La depresión suele verse solo como un problema clínico. Por otra parte, es de difícil diagnóstico, por el amplio espectro de grados que presenta.
Un equipo de especialistas en depresión de la Universidad McMaster y del Centre for Addiction and Mental Health (CAMH) de Canadá ha desarrollado una prueba que podría ayudar a diagnosticar los grados de depresión con mayor fiabilidad.
Asimismo, los resultados obtenidos con ella sugieren que la depresión no sería un simple trastorno, sino un mecanismo de adaptación a situaciones complejas, como una enfermedad crónica o una ruptura matrimonial.
La prueba desarrollada (que incluye 20 preguntas) mide en concreto la llamada ruminación o rumiación analítica, que es la atención compulsivamente enfocada en síntomas de inquietud, sus posibles causas y consecuencias, en lugar de en sus soluciones.
Por otro lado, la ruminación se centra en sentimientos negativos y experiencias del pasado y está asociada a la ansiedad y otros estados emocionales negativos. La ruminación es considerada, por último, un factor cognitivo de vulnerabilidad a la depresión.
La prueba reveló qué participantes (de un total de 579 jóvenes adultos) estaban experimentando ruminación analítica a distintos niveles de intensidad; y descubrió además una relación entre estos resultados y los participantes que sufrían síntomas depresivos.
Este hecho sugiere que la depresión puede ser una condición vinculada a la ruminación o concentración involuntaria y compulsiva de la mente en los problemas, hasta el punto que asigna recursos casi exclusivamente a analizar dichos problemas.
Este hecho disminuiría la concentración en otros aspectos de la vida, tal vez dando lugar a una alimentación, a una interacción social y a un sueño interrumpidos, todo ellos síntomas asociados con la depresión.
Una adaptación necesaria
"Durante mucho tiempo, la depresión ha sido considerada solo un problema," explica Paul Andrews, profesor asistente de Psicología, Neurociencia y Comportamiento en la Universidad McMaster, en un comunicado de dicho centro divulgado por Newswise. "Nos preguntamos si en realidad puede ser una adaptación natural que el cerebro aplica para hacer frente a determinadas situaciones. Estamos encontrando más evidencias de que la depresión puede ser una adaptación necesaria y beneficiosa para afrontar las situaciones que no tienen una comprensión fácil", añade Andrews.
Por otra parte, la prueba tiene importancia porque actualmente no existe consenso sobre la patología subyacente a los trastornos depresivos y, por tanto, estos no tienen un diagnóstico sencillo. Medir la rumiación analítica podría ayudar al desarrollo de nuevas y posiblemente más productivas formas de reducir los efectos nocivos de la depresión, afirman los investigadores.
"Tenemos un conjunto de elementos que médicos e investigadores pueden utilizar para comprender cómo están pensando las personas con depresión", señala Skye Barbic, un investigador del CAMH. "En base a cómo los pacientes responden a las preguntas de nuestra prueba, podremos adaptar mejor los niveles de atención y apoyo”.
Referencia bibliográfica:
Skye P. Barbic, Zachary Durisko, Paul W. Andrews. Measuring the Bright Side of Being Blue: A New Tool for Assessing Analytical Rumination in Depression. PLoS ONE (2014). DOI: 10.1371/journal.pone.0112077.
Hacer un comentario