Tendencias21
Israel revisa su historia 64 años después de su creación

Israel revisa su historia 64 años después de su creación

Los mitos fundacionales del Estado de Israel el 14 de mayo de 1948 tienen como denominador común desplazar y diluir en la parte árabe la responsabilidad de los acontecimientos que rodearon y se derivaron de su creación. Sin embargo, ninguna argumentación logró ser tan visible, contundente y definitiva como la aportada por un heterogéneo grupo de académicos israelíes conocido como “los nuevos historiadores”. Las conclusiones de sus estudios invierten la historia oficial israelí. Por José Abu-Tarbush (*)

Israel revisa su historia 64 años después de su creación

Existe una creencia muy extendida acerca de que la historia la escriben los vencedores. En efecto, quienes logran imponerse en el campo de batalla mediante la superioridad de sus fuerzas armadas parecen también contar con una ventaja adicional: su mayor capacidad para dominar el discurso político sobre los acontecimientos. Sin embargo, el paso del tiempo proporciona una perspectiva más objetiva, mostrando que vencer no siempre es sinónimo de convencer.

La autoridad impuesta sin ningún tipo de consentimiento ni legitimidad ―y contraria a la voluntad de los sojuzgados― deriva inevitablemente en dominación despótica, que antes o después termina siendo contestada. Un ejemplo de este desplazamiento del discurso predominante desde la perspectiva de los vencedores hacia la de los vencidos viene ilustrado por el conflicto palestino-israelí. En este tránsito, las investigaciones y trabajos elaborados por los denominados nuevos historiadores israelíes han terminado reforzando la versión palestina.

Un contexto favorable a la historia oficial israelí

Los acontecimientos que rodearon la emergencia estatal israelí, el 14 de mayo de 1948, estuvieron envueltos en una intensa polémica, que se prolongó en el tiempo ―con no menos intensidad― por las responsabilidades políticas que se derivan de una u otra versión. Desde el primer momento, el relato predominante fue el asociado a la historia oficial de Israel. Además de imponerse como fuerza vencedora sobre el terreno, su diplomacia y aparato de propaganda exterior dominaron el discurso político sobre el conflicto durante sus primeras décadas. Semejante predominio no sólo emanaba de su condición de vencedor, sino también del efecto amplificador que reprodujeron sus principales aliados occidentales durante la posguerra.

En este contexto, las tesis favorables al incipiente Estado israelí ―y, en contraposición, legitimadoras de la silenciada limpieza étnica acometida en Palestina― encontraron un terreno muy fértil. Primero, por la emergencia de la corriente milenarista decimonónica en países anglosajones, protestantes y claves en la expansión colonial, que aceptaban acríticamente las ideas teológico-políticas justificadoras de la colonización sionista de Palestina sobre la única base de una presunta promesa divina o tierra prometida (1). La Biblia era esgrimida como un título de propiedad y así, paradójicamente, era aceptada por sociedades tenidas por modernas y seculares (2). Todavía sorprende que tanto responsables políticos y ciudadanos educados en una tradición laica acepten sin más esos presupuestos teológico-políticos que, ante otras tradiciones, se aprestan a denunciar por fundamentalistas.

Segundo, por la mala conciencia reinante debido al pasado europeo de antisemitismo y nazismo. La denomina cuestión judía había surgido en Europa, fruto de la discriminación, exclusión y persecución que sufrían unos europeos ―por su condición étnica y confesional― a manos de otros (3). Por tanto, era un problema europeo, que demandaba una solución en ese mismo marco, de integración de toda su ciudadanía, con independencia de su diferente tradición cultural y religiosa.

A su vez, este pasado ha supuesto una pesada losa para la política exterior de algunos Estados europeos en Oriente Próximo. El más tenue comentario crítico a la política israelí es susceptible de ser descalificado por antisemita. Semejante temor enmudece algunas voces y busca la inmunidad de Israel ante las críticas. Con esta mordaza, no es extraño encontrar críticas más contundentes a la actuación de los gobiernos israelíes en la prensa israelí que en la occidental. Del mismo modo, la denuncia de ese uso y abuso del antisemitismo y el holocausto procede de autores de origen judío, principalmente. El ejemplo de Norman G. Finkelstein, con progenitores que sufrieron el infierno nazi, es bastante elocuente (4). Más recientemente, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, fue objeto de las críticas de personalidades judías e israelíes, que reprochaban su utilización del holocausto en su denuncia del programa nuclear iraní (5).

