Según una nueva investigación liderada por la Universidad de Monash, las poblaciones de peces de todo el mundo están en riesgo debido a los crecientes niveles de contaminación por productos farmacéuticos en las vías fluviales.
Concretamente, se ven afectados por la contaminación generada por el antidepresivo fluoxetina (Prozac), que compromete la resiliencia en las poblaciones de peces al reducir drásticamente las diferencias en el comportamiento de los individuos.
En un comunicado, los científicos a cargo de la investigación sostienen que al vivir en un planeta cada vez más contaminado, los diversos impactos de los productos químicos que se desechan en los cursos de agua no se comprenden correctamente y hasta pueden pasarse por alto muy fácilmente.
En las conclusiones de su estudio, publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B, los especialistas indican que grandes cantidades de medicamentos consumidos por humanos y animales llegan a los ríos, lagos e incluso al agua potable. En el caso de los peces, los antidepresivos parecen ser especialmente nocivos.
De acuerdo a los científicos, concentraciones muy bajas de fluoxetina en el agua provocan que los animales se comporten de manera similar entre sí, borrando sus características individuales. Como consecuencia de esto, las poblaciones de peces disminuyen su capacidad para adaptarse a los cambios en el entorno y reducen notoriamente sus indicadores de resiliencia.
Comportamiento homogéneo
El principal inconveniente es que si los peces no conservan sus comportamientos individuales, las poblaciones de estas especies incrementan considerablemente su riesgo de desaparecer, debido a la imposibilidad de adaptarse a los cambios ambientales. En un planeta en el cual estos procesos se están dando cada vez más vertiginosamente, el peligro es aún mayor.
La causa es simple: como los peces requieren acoplarse a un escenario ambiental en constante cambio, algunos individuos pueden mantener patrones de comportamiento que los llevan a perecer, mientras otros logran adaptarse mejor. Sin embargo, si los comportamientos son uniformes y se eliminan las diferencias individuales, los casos de adaptación positiva disminuyen al mismo ritmo.
Por otra parte, como los productos farmacéuticos están diseñados específicamente para provocar efectos biológicos a bajas concentraciones, es probable que puedan generar impactos más potentes y perjudiciales en especies no consideradas entre sus objetivos, como en este caso los peces.
Impacto en varias generaciones
Vale recordar que la fluoxetina, empleada en el tratamiento de la depresión y el trastorno obsesivo compulsivo, es uno de los fármacos psicoterapéuticos más utilizados a nivel mundial, teniendo en cuenta además el elevado número de diagnósticos relacionados con estas enfermedades.
Debido a esto, se trata de uno de los contaminantes ambientales con mayor presencia en las aguas superficiales en todo el mundo. En el marco de la investigación australiana, los especialistas hallaron un impacto especialmente negativo de este antidepresivo en las poblaciones de peces.
Luego de analizar distintas poblaciones que fueron expuestas a la fluoxetina durante varias generaciones, los científicos comprobaron que la diversidad de comportamientos se erosiona considerablemente en los peces.
Este comportamiento homogéneo, como se explicó anteriormente, pone en riesgo a numerosas poblaciones en diversos puntos del planeta, que se vuelven absolutamente vulnerables a los cambios climáticos.
Ahora, los científicos están estudiando cómo los antidepresivos y otros contaminantes del agua influyen en otros rasgos individuales en los peces, como por ejemplo el metabolismo o la reproducción. De esta forma, podrán estimar con mayor precisión hasta dónde se encuentra afectada la supervivencia de estas especies.
Referencia
Psychoactive pollution suppresses individual differences in fish behaviour. Polverino Giovanni, Martin Jake M., Bertram Michael G., Soman Vrishin R., Tan Hung, Brand Jack A., Mason Rachel T. and Wong Bob B. M. Proceedings of the Royal Society B (2021).DOI:http://doi.org/10.1098/rspb.2020.2294
Foto: Sebastian Pena Lambarri en Unsplash.
Si exterminan a los peces que son criaturas más frágiles que los humanos, cómo dejaran a los consumidores al cabo de varios años de uso !!