Tendencias21
La vida podría haber surgido en estanques y no en océanos

La vida podría haber surgido en estanques y no en océanos

Un estudio descubre que los depósitos de agua poco profundos, como los estanques, reúnen cualidades más adecuadas para las primeras formas de vida en la Tierra que los océanos. La poca profundidad propicia la mayor concentración de nitrógeno, el elemento clave para impulsar la vida.

La vida podría haber surgido en estanques y no en océanos

Un estudio del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, ha descubierto que los estanques primitivos que había en la Tierra hace unos 3.900 millones de años podrían haber sido más propicios que los océanos para el surgimiento de las  primeras formas de vida en nuestro planeta.
 

La investigación ha revelado que las masas de agua poco profundas, del orden de 10 centímetros de profundidad, podrían haber mantenido altas concentraciones de lo que muchos científicos creen que es un ingrediente clave para impulsar la vida en la Tierra: el nitrógeno.
 

En estanques poco profundos, el nitrógeno, en forma de óxidos de nitrógeno, habría tenido una alta probabilidad de acumularse lo suficiente como para reaccionar con otros compuestos y dar origen a los primeros organismos vivos. Según los investigadores, en los océanos mucho más profundos, el nitrógeno habría tenido más dificultades para establecer una presencia significativa para originar vida.
 

La presencia de nitrógeno como elemento esencial para el origen de la vida es una hipótesis muy consensuada. Los autores de este estudio señalan que, siguiendo esta línea, es difícil que el origen de la vida sucediera en el océano. “Es mucho más fácil que eso suceda en un estanque», apunta el doctor Sukrit Ranjan, del Departamento de la Tierra, Ciencias Atmosféricas y Planetarias (EAPS)del MIT, en un comunicado.
 

Los rayos y el nitrógeno atmosférico
 

Los científicos manejan dos hipótesis que involucran al nitrógeno como parte clave de la reacción que pudo dar origen a la vida en la Tierra. La primera sitúa este elemento en el fondo del océano donde, en forma de óxido de nitrógeno, podría haber reaccionado con el dióxido de carbono proveniente de respiraderos hidrotermales, para formar los primeros bloques de construcción molecular de la vida.
 

La segunda hipótesis implica al ácido ribonucleico (ARN), una molécula que ayuda a codificar nuestra información genética. En su forma primitiva, el ARN era probablemente una molécula de flotación libre. Cuando entra en contacto con los óxidos de nitrógeno, algunos científicos creen que podría haber sido inducido químicamente para formar las primeras cadenas moleculares de la vida. Este proceso de formación de ARN podría haber ocurrido en los océanos o en lagos y estanques poco profundos.
 

Es probable que los óxidos de nitrógeno llegaran a los depósitos de agua, incluidos océanos y estanques, como restos de la descomposición del nitrógeno en la atmósfera terrestre. El nitrógeno atmosférico se compone de dos moléculas de nitrógeno, unidas a través de un triple enlace fuerte, que solo puede romperse mediante un acontecimiento extremadamente energético, como un rayo.
 

«Los rayos producen suficiente energía como para romper ese triple enlace en nuestro gas nitrógeno atmosférico, para producir óxidos de nitrógeno que luego podrían precipitarse en el agua», explica Ranjan.
 

Los científicos creen que podría haber habido suficientes rayos crepitantes en la atmósfera temprana para producir una gran cantidad de óxidos de nitrógeno para alimentar el origen de la vida en el océano. Según Ranjan, los científicos han asumido que este suministro fue relativamente estable una vez que los compuestos entraron en los océanos.

La luz ultravioleta y el hierro
 

Sin embargo, en este nuevo estudio, Ranjan ha identificado dos obstáculos significativos o efectos que podrían haber destruido una porción significativa de óxidos de nitrógeno, particularmente en los océanos.
 

Él y sus colegas analizaron la literatura científica y descubrieron que los óxidos de nitrógeno en el agua se pueden descomponer a través de las interacciones con la luz ultravioleta del sol, y también con el hierro disuelto desprendido de las rocas oceánicas primitivas.
 

Ranjan dice que tanto la luz ultravioleta como el hierro disuelto podrían haber destruido una porción significativa de óxidos de nitrógeno en el océano, enviando los compuestos de nuevo a la atmósfera como nitrógeno gaseoso.
 

En el océano, la luz ultravioleta y el hierro disuelto habrían hecho que los óxidos de nitrógeno estuvieran mucho menos disponibles para sintetizar organismos vivos. En los estanques poco profundos, sin embargo, la vida habría tenido una mejor oportunidad de afianzarse.
 

Esto se debe principalmente a que los estanques tienen mucho menos volumen sobre el cual se pueden diluir los compuestos. Como resultado, los óxidos de nitrógeno se habrían acumulado a concentraciones mucho más altas en los estanques. Cualquier «sumidero», como la luz ultravioleta o el hierro disuelto, habría tenido menos efecto sobre las concentraciones generales del compuesto.
 

Según Ranjan, cuanto más superficial sea el estanque, mayor será la posibilidad de que los óxidos de nitrógeno hayan tenido que interactuar con otras moléculas y, particularmente, con el ARN, para catalizar los primeros organismos vivos.
 

