La empresa escocesa ZM Architectura ha dado una vuelta de tuerca la producción de energía mediante paneles solares al proponer unos paneles gigantes con forma de nenúfar.
Según este concepto, que ha ganado el Premio de Diseño Internacional “Tierra y Mar”, los “nenúfares” se dejarían flotar por el río para ir recogiendo los rayos de sol y volcar su energía directamente a la red eléctrica.
Los nenúfares han sido diseñados para ser movidos o desarmados fácilmente. Éstos están sujetos al lecho del río y, además, integran unos motores que los hacen moverse en la dirección del sol para rotar y captar en cada momento del día la mayor cantidad de rayos solares.
Según sus creadores, la finalidad de este proyecto es reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera de la ciudad donde estén instalados, al generar electricidad de una fuente de energía limpia. El sistema está ideado también para que la electricidad sea transformada y volcada a la red eléctrica fácilmente.
Proyectos y diseños como este son más estéticos para las ciudades con ríos, que apostarían más fácilmente por un sistema más visibles y bellos que las turbinas de viento o los típicos paneles solares que se colocan sobre los tejados de los edificios.
Otra de las finalidades del proyecto es revitalizar las riberas fluviales y, en general, toda la actividad que hay alrededor de un río en una gran ciudad.
La ciudad de Glasgow, en Escocia, ha puesto mucho interés en esta idea. De hecho, se iniciará en breve un proyecto piloto para ver si es viable instalar los nenúfares de manera generalizada.
Ideas parecidas
En la misma línea que este proyecto, la empresa española Erpasa ha patentado un sistema de aprovechamiento de energía solar fotovoltaica para el medio acuático. Se trata de una serie de plataformas flotantes sobre las que se sitúan los módulos de captación de energía solar.
El sistema se basa en unas plataformas de 10 metros de largo y 2,5 metros de ancho con capacidad para 9 módulos fotovoltaicos. Las plataformas están dotadas de un equipo de acoplamiento que permita unir varias plataformas para formar la matriz definitiva que cubre la superficie del agua.
El sistema va anclado al fondo (del pantano, del lago…) mediante una zapata neumática rellena de hormigón. La base de la plataforma es de acero galvanizado (para que no se oxide) y la flotación se consigue mediante tubos de polietileno. Sobre esta estructura se colocan finalmente los paneles solares. La instalación se completa con un sistema de boyas que sirve como señal de balizamiento y para transportar la energía al centro de transformación en tierra.
Cómo indica la empresa en un comunicado, aunque no se descarta su ubicación en zonas tranquilas de alta mar, en principio el proyecto está pensado para pantanos, embalses y balsas de regadío.
Balsas de regadío
Todas estas superficies eran consideradas hasta ahora como inútiles para el aprovechamiento de la energía fotovoltaica. Sin embargo, el coste de la instalación es igual o inferior al de los paneles ubicados en tierra, teniendo la ventaja de eliminar los problemas que acompañan a las plantas solares convencionales, ya que es obligado adquirir suelo para su instalación.
El primer prototipo se ha diseñado para balsas de regadío en Murcia. Según sus creadores, en el caso de las balsas el nuevo sistema evita la evaporación del agua y se consigue reducir la proliferación de materia orgánica en las mismas. Este tipo de sistemas de almacenamiento de agua ocupa una superficie total de 5.000 hectáreas en España, el equivalente a 6.000 campos de fútbol, que sería posible ocupar con estos sistemas de energía solar fotovoltaica.
Esta tecnología también puede ser instalada en pantanos o embalses, donde el sistema de conexionado a red se encuentra muy accesible debido al uso de éstos como centrales hidroeléctricas.
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