Tendencias21

La agroecología es la solución al hambre y al cambio climático

Científicos especializados en cambio climático emitieron el 2 de noviembre su más reciente advertencia de que la crisis climática está empeorando rápidamente en varios aspectos. Prevén que el cambio climático afecte la productividad agrícola, cuya  consecuencia será la afectación de la seguridad y soberanía alimentaria de muchos países.  ¿Adoptarán nuestros gobiernos las medidas urgentes y […]

El salvadoreño Adolfo es un ejemplo de los beneficios de la agroecología campesina. Crédito: Jason Taylor/Amigos de la Tierra Internacional

El salvadoreño Adolfo es un ejemplo de los beneficios de la agroecología campesina. Crédito: Jason Taylor/Amigos de la Tierra Internacional

Por Kirtana Chandrasekaran y Martín Drago
LIMA, Nov 27 2014 (IPS)

Científicos especializados en cambio climático emitieron el 2 de noviembre su más reciente advertencia de que la crisis climática está empeorando rápidamente en varios aspectos. Prevén que el cambio climático afecte la productividad agrícola, cuya  consecuencia será la afectación de la seguridad y soberanía alimentaria de muchos países. 

¿Adoptarán nuestros gobiernos las medidas urgentes y necesarias para abordar estas crisis? Tienen una oportunidad en la próxima ronda de negociaciones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se realizará en Lima, del 1 al 12 de diciembre.

Los campesinos y campesinas como el salvadoreño Adolfo son los principales productores de alimentos hoy en día. Necesitamos de ellos, y no de la producción industrial, para alimentar al planeta en el contexto del cambio climático y de la degradación generalizada de los recursos naturales.

En nuestro planeta, 805 millones de personas padecen hambre crónica y el sobrepeso y la obesidad afecta a más de 2.000 millones de personas; 65 por ciento de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad matan más personas que la desnutrición.El problema no es la falta de alimentos, sino su distribución desigual. El acceso a los alimentos está definido por la riqueza y el lucro, en lugar de la necesidad. Se promueve el libre comercio por encima del derecho a la alimentación. Como consecuencia de ello, la mitad de los granos del mundo se utilizan para alimentar a animales criados en establecimientos industriales y una proporción importante de cultivos básicos en la alimentación se convierten en agrocombustibles para alimentar autos. Así, las personas hambrientas se quedan sin alimentos para dárselos a los consumidores ricos

Quienes padecen hambre son principalmente las personas pobres de las zonas rurales en los países en desarrollo, fundamentalmente productores a pequeña escala de África y Asia. Casi una de cada nueve personas se va a dormir con hambre cada noche.

No es el caso de Adolfo y su familia, a pesar de vivir en una zona que fue devastada por los efectos del cambio climático y las inundaciones, el Valle Lempa en El Salvador. Él  conoce por experiencia propia que la diversidad agrícola y la conservación en manos campesinas de las semillas tradicionales son fundamentales para el sustento de los productores a pequeña escala.

La enorme mayoría de los gobiernos de todo el mundo han ignorado a los productores a pequeña escala durante décadas, sumiendo a millones de ellos en la pobreza. Sin embargo,  ellos y ellas siguen siendo quienes producen la mayor parte de los alimentos del mundo, utilizando variedades tradicionales de semillas y sin recurrir a insumos industriales.

En África, los campesinos y campesinas cultivan prácticamente todos los alimentos que se consumen a nivel local. En América Latina, 60 por ciento de la producción, incluida la carne, proviene de pequeñas fincas familiares. En Asia, centro mundial de la producción de arroz, prácticamente todo el arroz se cultiva en granjas de menos de dos hectáreas.

Aun así, el agronegocio y algunos gobiernos promueven fuertemente la agricultura industrial (basada en monocultivos, semillas híbridas y plaguicidas y fertilizantes químicos) como la mejor forma de alimentar al planeta.

Además, la agricultura industrial es una de las mayores contribuyentes al cambio climático, debido a su alto consumo de combustibles fósiles, pesticidas y fertilizantes y a sus impactos sobre suelos, aguas y biodiversidad. Existe suficiente evidencia de que está destruyendo los recursos de los que dependemos para producir nuestros alimentos.

Pero los promotores de la agricultura industrial hacen caso omiso de sus impactos ambientales.

Sabiendo el gran reto que representa el cambio climático, ya que podría reducir considerablemente la productividad agrícola, especialmente en los países en desarrollo, otros son los caminos que se deberían fomentar.

Por otro lado, los defensores de la agricultura industrial la justifican señalando que debido a la creciente población mundial se necesitarán producir más alimentos y para ello es necesario aumentar los rendimientos. Pero sabemos que producir más alimentos y aumentar el rendimiento no son los únicos retos. De hecho, ya producimos suficientes alimentos para alimentar a nuestra población actual y futura.

