En nuestra galaxia podría haber más de 30 civilizaciones inteligentes, según un nuevo estudio de la universidad de Nottigngham que publica la revista The Astrophysical Journal.
Utilizando el supuesto de que la vida inteligente se forma en otros planetas de manera similar a como lo hace en la Tierra, los investigadores han obtenido el número de civilizaciones inteligentes que debería haber dentro de la Vía Láctea.
La cantidad de civilizaciones que existirían también depende en gran medida de cuánto tiempo estén activas y envíen señales, como transmisiones de radio desde satélites al espacio.
Para este cálculo, los investigadores se centran en la experiencia humana: suponen que el tiempo que una civilización puede comunicarse por radio, antes de desaparecer o de cambiar de sistema de comunicación, es de 100 años. Y concluyen, siguiendo ese razonamiento, que debe haber 36 civilizaciones técnicas inteligentes en toda nuestra galaxia.
Muy, muy lejos
En cualquier caso, si realmente existen, la distancia promedio a estas civilizaciones sería de unos 17.000 años luz: con la tecnología actual, es prácticamente imposible descubrirlas o establecer contacto.
También es posible que seamos la única civilización dentro de nuestra galaxia, a menos que los tiempos de supervivencia de civilizaciones como la nuestra sean más largos, destacan los investigadores.
El profesor de Astrofísica de la Universidad de Nottingham, Christopher Conselice, director de la investigación, explica en un comunicado: «debería haber al menos unas pocas docenas de civilizaciones activas en nuestra galaxia bajo el supuesto de que se necesitan 5 mil millones de años para que se forme vida inteligente en otros planetas, como en la Tierra».
Límite Astrobiológico Copernicano
Conselice añade: “la idea es mirar la evolución, pero a escala cósmica. Llamamos a este cálculo el Límite Astrobiológico Copernicano».
El primer autor, Tom Westby, señala: “El método clásico para estimar el número de civilizaciones inteligentes se basa en hacer conjeturas de los valores relacionados con la vida, por lo que las opiniones sobre estos asuntos varían bastante sustancialmente. Nuestro nuevo estudio simplifica estas suposiciones utilizando nuevos datos, dándonos una estimación sólida del número potencial de civilizaciones en nuestra galaxia.”
Los dos límites astrobiológicos de Copérnico establecidos por estos investigadores son que la vida inteligente se forma en menos de 5 mil millones de años, o bien después de aproximadamente 5 mil millones de años.
Los autores han tenido en cuenta también que la vida en la Tierra se ha desarrollado en un entorno rico en metales a lo largo de unos 5.000 millones de años.
Ellos y nosotros
Los investigadores destacan que la búsqueda de civilizaciones extraterrestres podría proporcionar pistas sobre el futuro de la humanidad.
«Si descubrimos que la vida inteligente está muy extendida, demostraría que nuestra civilización tecnológica podría existir mucho más que unos pocos cientos de años», dice Conselice.
Si, por el contrario, la humanidad es la única civilización en la Vía Láctea, eso significaría que nuestra supervivencia a largo plazo está amenazada.
«En la búsqueda de vida inteligente extraterrestre, descubrimos nuestro propio futuro y nuestro propio destino, incluso si no podemos encontrar nada», concluye Conselice.
Más allá de Drake
Este estudio es un desarrollo de la ecuación de Drake, concebida en 1961 por el radioastrónomo y presidente del instituto SETI Frank Drake, para calcular la cantidad de civilizaciones de nuestra galaxia que podríamos descubrir o contactar por radio.El nuevo análisis añade el conocimiento actual de exoplanetas y estrellas en la Vía Láctea y supone que la Tierra es un modelo válido para evaluar la duración de una forma de vida inteligente con tecnología avanzada.
Pero sus conclusiones van más allá de las 36 civilizaciones posibles que comparten galaxia con nosotros: podría haber muchas más si asumimos que las civilizaciones avanzadas son capaces de comunicarse durante miles o millones de años.
La Vía Láctea tiene un diámetro estimado de casi un trillón y medio (2,84×1018) de kilómetros y contiene entre 200.000 y 400.000 millones de estrellas. Los astrónomos se siguen preguntando: ¿hay alguien ahí fuera? Podría ser.
Referencia
The Astrobiological Copernican Weak and Strong Limits for Intelligent Life. Tom Westby and Christopher J. Conselice. The Astrophysical Journal, Volume 896, Number 1. DOI:https://doi.org/10.3847/1538-4357/ab8225
Solo es una opinion personal, pero no creo que la humanidad dure mucho por su extrema estupidez.
Lo del número de inteligencias que puedan existir pende de una delicadísima suposición.
Que la inteligencia es una meta de la evolución, por lo tanto evolucionar en un entorno competitivo, se da por sentado que la inteligencia forma parte del éxito.
¿ Y si no es así?
Puede que la inteligencia (tecnológica) sea sólo un accidente improbable.
Lo digo por lo siguiente:
Durante varios períodos de millones de años, se han sucedido múltiples combinaciones de entornos animales. Siempre siguen el mismo esquema:
Pirámide: Arriba un depredador – Zona intermedia variaciones de depredadores medianos y versátiles – Zona inferior proveedores de alimento, alimentación vegetal. Hay ejemplos de este esquema en todo el árbol evolutivo, en todas las zonas del planeta, en todos los momentos de la vida desde hace mil millones de años.
En ningún caso la inteligencia ha sido necesaria para la estabilidad y éxito de ese esquema. Lo que lleva a la conclusión de que no es una herramienta adecuada.
No quiero decir que una vez desarrollada una inteligencia tecnológica no tenga validez (de hecho es justamente todo lo contrario), pero hay un largo y árido camino desde los primeros pasos de una leve tecnología (usar un palito, una piedra) y la creación de la rueda/ la escritura.
Lo que nos lleva a una rama de la estadística que aún no se ha desarrollado.
Evaluar la probabilidad estadística de la aparición de ciertos caracteres evolutivos, en especies diferentes, en entornos diferentes pero con la misma finalidad. Por ejemplo: Volar. Para eso es necesario desplegar una superficie muy liviana que sea capaz de sustentar el peso del animal que pretende volar. O sea para volar hace falta inventar alas. Estadísticamente, diríamos que si queremos volar, la probabilidad de desarrollar alas es 1.
En cambio «no ser devorado», tiene múltiples soluciones: Camuflaje, ser muy rápido, producir veneno, ser aterrador, tener una armadura. Y efectivamente, vemos todas esas soluciones, la estadística nos dirá la probabilidad de cada una de esas alternativas.
Pero ….. Sobrevivir. Tiene también multitud de estrategias (eliminar bacterias, huir de los depredadores, ser depredador, ser enorme, ser invisible). Ser inteligente sería una de ellas, pero sólo es válida cuando eres «muy inteligente» y puedes crear útiles para defenderte. Si vemos la historia de la evolución, la solución «inteligencia» nunca ha aparecido, requiere mucho tiempo, mucha suerte, mucha energía. La estadística posiblemente nos diga que es una posibilidad entre varios millones o peor aún cientos de millones. De ahí que durante los 5.000 millones de evolución de la vida, únicamente esa solución ha aparecido 1 vez. (Nosotros).
Si esto es así, y las matemáticas tienen mucho que decir, estamos solos en esta galaxia, y quien sabe si no es aún peor, y no hay nadie ahí fuera en ninguna parte.
Personalmente suscribo esta última visión pesimista, aún quedan muchos miles de millones de años por delante en la evolución del universo, por lo tanto vendrán más, pero quizá seamos los primeros de momento.