proporcionado durante más de 20 años de excavación numerosos testimonios de ocupación neandertal que incluyen restos humanos o algunos de los ejemplos mejor conservados de fuegos del Paleolítico medio ibérico.
El equipo de investigación ha conseguido identificar la huella molecular dejada por la materia fecal en el sedimento. Concretamente, han hallado cantidades importantes de coprostanol, un lípido que se forma cuando los microbios intestinales atacan el colesterol, pero también cantidades significativas en dos muesteas de 5β-stigmastanol, un compuesto derivado de la acción microbiana en esteroles procedentes de las plantas.
En el debate sobre la dieta de los neandertales sigue habiendo muchas contradicciones. Mientras los innumerables restos de huesos animales y los datos de análisis de isótopos de C y N realizados en huesos señalan una dieta eminentemente carnívora, ninguno de los dos métodos puede hablar de los elementos de la dieta que no contienen grandes cantidades de proteínas, minusvalorando de este modo el papel de los vegetales en la dieta.
Por otro lado, los escasos restos vegetales hallados y los análisis de microfósiles vegetales analizados en los dientes de algunos neandertales informan de una dieta más variada y compleja. Sin embargo, no se puede descartar que estos grupos utilizaran los dientes como herramientas y que esos restos no estén relacionados con la alimentación.
Las dos versiones son posibles, pero hasta hoy no existía ninguna evidencia de consumo conjunto. “Nuestros resultados suponen la primera evidencia de dieta omnívora”, afirma Sistiaga en la nota de prensa de la ULL, recogida por Sinc.
Estudio de restos fecales
La aproximación de esta doctoranda de la Universidad de La Laguna junto con las profesoras Carolina Mallol y Bertila Galván (ULL) y del geobiólogo y profesor del Massachusetts Institute of Technology (MIT) Roger Summons, es mucho más directa al centrarse en restos fecales. “Es la primera vez que estamos seguros de que estos vegetales fueron ingeridos ya que pasaron por el tracto intestinal”, puntualiza Sistiaga.
El trabajo comenzó en el campo, con el muestreo conjunto para análisis de biomarcadores y de micromorfología de cinco muestras de sedimento de diferentes niveles en el yacimiento de El Salt. Después fueron analizadas por Sistiaga y Summons en el MIT para extraer la materia orgánica del sedimento y analizar los residuos con instrumentos habitualmente utilizados en la geoquímica orgánica.
Todas las muestras contenían coprostanol, el indicador de ingesta de colesterol, pero dos de ellas mostraban una presencia significativa del marcador de ingesta de plantas. Además, Mallol consiguió identificar, en las láminas delgadas que se corresponden con estas muestras, microcoprolitos (heces fosilizadas de tamaño minúsculo) con parásitos que podrían ser humanos.
Implicaciones
Los resultados de este trabajo tienen varias implicaciones importantes: además de representar la primera evidencia omnívora y de ser la materia fecal humana más antigua, se trata de la primera vez que este tipo de método es aplicado en yacimientos tan antiguos.
Además, este hallazgo proporciona datos sobre la flora intestinal y el metabolismo del colesterol de estos humanos, un asunto hasta este momento imposible de abordar debido a la no conservación de tejidos blandos neandertales.
Ahora, los investigadores quieren llevar su estudio aún más lejos, a la Garganta de Olduvai (Tanzania), un yacimiento de 1,8 millones de años, donde se han descubierto algunas de las primeras evidencias humanas.
"Es importante entender todos los aspectos de por qué la humanidad ha llegado a dominar el planeta como lo hace", afirma en un comunicado Roger Summons, profesor de geobiología en el MIT. “Mucho de eso tiene que ver con la mejora de la nutrición a lo largo del tiempo”, concluyen.
Referencia bibliográfica:
Sistiaga A, Mallol C, Galván B, Summons: The Neanderthal Meal: A New Perspective Using Faecal Biomarkers. PLoS ONE (2014). doi:10.1371/journal.pone.0101045.
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