El problema no es la falta de alimentos, sino su distribución desigual. El acceso a los alimentos está definido por la riqueza y el lucro, en lugar de la necesidad. Se promueve el libre comercio por encima del derecho a la alimentación.

Como consecuencia de ello, la mitad de los granos del mundo se utilizan para alimentar a animales criados en establecimientos industriales y una proporción importante de cultivos básicos en la alimentación se convierten en agrocombustibles para alimentar autos. Así, las personas hambrientas se quedan sin alimentos para dárselos a los consumidores ricos.

Para erradicar el hambre es imprescindible aumentar los ingresos de los sectores empobrecidos y contribuir a que los productores y productoras de alimentos a pequeña escala puedan mantener sus modos de vida, para alimentarse y alimentar al mundo de forma sustentable.

Pero la salida estructural al hambre y la pobreza se encontrará construyendo la soberanía alimentaria de los pueblos. Es decir, “el derecho de los pueblos a alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, producidos de forma sostenible y ecológica, y su derecho a decidir su propio sistema alimentario y productivo”, resume la Declaración de Nyéléni con que concluyó el Foro Mundial por la Soberanía Alimentaria, realizado en Malí en 2007.

Para ello, es imprescindible: que el control de los sistemas y políticas agroalimentarias recaiga en aquellos que producen, distribuyen y consumen alimentos, en lugar de en los mercados y las corporaciones; priorizar las economías y los mercados locales y nacionales; fomentar la sostenibilidad ambiental, social y económica de la producción, la distribución y el consumo; y garantizar el derecho de los productores de alimentos al acceso y la gestión de la tierra, las aguas, las semillas y la biodiversidad en general.

“La Soberanía Alimentaría supone nuevas relaciones sociales libres de opresión y desigualdades entre hombres y mujeres, pueblos, grupos raciales, clases sociales y generaciones”, destaca también la Declaración de Nyéléni.

La soberanía alimentaria incluye el derecho a la seguridad alimentaria. Pero un país que se centra solamente en lograr la seguridad alimentaria no distingue de dónde provienen los alimentos ni las condiciones en las que se producen y distribuyen.

Los objetivos nacionales de seguridad alimentaria a menudo se logran mediante la producción de alimentos en condiciones de destrucción del medio ambiente y de explotación social que destruyen a los productores locales de alimentos, mientras benefician a las empresas del agronegocio.

En los últimos años, varios organismos de las Naciones Unidas han reconocido que la agroecología es la forma más eficaz para combatir las crisis alimentaria, ambiental y de pobreza. Un análisis de la agroecología, realizado en 2011, evidenció que tiene el potencial de duplicar la producción de alimentos en 10 años.

Hasta una fracción de dicha ganancia puede disminuir considerablemente el hambre en el mundo. Las pruebas son claras, pero cambiar el sistema agroalimentario mundial es difícil.

Para hacer frente a este desafío surgió el movimiento por la “soberanía alimentaria”; que cuenta con el respaldo de más de 300 millones de mujeres y hombres, productores de alimentos a pequeña escala, consumidores y activistas por la justicia ambiental y los derechos humanos, entre otros.

El poder de las empresas de semillas y plaguicidas como Monsanto y Syngenta, de supermercados gigantes como Wal-Mart y de empresas productoras de granos como Cargill ha crecido tanto que ejercen mucha influencia en las políticas agroalimentarias nacionales y globales. Esto asegura que el agronegocio reciba miles de millones de dólares en subvenciones y apoyo normativo.

Acabar con el hambre en el mundo está a nuestro alcance, pero se necesita una transformación fundamental del sistema agroalimentario mundial: un cambio radical de la agricultura industrial a la agroecología para la soberanía alimentaria.

Esta transformación sin duda tendría repercusiones muy positivas en la crisis climática: menos agricultura industrial y más producción agroecológica equivalen a menos emisiones de carbono, algo fundamental para protegernos del cambio climático.

Adolfo y millones de productores y productoras como él están en la primera línea de esta transformación y los líderes mundiales deben brindarles mucho más apoyo -a nivel de la ONU, así como en el plano nacional y local- si se proponen seriamente solucionar las crisis climática y alimentaria.

Kirtana Chandrasekaran y Martin Drago coordinan el programa de Soberanía Alimentaria de Amigos de la Tierra Internacional.

