Tendencias21
Lo del Covid-19 volverá a ocurrir

Lo del Covid-19 volverá a ocurrir

Desde hace décadas se están dando las condiciones de que virus animales muten e infecten a los seres humanos. Covid-19 es el último de una larga lista: volverá a ocurrir.

Los virus, a caballo entre la vida y la simple materia orgánica, suponen uno de los peligros para cualquier especie de ser vivo.

No llega a ser una célula ni a tener metabolismo propio, pero infectan desde bacterias a humanos y evolucionan, por lo que su relevancia es más que química.

Algunos virus provocan brotes altamente letales, como la epidemia de gripe española de 1918, la viruela o el Ébola.

Otros son muy contagiosos, afectando rápidamente a millones de personas, pero con menos tasa de mortalidad, como los causantes del resfriado común, la gripe o el SARS-CoV-19.

Sin embargo, una gran cantidad pasan inadvertidos: están tan adaptados a nosotros que no nos causan daño, simplemente convivimos con ellos.

Mutación genética

Los virus tienen material genético, que puede ser ADN o ARN, una cápside de proteínas y, algunos (como los coronavirus), una membrana lipídica que obtienen de las células infectadas.

Para reproducirse tienen que hacer copias de estos materiales, aunque no lo pueden sintetizar por sí mismos.

Al llegar a sus células diana inyectan –casi de forma literal- su ADN o ARN dentro de ellas.

Utilizando la maquinaria celular empiezan a producir copias de su material genético y a ensamblar sus proteínas, hasta que la célula infectada acaba muriendo.

Sin embargo, el proceso de copia del material genético no es una técnica infalible. Cuando se hacen millones de copias, es muy probable que algo se transcriba mal, cambiando levemente el ADN o ARN del virus. Aparece una mutación.

Fallos genéticos

En la mayoría de ocasiones, la selección natural eliminará los virus con esos fallos, ya que funcionan menos eficientemente que los virus originales no mutados. Pero otras veces las mutaciones representan una nueva oportunidad.

Los coronavirus (Orthocoronaviridae) como el recientemente descubierto Covid-19, son especialmente susceptibles a tener mutaciones.

Son virus ARN que, a causa de un enzima no tan perfeccionada como los de ADN (la transcriptasa inversa), acaban teniendo más probabilidad de error a la hora de copiar su material genético.

Además, tienen el genoma más largo de todos los virus ARN, por lo que tienen más bases que puedan acabar con fallos de transcripción.

Si un animal está infectado con un virus, es probable –poco, pero probable- que en alguno se haya producido una mutación que lo haga capaz de infectar a humanos.

No obstante, el hecho de haber tantos millones de personas tan en contacto con animales hace que, sumando una infinidad de pocas probabilidades, a la larga el suceso sea seguro.

El salto de animal a humano

El Covid-19 saltó hacia los humanos de esta forma. Un coronavirus, el ancestro del Covid-19, se encontraba infectando a un animal aún no determinado.

El virus, a través de alguna mutación, obtuvo la capacidad de reproducirse en nuestro organismo, de tal manera que las personas que entraron en contacto con ese animal se contagiaron.

Este virus es el último de una larga lista. Más del 60% de todas las enfermedades infecciosas son zoonóticas, es decir, se comparten entre humanos y animales.

Es más, se cree que al menos el 75% de las enfermedades emergentes son zoonosis, por lo que es imprescindible una buena vigilancia a este respecto.

Algunas no son transmisibles entre humanos, como las toxiinfecciones alimentarias o enfermedades que requieren de reservorios para llegar a nosotros.

Otras necesitan de algunos vectores, moscas o mosquitos por ejemplo, para ir de un individuo enfermo a infectar a otro sano.

Pero las hay que, al llegar al primer humano, ya tuvieron la capacidad de infectar a otros más sin necesidad de más intermediarios.

Virus con esta capacidad son, por ejemplo el Ébola, el VIH, los coronavirus de SARS y MERS, el causante de la fiebre de Lassa o el Marburgo.

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay.

Cuestión de tiempo

Tal como nosotros tenemos virus, también los tienen los animales. Y el paso de unos a otros es realmente común. Desde tiempos inmemoriales, los humanos han estado en contacto con animales de una u otra forma.

Primero, a través de la caza para la alimentación y, más tarde, con la aparición de la ganadería. Estos hechos, sin duda alguna, propiciaron el salto de enfermedades nuevas a los humanos.

Sin embargo es ahora cuando más posibilidades hay de que nos transmitan nuevas enfermedades: virus, bacterias, hongos, priones y diferentes tipos de parásitos.

El abanico es enormemente amplio y la aparición de una nueva enfermedad como el SARS-Cov-2 era cuestión de tiempo.

Desde hace décadas se están dando todos los factores para ello y la situación va empeorando paulatinamente.

Reto gigantesco

Cada vez hay más comercio de animales salvajes. Pangolines, tigres, osos… Sean para consumo de su carne, en medicinas tradicionales, como atractivo turístico o como animal de compañía.

Los sistemas de producción animal intensivos también son mucho más comunes, favoreciendo la transmisión de patógenos al hacinar a un gran número de animales.

