En el contexto actual de la publicación de diversas obras escritas por eminentes científicos acerca de sus intentos personales de compaginar sus propias creencias religiosas y su fe en Dios con el método científico, sale a la luz un nuevo título con el que se intenta solventar algunos de los malentendidos públicos acerca de la teoría evolutiva y la fe cristiana, y que suelen generar problemas en la educación.
Para ello, The American Association for the Advancement of Science o AAAS, organización internacional de difusión científica editora de la prestigiosa revista Science, acaba de publicar un libro titulado The Evolution Dialogues: Science, Cristianity, and the Quest for Understanding (Los diálogos de la evolución: ciencia cristiandad, y la búsqueda de Comprensión) que, en lenguaje llano, trata de establecer una nueva conversación entre el concepto científico de la evolución y la cristiandad.
El libro aborda la descripción del desarrollo de la teoría evolutiva desde Darwin hasta la actualidad, analiza la compleja y rica interacción histórica entre la teoría evolutiva y el cristianismo, y explica la naturaleza de la ciencia y los intentos de la religión cristiana de comprender el mundo que nos rodea. Por último, analiza la historia de la vida desde la perspectiva de las ciencias evolucionistas.
En clave narrativa
Todo ello en clave narrativa, con una protagonista, la universitaria Angela Rawlett, que se ve inmersa en un dilema personal al intentar reconciliar su educación cristiana con su enorme interés por la biología, tal como comenta en el prólogo. Una historia basada por tanto en la realidad, puesto que muchos estudiantes creyentes suelen acercarse a sus profesores de biología preocupados por el conflicto entre sus creencias religiosas y el estudio de la evolución de las formas de vida terrestre.
La atenta mirada de la obra sobre este dilema ha conjugado la perspectiva tanto de científicos como de teólogos, con el fin de producir una fuente accesible y autorizada de información acerca de la ciencia evolucionista que pueda servir en escuelas y clases de religión.
El libro, escrito por Catherine Baker, surgió de la preocupación entre científicos y algunos líderes religiosos acerca del hecho de que la teoría del “diseño inteligente” esté siendo considerada como una síntesis de ciencia y religión, llevando incluso a algunos miembros de las principales comunidades religiosas de Estados Unidos a cuestionar la teoría evolutiva.
Los partidarios del “diseño inteligente” sostienen que el universo, la vida en la Tierra y el origen del hombre son resultado de acciones racionales y deliberadas realizadas por uno o más agentes inteligentes. Y aunque sus defensores consideran que ésta es una propuesta científicamente legítima, la mayoría de los científicos considera que en realidad no es más que una justificación de la creencia de un creador concreto, esto es, de Dios.
Lo que el “diseño inteligente” pretendería por tanto es conseguir la respetabilidad intelectual que el creacionismo clásico no ha podido mantener en una época del mundo en el que el relato de la Creación, tal y como se narra en la Biblia, podría parecer obsoleto frente a todos los descubrimientos del pasado siglo. De hecho, tal como explicamos en otro artículo, la Iglesia católica está a punto de rechazar el "diseño inteligente".
El cambio continuo de las especies
El debate acerca de esta teoría se ha desarrollado especialmente en Estados Unidos, alentado por las iglesias evangélicas y otros grupos religiosos fundamentalistas, pero se convierte cada vez más en una posición de creciente fuerza en los países latinoamericanos.
Sin embargo, a pesar de este debate, la teoría de la evolución es una de las más presentes en todas las ramas de la ciencia, y sirve especialmente de marco a la biología moderna.
El libro de la AAAS se ocupa de descubrimientos recientes de la teoría evolutiva que han precisado su revisión, pero enfatiza los principios subyacentes de la evolución que continúan siendo válidos actualmente: todas las especies de la Tierra, vivas o extinguidas, están relacionadas las unas con las otras y las formas de la biología que han poblado nuestro planeta han cambiado desde siempre y seguirán transformándose.
La intención ha sido, por tanto, crear una obra que sirva para los programas de educación de adultos, que sea útil para los profesores y estudiantes de biología, especialmente cuando aparecen cuestiones acerca de la credibilidad científica de la teoría de Darwin o sobre las implicaciones religiosas de la existencia de la evolución.
Lo que pretende el libro es demostrar cómo una comprensión religiosa del mundo no debe verse como una alternativa a la ciencia evolutiva ni viceversa. Por ello, se ha convertido en una contribución positiva a la comprensión actual de evolución y de religión.
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