(Las opiniones de este artículo corresponden a sus autores y no representan necesariamente las de IPS, ni pueden atribuírsele)

Editado por Estrella Gutiérrez

Artículos relacionados

Fuente : http://www.ipsnoticias.net/2014/11/la-agroecologia…

RedacciónT21

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • La Inteligencia Artificial aumenta el misterio sobre las Líneas de Nazca en Perú 27 septiembre, 2024
    Las líneas talladas en roca de aproximadamente 2.000 años de antigüedad en el desierto de Nazca en Perú son mundialmente famosas y, según un nuevo estudio, hay muchas más de las que se pensaba: con la ayuda de la inteligencia artificial (IA), un equipo de investigación de Japón descubrió 303 geoglifos más difíciles de detectar […]
    Redacción T21
  • Revelan cómo el cerebro procesa y entiende el significado del número cero 26 septiembre, 2024
    El número cero es una de las invenciones humanas más interesantes, ya que tiene un valor matemático sin representar una cantidad concreta: ahora, una nueva investigación ha logrado determinar que las células nerviosas individuales en el lóbulo temporal medial reconocen al cero como un valor numérico, y no como una categoría separada que simplemente significa […]
    Pablo Javier Piacente
  • Crean una cámara con ojos de gato capaz de revolucionar la visión nocturna 26 septiembre, 2024
    Integra un reflector extra para ver en la oscuridad, inspirado en los ojos de los gatos, con la forma curvada de la parte posterior del ojo humano, que permite reducir los errores visuales. En conjunto, podrá dotar a vehículos autónomos o robots inteligentes de una herramienta para mejorar su capacidad para ver objetos con mayor […]
    Pablo Javier Piacente
  • El glaciar del fin del mundo está en retroceso acelerado 26 septiembre, 2024
    El glaciar antártico Thwaites, del tamaño de Gran Bretaña, está en un retroceso acelerado que podría provocar su desaparición en menos de dos siglos y una subida de 65 centímetros del nivel del mar en todo el mundo, según nuevos descubrimientos científicos.
    Redacción T21
  • El genoma humano podría preservarse durante miles de millones de años gracias a un sorprendente cristal 25 septiembre, 2024
    Un pequeño disco de sílice convertido en un cristal de memoria tendría la capacidad de resguardar la información genética humana hasta mucho después que cualquier forma de vida sobre la Tierra se haya convertido en polvo y los océanos se hayan secado, según los investigadores. Los científicos creen que el almacenamiento de datos 5D eterno […]
    Pablo Javier Piacente
  • Las explosiones nucleares en el espacio podrían proteger a la Tierra de los asteroides peligrosos 25 septiembre, 2024
    La detonación precisa de una bomba nuclear sobre una roca espacial en curso de colisión contra la Tierra podría ser nuestra mejor esperanza de evitar un impacto que termine con la civilización humana y la vida sobre el planeta, según un nuevo estudio. Un experimento de laboratorio confirmó que los pulsos de rayos X emitidos […]
    Pablo Javier Piacente
  • Los gorriones fueron declarados enemigos de la revolución maoísta y exterminados 25 septiembre, 2024
    En los años 60 del siglo pasado, China acometió una campaña para exterminar a los gorriones, convertidos en uno de los cuatro enemigos de la revolución maoísta porque comían el grano de las cosechas. En tres años todos desaparecieron, desencadenando una hambruna que mató a más personas que la población total española. Hoy, la agricultura […]
    Eduardo Costas | Catedrático de la UCM y Académico de Farmacia
  • El Antropoceno empezó alrededor de 1952 24 septiembre, 2024
    El periodo de la historia de la Tierra en el cual las actividades humanas han alterado drásticamente el planeta, conocido como Antropoceno pero no considerado aún una era geológica independiente a nivel oficial, habría comenzado aproximadamente sobre 1952: así lo determina una nueva investigación, que analizó casi 400 registros geológicos y biológicos en diferentes puntos […]
    Pablo Javier Piacente
  • La Tierra tendrá otra luna durante dos meses 24 septiembre, 2024
    En el marco de un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, en España, y publicado recientemente en la revista Research Notes of the AAS, los científicos han logrado comprobar que el pequeño asteroide 2024 PT5 se convertirá en una mini-luna temporal de la Tierra durante dos meses, debido a que […]
    Pablo Javier Piacente
  • Israel despliega tácticas de "spoofing" de GPS, causando caos en Líbano y Oriente Medio 24 septiembre, 2024
    Una de las consecuencias del conflicto en Oriente Medio es el empleo por Israel de la táctica conocida como “spoofing” de GPS, que tergiversa las ubicaciones de los misiles teledirigidos. Esta táctica impide también a la aviación civil conocer su posición en pleno vuelo, así como dificulta a ciudadanos y sistemas de emergencia situarse en […]
    Redacción T21