Por último, pero no menos importante, por el propio contexto mundial de la guerra fría, de división bipolar y confrontación política e ideológica. Israel era considerado como un importante aliado en una región de alto interés geoestratégico por sus ingentes recursos energéticos; y también por la proximidad de la Unión Soviética a la que, limítrofe con Turquía e Irán, se quería mantener apartada de toda influencia en Oriente Medio. La espectacular victoria del ejército israelí durante la guerra de 1967, en medio de los retrocesos estadounidenses en el entonces denominado Tercer Mundo (en particular, en el sudeste asiático), estrecharon una especial alianza estratégica entre Washington y Tel Aviv que ha perdurado en el tiempo.

Israel revisa su historia 64 años después de su creación

Mitos en torno a la creación del Estado de Israel

Los mitos fundacionales del Estado de Israel han girado en torno a tres hechos, principalmente, que tienen como denominador común desplazar y diluir en la parte árabe la responsabilidad de los acontecimientos que rodearon y se derivaron de su creación. Primero, el inicio de la guerra y la superioridad de los ejércitos árabes, que presentan al incipiente Estado israelí como una víctima inocente y en inferioridad de fuerzas. Segundo, la supuesta llamada de los dirigentes árabes para que los palestinos abandonaran sus hogares durante la guerra, culpabilizando a dichos gobiernos de originar el problema de los refugiados. Por último, tercero, la intransigencia árabe para llegar a un arreglo con Israel, imposibilitado así la paz y la estabilidad en la región.

Todas estas afirmaciones tuvieron su correspondiente réplica desde el mundo árabe y, en particular, desde el ámbito palestino, sin olvidar los testimonios y análisis de distintos observadores internacionales. Sin embargo, ninguna argumentación logró ser tan visible, contundente y definitiva como la aportada por un heterogéneo grupo de académicos israelíes que, con diferente bagaje disciplinar, sería conocido con la denominación de “los nuevos historiadores israelíes” (6). Después de investigar en los propios archivos del movimiento sionista e israelíes, las conclusiones de sus estudios invertían la historia oficial israelí. Su autoridad ―no sólo académica― estaba fuera de toda duda. Eran israelíes, por tanto no cabía reprocharles ninguna connivencia con el enemigo.

De sus diferentes estudios se extraen conclusiones desmitificadoras y opuestas a las de la historiografía oficial israelí. Primero, la guerra se inició mucho antes que la primera confrontación interestatal árabe-israelí, en mayo de 1948. Previamente, desde diciembre ―a raíz de la adopción de la resolución de partición de Naciones Unidas, el 29 de noviembre de 1947― se había iniciado la campaña de limpieza étnica de Palestina (7). De hecho, antes de la proclamación del Estado de Israel, el 14 de mayo de 1948, las fuerzas sionistas ya habían desalojado entre unos 250.000 y 300.000 ciudadanos árabes-palestinos de sus hogares.

Dos meses antes, el 10 de marzo de 1948, se había adoptado el plan Dalet (8), que formalizaba la idea de transferir a la población autóctona (9). En suma, la expulsión directa e indirecta de los árabes-palestinos ―entre unos 750.000 y 800.000― de su tierra respondió a un plan asociado al proyecto colonial sionista en Palestina. Esta idea no desapareció con la creación del Estado de Israel y la consecución de sus principales objetivos. Por el contrario, sigue estando presente (en alusión a los palestinos tanto de 1948 como de los territorios ocupados en 1967), según se desprende de las declaraciones de algunos de sus líderes y se recoge incluso en sondeos de opinión (10).

Segundo, la superioridad militar árabe ha sido otro de los mitos desmentidos por su inferioridad numérica, escasa preparación y descoordinación. Por el contrario, las fuerzas israelíes eran superiores tanto cuantitativa como cualitativamente, con una dirección coordinada, armamento más moderno y experiencia militar. Justo de lo que carecían los ejércitos árabes, atrapados en sus recelos y sospechas mutuas. Lejos de ser una fuerza conjunta con un mando unificado o coordinado, estaban más pendientes de lo que hacía uno u otro, en particular de la legión jordana que era el ejército árabe mejor preparado. Precisamente el rey Abdallah l había llegado a un acuerdo con el movimiento sionista para su reparto de Palestina, llevado por sus ambiciones regionales de instaurar y extender su reino en la llamada Gran Siria (que incluiría Jordania, Siria e Irak) (11).

