El modelo industrial tradicional otorgó el poder a los poderosos a través de la centralización de los medios de producción y distribución. A continuación los poderosos han intentado traspasar este modelo a la sociedad de la información, pero las reglas del juego han cambiado.
La acumulación del “capital informacional” gracias a los ordenadores personales, a los bancos de datos y a Internet, se hace de manera exponencial. La creación participativa y la distribución de informaciones de persona a persona, confieran nuevos poderes a los usuarios, antes relegados al rango de simples “consumidores”.
Herramientas profesionales les permiten producir contenidos digitales de alto valor añadido en los dominios de la imagen, del vídeo, del sonido, del texto, hasta entonces reservados tradicionalmente a los únicos productores de masa, propietarios de los “mass media”.
Estas nuevas prácticas cuestionan los modelos tradicionales industriales y comerciales de producción y distribución. Me parece esencial explicar en términos claros, porque la jerga surgida de los internautas es a veces misteriosa (bligs, wikis, Skypes y otros) por qué esta e-revolución se parece a una nueva “lucha de clases” entre los grandes poderes políticos e industriales y la sociedad civil.
Media de masas
Este nuevo poder civil, esta democracia de la comunicación y la participación, se apoya sobre lo que yo llamo los “media de masas”. Está catalizada por las últimas tecnologías de la información y la comunicación, a las cuales se han asociado nuevos modelos económicos.
Esta asomobrosa revolución se apoya al mismo tiempo sobre las tecnologías avanzadas y sobre las nuevas prácticas inventadas por los mismos usuarios, en particular por las nuevas generaciones: el SMS, los corros de Internet (chat), la descarga de música en P2P (de particular a particular), no son fórmulas propuestas por las grandes empresas de comunicación, sino que han sido iniciadas y desarrolladas de manera explosiva por los jóvenes usuarios del ordenador portátil y de Internet.
La nueva lucha de clases se ejerce entre los que yo llamo “infocapitalistas”, ostentadores de los contenidos y de las redes de distribución, y los “pronetarios”, los nuevos productores y compradores de bienes y servicios producidos por ellos mismos a través de la red.
Creo que la producción masiva y colaboradora a través de este nuevo pronetariado representa una revolución tan importante como la que tuvo lugar en los comienzos de la era industrial, simbolizada por la máquina de vapor, después por la mecanización y la automatización intensivas.
Hoy, gracias a las nuevas herramientas de poder de los pronetarios, que se apoyan en lo digital y en Internet, esta revolución es todavía más rápida y acorta distancias respecto a los poderes establecidos. Ciertamente, “el imperio contraataca”, pero con medios represivos, jurídicos o de propaganda mediática que están inadaptados.
Problemas radicalmente nuevos
Estoy convencido de que la “nueva economía” nacida de la escalada del pronetariado, plantea y planteará problemas culturales, políticos, sociológicos e incluso éticos, que son radicalmente nuevos.
Los pronetarios, a través de la utilización de blogs, vlogs, wikis, diarios ciudadanos, IM, telefonía mundial gratuita como Skype…, que son herramientas estratégicas de producción y distribución, crean un universo comercial paralelo al de las empresas clásicas. De ahí proceden los desafíos a los que se enfrentan las empresas y los gobiernos, a los cuales no saben responder.
Los “media de masas”, los únicos medios de comunicación verdaderamente democráticos, van a modificar radicalmente la relación entre el político y el ciudadano y, consecuentemente, tendrán impactos considerables en los campos culturales, sociales, económicos y políticos.
La televisión, la radio, el libro, los diarios, las revistas, el teléfono, la publicidad, ya no serán lo mismo. Todavía será necesario que este nuevo universo “gratuito” demuestre que es capaz de generar beneficios indirectos, asegurando el crecimiento económico, el reparto de la riqueza y la solidaridad.
En el libro que acabamos de publicar, no sólamente se analiza esta sorprendente evolución, sino que al mismo tiempo se proponen soluciones constructivas para re-equilibrar los poderes a fin de favorecer el desarrollo de conocimientos y la protección de las libertades humanas.
Joël de Rosnay, Doctor en Ciencias, es Presidente Ejecutivo de Biotics International y Consejero del Presidente de la Ciudad de las Ciencias y la Industria de La Villete. Es el autor, junto a Carlo Revelli, del libro de reciente aparición La révolte du pronetariat. Este texto forma parte de la presentación del libro. Se reproduce con autorización del autor. Traducción del francés: Eduardo Martínez.
Tema relacionado:
Entrevista con Joël de Rosnay: Los saberes conectados crean un conocimiento superior
Hacer un comentario