Los cambios en el uso de la tierra, como deforestación y urbanización de nuevas zonas, nos ponen en contacto directo con fauna salvaje.

Y, en muchas zonas en desarrollo, se da una vida conjunta con un gran número de animales, salvajes o domésticos, en condiciones de hacinamiento.

Perros callejeros, gallinas o monos son muy fáciles de encontrar en cualquier ciudad superpoblada del Sureste Asiático, por ejemplo.

Es un reto gigante, pero si no cambia el estilo de vida actual, no tardaremos mucho en volver a afrontar una nueva epidemia de origen animal.

Artículo escrito por Héctor Miguel Díaz-Alejo Guerrero y Paloma Martínez-Alesón García, investigadores en el Departamento de Producción Animal (Genética) de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.

Héctor Díaz-Alejo

Héctor Miguel Díaz-Alejo Guerrero es investigador en el departamento de Producción Animal (Genética) de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • Una intrigante roca revela posible vida antigua en Marte 31 julio, 2024
    Una roca identificada por el rover Perseverance en Marte presenta extrañas manchas que pueden indicar reacciones químicas producidas hace miles de millones de años, las cuales podrían haber apoyado la vida microbiana en el Planeta Rojo. Aunque se están considerando otras explicaciones, las señales podrían confirmar finalmente la existencia de vida antigua en Marte.
    Pablo Javier Piacente
  • Los chimpancés también pueden hablar 31 julio, 2024
    Antiguos videos que muestran grabaciones de chimpancés “hablando” luego de ser entrenados con ese fin fueron recuperados y analizados por un equipo de científicos: los investigadores concluyeron que estos primates tendrían las conexiones neuronales necesarias para el habla y que son capaces de producir sílabas, logrando contrastes fonéticos de consonante a vocal a través del […]
    Pablo Javier Piacente
  • En la Cumbre de la ONU se lanzará un Pacto para el Futuro 31 julio, 2024
    En 2024 no solo no vamos por buen camino para alcanzar los objetivos fijados en los diferentes compromisos internacionales, sino que se nos está acabando el tiempo para evitar los peores impactos y efectos que se van a producir al traspasar los umbrales de seguridad de temperatura y los límites planetarios. La ONU se propone […]
    Alejandro Sacristán, Fernando Prieto (*)
  • La "Pirámide de la Luna" en Teotihuacán está alineada con los solsticios de verano e invierno 30 julio, 2024
    La "Pirámide de la Luna" en Teotihuacán, una antigua ciudad prehispánica cerca de la actual capital de México, está alineada con el Sol en los solsticios de verano e invierno, según concluye un grupo de investigadores. Es una muestra más del conocimiento astronómico de las antiguas civilizaciones mesoamericanas.
    Pablo Javier Piacente
  • Un "Nuevo Niño" podría poner en jaque al clima global 30 julio, 2024
    El fenómeno conocido como "El Niño" es un cambio impredecible en los vientos y las corrientes sobre las aguas tropicales del Pacífico, que afecta significativamente a los climas de todo el planeta. Ahora, los científicos han descubierto una corriente oculta, un "hermano desconocido" llamado "El Nuevo Niño", que emerge más al sur en el Pacífico […]
    Pablo Javier Piacente
  • Los aviones pueden orientarse en vuelo por las señales de los teléfonos móviles 30 julio, 2024
    Los aviones podrían orientarse a través de las señales de los teléfonos móviles, que pueden triangular su posición exacta y guiarlo durante el vuelo. De esta forma, estaría protegido de interferencias en el sistema GPS como las que ya han ocurrido.
    Eduardo Martínez de la Fe
  • El telescopio Webb descubre una nueva luna oceánica en el Sistema Solar 29 julio, 2024
    Ariel, la luna de Urano, también podría tener un océano subterráneo como Europa y Encelado: el telescopio Webb ha detectado hielo de dióxido de carbono en la superficie y otras características que podrían estar relacionadas con la presencia de un océano subterráneo.
    Pablo Javier Piacente
  • Un lago en África podría explotar en cualquier momento y desatar una enorme y mortal nube de gas 29 julio, 2024
    El lago Kivu, en África, es una masa de agua gigante que está tan saturada de dióxido de carbono (CO2) y metano en sus profundidades que podría explotar sin previo aviso. Otros dos lagos africanos tienen una química igualmente mortal: los lagos Nyos y Monoun, en Camerún, que explotaron en los últimos 40 años y […]
    Pablo Javier Piacente
  • Los momentos eureka son una puerta para el estudio de la consciencia 29 julio, 2024
    El asombro y la euforia que experimentamos cuando comprendemos algo de pronto suscita una reacción cerebral tan potente que permite estudiar la consciencia humana desde una nueva perspectiva, con aplicaciones para la educación, la terapia y la tecnología.
    Eduardo Martínez de la Fe
  • La realidad virtual inmersiva llega a los ratones 28 julio, 2024
    Gafas de realidad virtual inmersivas en miniatura, especiales para ratones, desvelan cómo se comporta el cerebro ante situaciones críticas, toda una proeza tecnológica que podría aplicarse a humanos para conocer mejor trastornos neurológicos como el autismo, la esquizofrenia o el estrés postraumático.
    Redacción T21