Por último, tercero, la supuesta intransigencia árabe también ha sido desmitificada por documentados trabajos que muestran una lectura opuesta a la versión oficial. Una de las obras más sólidas se debe también al citado historiador israelí Avi Shlaim, catedrático de Relaciones Internacionales en la Universidad de Oxford. Su análisis de las relaciones entre los Estados árabes e Israel, desde sus primeros encuentros y acercamientos hasta prácticamente la actualidad, muestran un balance muy distinto al oficial (12).

En suma, el lector interesado en la materia cuenta con una abundante y rica bibliografía que viene a confirmar, con rigor y documentación, la versión tradicionalmente sostenida por los vencidos en el conflicto palestino-israelí. De manera que el relato contado por un anciano o anciana en un destartalado campo de refugiados en Oriente Próximo ha cobrado una dimensión que, lamentablemente, hasta ahora no poseía.

Seis décadas y media después de esa catástrofe (o Nakba, como la denominan los palestinos), esos mismos refugiados y sus descendientes siguen demandando la restitución de sus derechos frente a la limpieza étnica y el memoricidio que siguió. Fueron las dos caras de una misma moneda: la expropiación y expulsión de una población de su tierra no sólo fue un acto de violencia física y política, también se acompañó de una deliberada estrategia de negación de su existencia y derechos.

(*) José Abu-Tarbush es profesor titular de Sociología en la Universidad de La Laguna.

Notas al pie

(1) Sobre el desarrollo de esta corriente milenarista en la Inglaterra decimonónica y su posterior expansión e implantación en Estados Unidos hasta el actual fundamentalismo evangélico, véase Stephen Sizer: Sionismo cristiano: ¿Hoja de Ruta a Armagedón? Madrid: Bósforo Libros, 2009.

(2) Nur Masalha: La Biblia y el sionismo. Invención de una tradición y discurso poscolonial. Barcelona: Bellaterra, 2008.

(3) Viviane Forrester: El crimen occidental. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2008.

(4) Norman G. Finkelstein: La industria del Holocausto. Reflexiones sobre la explotación del sufrimiento judío. Madrid: Siglo Veintiuno de España Editores, 2002.

(5) Véase Ana Carbajosa: Netanyahu levanta ampollas en Israel al comparar Irán con el Holocausto, El País, 19 de abril de 2012.

(6) Véase el esclarecedor trabajo de Mar Gijón Mendigutía: Los nuevos historiadores israelíes. Mitos fundacionales y desmitificación, Revista de Estudios Internacionales Mediterráneos, REIM, núm. 5, 2008, pp. 27-41.

(7) Ilan Pappé: La limpieza étnica en Palestina. Barcelona: Crítica, 2008.

(8) Walid Khalidi: El plan Dalet y la Guerra de expulsión de los palestinos, en Farouk Mardam-Bey y Elías Sanbar (comps.): El derecho al retorno. El problema de los refugiados palestinos. Madrid: Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2004, pp. 65-105.

(9) Ideario presente en la ideología colonial del movimiento sionista desde sus inicios, véase Nur Masalha: La expulsión de los palestinos. El concepto de <> en el pensamiento político sionista, 1882-1948. Madrid: Bósforo Libros, 2008.

(10) Nur Masalha: Políticas de la negación: Israel y los refugiados palestinos. Barcelona: Bellaterra, 2005.

(11) Avi Shlaim: Collusion across the Jordan: King Abdullah, the Zionist Movement, and the Partition of Palestine. Oxford University Press, Oxford, 1988.

(12) Avi Shlaim: El muro de hierro. Israel y el mundo árabe. Granada: Almed, 2011 (segunda edición ampliada y actualizada).

