Ingenieros de la Ohio State University han descubierto una manera de usar las cáscaras de huevo en el proceso de producción del hidrógeno. Las cáscaras de huevo poseen una gran cantidad de carbonato cálcico, un elemento altamente absorbente que, según este nuevo método, podría ser utilizado para separar el dióxido de carbono del hidrógeno. Básicamente, la función de la cáscara de huevo en este proceso es absorber el dióxido carbono para generar hidrógeno puro.
Una de las claves para que el hidrógeno llegue a convertirse en una fuente de energía habitual es, precisamente, idear un proceso sencillo y viable desde un punto de vista económico para separarlo del dióxido de carbono, de tal modo que quede hidrógeno susceptible de ser usado como combustible.
Asimismo, el proceso, que ya ha sido patentado, también incluye un método único para separar el colágeno que contiene la membrana de la cáscara del huevo, de tal forma que éste puede ser extraído y usado comercialmente.
El responsable de este descubrimiento es el profesor de ingeniería biomolecular de la Ohio State University L.S. Fan, que trabajó junto a la estudiante de doctorado Mahesh Iyer, a quien se le ocurrió usar cáscara de huevo cuando estaba intentando mejorar el método para producir hidrógeno mediante el sistema llamado water-gas-shift reaction.
Mediante este método, los combustibles fósiles, como el carbón, son gasificados para producir monóxido de carbono que, combinado con el agua, produce dióxido de carbono e hidrógeno.
“La clave para hacer hidrógeno puro es separarlo del dióxido de carbono”, afirma Fan en un comunicado de la universidad. “Para hacerlo de una manera viable económicamente tenemos que pensar de otra manera.”
Material absorbente
En el laboratorio, Fan y sus colegas demostraron que las cáscaras de huevo podían ser usadas durante el método “water-gas-shift reaction” para separar el dióxido de carbono del hidrógeno en la mezcla resultante.
La cáscara del huevo tiene una gran cantidad de carbonato cálcico, uno de los materiales más absorbentes que podemos encontrar en la naturaleza. Lo que hicieron Jan y su equipo fue calentar este carbonato cálcico y convertirlo en óxido cálcico. El óxido cálcico después tiene la propiedad de absorber cualquier gas ácido, como el dióxido de carbono.
El carbonato cálcico, un ingrediente clave en las cáscaras de huevo, captura el 78% del dióxido de carbono. Eso quiere decir que, dada una cantidad igual de dióxido de carbono y cáscara de huevo, ésta absorbería el 78% del dióxido de carbono.
Eso hace de la cáscara de huevo el absorbente de dióxido de carbono más eficiente jamás testado, lo que la convierte en una posibilidad real para generar hidrógeno puro, siempre que se utilice con el método “water-gas-shift-reaction”.
Los expertos en energía creen que el hidrógeno puede convertirse en una importante fuente de energía en el futuro. Pero primero, los investigadores deben desarrollar una manera asequible de producir grandes cantidades de hidrógeno. Eso quiere decir encontrar maneras de hacer las reacciones químicas precisas para producir el gas.
Toneladas de cáscara
Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, el país produjo 90.000 millones de huevos en 2006, o sea 455.000 toneladas de cáscara cada año que podría usarse potencialmente para producir hidrógeno.
En cualquier caso, según los responsables de esta investigación, esas toneladas serían sólo una parte de lo que Estados Unidos necesitaría si se quiere alcanzar una “economía del hidrógeno”.
“Las cáscaras de huevo por sí mismas no serían suficientes para generar el hidrógeno que necesita este país, pero usarlas para generar esta fuente de energía es mejor que usarlas como basura orgánica en los vertederos, donde las empresas tienen que pagar 40 dólares para poder arrojarlas allí”, puntualiza Fan.
Sacar colágeno
Antes de triturar las cáscaras, los ingenieros tienen que quitar el colágeno que contiene la membrana que está pegada a la parte interior de la cáscara. Para ello, han desarrollado un ácido orgánico que hace ese trabajo.
Alrededor del 10% de la membrana es colágeno. Cada gramo de colágeno se vende por unos mil dólares. Este colágeno, una vez extraído, puede ser usado por la industria farmacéutica y alimenticia, o para tratamientos médicos. Los médicos usan el colágeno, por ejemplo, para ayudar a los quemados a regenerar su piel o en operaciones de cirugía estética.
“Creemos que nuestra tecnología abre nuevas posibilidades para que la industria de los huevos pueda deshacerse de sus residuos y, al mismo tiempo, convertirlos en un producto útil”.
En último término, este trabajo de ingeniería ha demostrado que las fuentes energéticas basadas en el carbono, como el carbón, pueden ser fácilmente convertidas en hidrógeno o combustible líquido.
Fan está trabajando en la actualidad con una gran empresa productora de huevos para conseguir grandes cantidades de gránulos de cáscara para probar estas nuevas técnicas. La universidad planea, asimismo, autorizar la tecnología para desarrollos posteriores.
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