«Estos estanques podrían haber tenido una profundidad de 10 a 100 centímetros, con una superficie de decenas de metros cuadrados o más», señala Ranjan. «Habrían sido similares al actual Lago Don Juan en la Antártida, que tiene una profundidad estacional de unos 10 centímetros en verano».
 

El debate sobre si la vida se originó en los estanques frente a los océanos no está del todo resuelto pero, según Ranjan, el nuevo estudio proporciona pruebas convincentes que señalan más en la dirección de la hipótesis de los estanques.

Referencia

Nitrogen Oxide Concentrations in Natural Waters on Early Earth. S. et al. Geochemistry, Geophysics, Geosystems banner, 12 April 2019. DOI: https://doi.org/10.1029/2018GC008082.

RedacciónT21

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • El tiempo lunar y el terrestre podrían armonizarse 21 agosto, 2024
    Un nuevo estudio detalla un sistema para conciliar el tiempo lunar con el tiempo de la Tierra, que podría ser útil no solo para explorar la Luna, sino eventualmente el resto del cosmos. Las diferencias temporales en el satélite y en otros planetas podrían neutralizarse mediante el aprovechamiento de los "puntos Lagrange", zonas de "equilibrio […]
    Pablo Javier Piacente
  • Antiguas rocas indican que habría existido vida en Marte 21 agosto, 2024
    Muestras de rocas cercanas al cráter Jezero obtenidas por el rover Persevarance de la NASA confirmarían la presencia, al menos temporalmente, de entornos habitables en Marte, según un nuevo estudio. Las rocas sedimentarias tienen más de 3.5 mil millones de años y pueden ser anteriores a la aparición de la vida en la Tierra.
    Pablo Javier Piacente
  • La polarización política se ha transformado en afectiva y crece en USA y Europa 21 agosto, 2024
    El factor clave de la polarización social son las emociones y la identidad, por lo que la migración, la religión y los derechos LGBTQ+ dominan sobre las cuestiones económicas, según un nuevo estudio. Esta polarización afectiva se nutre de campañas negativas que desarman a los poderes y normas democráticas. Pero hay 25 medidas que se […]
    Eduardo Martínez de la Fe
  • Revelan el origen de misteriosas señales sísmicas en el interior de la Tierra 20 agosto, 2024
    Los científicos han logrado desvelar parte del misterio en torno a un conjunto de vibraciones sísmicas que se dispersan con el paso a través del manto de la Tierra de las ondas generadas por violentos terremotos: provienen de una zona cercana al límite entre el núcleo y el manto (CMB), y podrían estar vinculadas a […]
    Pablo Javier Piacente
  • La Antártida se está elevando, y las consecuencias podrían ser catastróficas 20 agosto, 2024
    Las mediciones científicas muestran que la tierra sólida que forma la base de la capa de hielo antártica está cambiando de forma sorprendentemente rápido: la elevación de la tierra bajo el hielo reducido en la superficie está sucediendo en décadas, en lugar de concretarse a lo largo de miles de años. Según los investigadores, este […]
    Pablo Javier Piacente
  • Un descubrimiento en las costas de Canarias reaviva el misterio de la Atlántida 20 agosto, 2024
    Un monte submarino del tamaño de El Hierro, que contiene tres volcanes inactivos, ha sido descubierto frente a la costa de Lanzarote y puede haber inspirado la leyenda de la Atlántida. Se hundió en el océano hace millones de años.
    Redacción T21
  • La extinción de los dinosaurios fue clave para el desarrollo de las uvas y el vino en la Tierra 19 agosto, 2024
    Semillas de uvas de hace 60 millones de años, incluidas las más antiguas jamás encontradas en el hemisferio occidental, revelan cómo la muerte de los dinosaurios pudo haber propiciado la propagación de las uvas y, posteriormente, la domesticación de las vides que hizo posible el comienzo de la producción del vino, una de las bebidas […]
    Pablo Javier Piacente
  • Una nueva red láser podría hacer que la comunicación entre el espacio y la Tierra sea 1.000 veces más veloz 19 agosto, 2024
    Una red australiana de estaciones terrestres ópticas, especializadas en comunicaciones espaciales de alta velocidad, ha recibido con éxito señales láser de un satélite alemán ubicado en la órbita terrestre baja. Este avance allana el camino para multiplicar por 1.000 el ancho de banda de comunicación entre el espacio y la Tierra, iniciando quizás una nueva […]
    Pablo Javier Piacente
  • Usamos geometría neuronal para fabricar nuestros pensamientos 19 agosto, 2024
    Una nueva investigación ha “filmado” el proceso a través del cual el cerebro alumbra un pensamiento crítico para la cognición humana. Pero todavía seguimos sin saber muy bien lo que es un pensamiento.
    Eduardo Martínez de la Fe
  • Crean un dispositivo que permite controlar los sueños 18 agosto, 2024
    Una innovación tecnológica induce sueños lúcidos a demanda y permite elegir lo que queremos soñar, explorar los límites de nuestra mente y de nuestra creatividad, e incluso superar algún trauma o miedo. Todo se regula con una aplicación móvil conectada a una banda biomimética que rodea al cerebro. Quiere salir al mercado en 2025.
    Eduardo Martínez de la Fe