RedacciónT21

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • Ya es posible transmitir el tacto a través de Internet 26 junio, 2024
    Un nuevo estándar para la compresión y transmisión del sentido del tacto mediante Internet sienta las bases para la telecirugía, la teleconducción y nuevas experiencias de juego en línea, entre otras aplicaciones. El flamante estándar HCTI (Haptic Codecs for the Tactile Internet) es para el “tacto digital” lo que son JPEG, MP3 y MPEG para […]
    Pablo Javier Piacente
  • Las primeras muestras de la cara oculta de la Luna ya están en la Tierra 26 junio, 2024
    La cápsula de reingreso de la sonda Chang'e-6 de China, que transporta hasta dos kilogramos de materiales extraídos y perforados de la cuenca más antigua de la Luna ubicada en su lado oscuro, aterrizó este martes 25 de junio en la región de Mongolia Interior y fue rápidamente recuperada, según informó la Administración Nacional del […]
    Pablo Javier Piacente
  • La Tierra tendrá dos soles dentro de 1,3 millones de años y durante 60.000 años 26 junio, 2024
    Dentro de 1,3 millones de años, la Tierra tendrá una especie de segundo sol porque la estrella Gliese 710 se acercará a 1,1 años luz de la Tierra y la veríamos del mismo tamaño que Júpiter. Lo malo es que esa alteración cósmica puede provocar un episodio en nuestro planeta como el que acabó con […]
    Eduardo Martínez de la Fe
  • China descubre grafeno natural en la Luna 25 junio, 2024
    Investigadores chinos han descubierto recientemente grafeno natural de escasas capas por primera vez en la Luna, a partir de las muestras traídas a la Tierra por la sonda Chang'e 5. El hallazgo proporciona nuevos conocimientos sobre las actividades geológicas, la historia evolutiva y las características ambientales de la Luna.
    Pablo Javier Piacente
  • Los incendios forestales extremos se duplicaron en los últimos 20 años en todo el planeta 25 junio, 2024
    Una nueva investigación concluye que la frecuencia e intensidad de los incendios forestales extremos se ha más que duplicado en todo el mundo en las últimas dos décadas, debido al calentamiento global antropogénico y otros factores relacionados. Se trata de la primera ocasión en la cual los científicos pudieron trazar una tendencia global para los […]
    Pablo Javier Piacente
  • Detectado en el Mediterráneo el neutrino más energético del universo 25 junio, 2024
    El neutrino más potente jamás observado ha dejado su huella en las profundidades del Mediterráneo, aunque todavía se desconoce de qué rincón del universo procede. Los neutrinos cosmogénicos son los mensajeros de algunos de los eventos más cataclísmicos del cosmos.
    Eduardo Martínez de la Fe
  • La IA identifica seis formas diferentes de depresión 24 junio, 2024
    Los científicos han identificado seis formas biológicamente distintas de depresión gracias a la aplicación de la Inteligencia Artificial (IA) en estudios cerebrales. El hallazgo podría explicar por qué algunas personas no responden a los tratamientos tradicionales para la afección, como los antidepresivos y la terapia psicológica.
    Pablo Javier Piacente
  • La NASA pondrá en órbita una estrella artificial que revolucionará el estudio del Universo 24 junio, 2024
    La NASA encarará un ambicioso proyecto para colocar en órbita una estrella artificial: permitirá la calibración de telescopios a niveles previamente inalcanzables. El proyecto tiene como objetivo mejorar significativamente las mediciones de la luminosidad estelar y abordar varios otros desafíos que dificultan la astrofísica moderna.
    Pablo Javier Piacente
  • Los macacos nos enseñan cómo sobrevivir a un desastre natural 24 junio, 2024
    Los macacos de la isla caribeña de Puerto Rico se volvieron más tolerantes y menos agresivos después del huracán María, que los obligó a compartir la sombra de los árboles para sobrevivir al intenso calor.
    Redacción T21
  • Extrañas formas de vida se ocultan en antiguas cuevas de lava de Hawai 23 junio, 2024
    Científicos estadounidenses han logrado identificar una gran diversidad de especies microbianas únicas, que se han desarrollado en cuevas geotérmicas, tubos de lava y fumarolas volcánicas de la isla de Hawái. Estas estructuras subterráneas se formaron hace entre 65 y 800 años y reciben poca o ninguna luz solar, en ambientes similares a los que pueden encontrarse […]
    Pablo Javier Piacente