Luego de múltiples teorías e investigaciones que intentaron revelar durante años la causa de las crisis climáticas que impactan en Júpiter, un nuevo estudio liderado por la Universidad de Leicester, en Inglaterra, ha determinado que las auroras que se desarrollan en ese planeta son las responsables de su extremo calentamiento atmosférico.
Un grupo de astrónomos ha creado el mapa global más detallado hasta ahora de la atmósfera superior del gigante gaseoso, confirmando por primera vez que las poderosas auroras de Júpiter son responsables del calentamiento de todo el planeta. El estudio fue recientemente publicado en la revista Nature.
Las auroras ocurren cuando las partículas cargadas de energía quedan atrapadas en el campo magnético de un planeta: su impacto deriva hacia los polos magnéticos, movilizando átomos y moléculas en la atmósfera para generar emanaciones de luz y energía. En la Tierra, el fenómeno produce el fantástico espectáculo lumínico que forman la Aurora Boreal y la Aurora Austral.
En Júpiter, el proceso es más intenso y extremo: el material que arroja su luna volcánica Ío conduce a la aurora más poderosa del Sistema Solar y a un calentamiento enorme en las regiones polares del planeta.
El impacto de Ío
Ío fue descubierta por Galileo Galilei en 1610. Se ubica a 628,3 millones de kilómetros de la Tierra, disponiendo de la menor cantidad de agua en proporción a su magnitud entre todos los objetos conocidos del Sistema Solar. El satélite de Júpiter es considerado como la luna más extraña de nuestro vecindario cósmico.
Posee una increíble actividad volcánica, que fue observada directamente en el marco de la misión Voyager. Las sondas espaciales enviadas por la NASA sobre fines de la década de 1970 llegaron a observar la erupción simultánea de nueve volcanes sobre Ío. El vulcanismo de este satélite provoca emanaciones que afectan directamente al campo magnético de Júpiter, impulsando el desarrollo de sus potentes auroras.
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Un proceso confirmado
Según una nota de prensa, las observaciones realizadas con el telescopio Keck, ubicado en Hawái, permitieron a los especialistas producir mapas de temperatura de extraordinario detalle.
Confirmaron que las temperaturas son muy elevadas dentro de la zona de impacto de las auroras, tal como se esperaba en función de trabajos anteriores, pero al mismo tiempo verificaron que las auroras de Júpiter son las que generan el calentamiento de todo el planeta, con especial influencia sobre las regiones polares.
Los científicos descubrieron además que existe un período de actividad energética más intensa, posiblemente impulsado por la compresión del viento solar, en el cual se observó una estructura a escala planetaria de altas temperaturas, que se propagaría directamente desde las auroras. En consecuencia, las observaciones indican que la atmósfera superior de Júpiter se calienta principalmente por la redistribución de la energía que proviene de las auroras.
Los astrónomos no tienen dudas: en Júpiter, el calentamiento de todo el planeta está directamente asociado con el calentamiento de las auroras. De esta forma, las crisis climáticas en Júpiter y en otros planetas similares podrán analizarse ahora de acuerdo a modelos más completos y fiables.
Referencia
Global upper-atmospheric heating on Jupiter by the polar aurorae. O’Donoghue, J., Moore, L., Bhakyapaibul, T. et al. Nature (2021).DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-021-03706-w
Foto: recreación artística del resplandor infrarrojo de la atmósfera superior de Júpiter. Los colores se corresponden con las diferentes temperaturas, de calientes a frías, en este orden: blanco, amarillo, rojo vivo y, por último, rojo oscuro. Las auroras son las regiones más cálidas y la imagen muestra cómo el calor puede ser transportado por los vientos lejos de la aurora y causar calentamiento en todo el planeta. Crédito: J. O’Donoghue (JAXA)/Hubble/NASA/ESA/A. Simon/J. Schmidt.
Video: University of Leicester en YouTube.
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