Tendencias21

Niacina: La vitamina que llegó del espacio

La niacina, o vitamina B3, podría haber llegado a la Tierra desde el espacio, en meteoritos ricos en carbono, sugiere un estudio de la NASA. Según sus autores, la Tierra antigua habría contado así “con un suplemento extraterrestre de vitamina B3”. El hallazgo respalda la teoría de que la aparición de la vida en nuestro planeta fue impulsada por la llegada de moléculas clave, “a bordo” de meteoritos procedentes del espacio. Por Marta Lorenzo.

Niacina: La vitamina que llegó del espacio

La niacina, o vitamina B3, podría haber llegado a la Tierra desde el espacio, en meteoritos ricos en carbono, afirman investigadores de la Agencia Espacial Norteamericana (NASA). Según un comunicado de la institución, la Tierra antigua habría contado así “con un suplemento extraterrestre de vitamina B3”.

Este hallazgo, fruto de un análisis recientemente realizado, respalda la teoría de que la aparición de la vida en nuestro planeta fue impulsada por la llegada de moléculas clave “a bordo” de meteoritos procedentes del espacio.

“Siempre es difícil calcular la conexión entre los meteoritos y el origen de la vida; por ejemplo, un trabajo anterior demostró que la vitamina B3 podría haber sido producido en una antigua Tierra sin vida, pero es posible que una fuente añadida de vitamina B3 haya ayudado”, explica la investigadora de la Universidad Estatal de Pensilvania, Karen Smith, autora principal de un artículo sobre el descubrimiento publicado en la revista Geochimica et Cosmochimica ACTA.

Más vitamina B3 en meteoritos con agua líquida

La vitamina B3, niacina, ácido nicotínico o vitamina PP es una vitamina que actúa en el metabolismo celular y cuyos derivados resultan esenciales en el metabolismo energético de la célula y en la reparación del ADN.

Smith y su equipo analizaron muestras de un total de ocho meteoritos ricos en carbono diferentes, del grupo de las condritas carbonáceas es.wikipedia.org/wiki/Condrita#Condritas_carbon.C3.A1ceas. Descubrieron que en ellos había niveles de vitamina B3 de entre 30 a 600 partes por mil millones.

También encontraron ácidos carboxílicos de piridina a concentraciones similares y, por primera vez, ácidos dicarboxílicos‎ de piridina. Ambos ácidos están formados por moléculas relacionadas con la niacina.

“Descubrimos un patrón, menos vitamina B3 y otros ácidos carboxílicos de piridina fueron hallados en meteoritos procedentes de asteroides más alterados por el agua líquida. Podría deberse a que estas moléculas fueron destruidas durante su prolongado contacto con el agua líqida”, señala Smith.

“También hemos realizado experimentos preliminares de laboratorio simulando las condiciones en el espacio interestelar que han demostrado que la síntesis de vitamina B3 y otros ácidos carboxílicos de peridina podría producirse en partículas de hielo”.

Profundizando en los meteoritos

Los científicos creen que el sistema solar se formó cuando una densa nube de gas, polvo y partículas de hielo colapsó bajo su propia gravedad. El hielo y el polvo se habrían agregado entonces a cometas y asteroides, algunos de los cuales colisionaron formando objetos del tamaño de la luna o similar. Por esa razón, los asteroides y los cometas son considerados restos más o menos primigenios de la formación de nuestro sistema solar.

Sin embargo, algunos asteroides son menos “primigenios” que otros, pues pueden haber sido alterados por las reacciones químicas propiciadas por el agua líquida presente en ellos. Esto condiciona el conocimiento de los procesos y los contenidos de los meteoritos, que son fragmentos desprendidos de cometas o asteroides, que han colisionado.

Sin embargo, Smith y su equipo consiguieron determinar hasta qué punto un asteroide puede ser alterado por el agua, mediante el examen de las sustancias químicas y mineralógicas que señalan la alteración por agua, en los meteoritos procedentes de esos asteroides.

¿Por qué no es vitamina B3 de la Tierra?

Los investigadores de la NASA dudan de que la vitamina B3 y otras moléculas encontradas en estos meteoritos procedan de vida terrestre por dos razones, informa Physorg.

En primer lugar, la vitamina B3 fue encontrada junto a sus isómeros estructurales (moléculas relacionadas que tienen la misma fórmula química pero cuyos átomos se unen siguiendo un orden distinto).

Estas otras moléculas no son usadas por la vida. La química no biológica, en cambio, tiende a producir una amplia variedad de moléculas –básicamente cada cosa permitida por los materiales y condiciones del presente- pero la vida forma sólo las moléculas que necesita.

Por tanto, si contaminación procedente de la vida terrestre fuera la fuente de vitamina B3 de los meteoritos, entonces sólo se habría encontrado esa vitamina, y no el resto de moléculas relacionadas con ella.

En segundo lugar, la cantidad de vitamina B3 hallada estaba relacionada con el grado de alteración por agua líquida de los meteoritos en que fue encontrada. Esta correlación sería poco probable si la niacina hubiese procedido de la Tierra.

El equipo planea ahora realizar experimentos adicionales bajo condiciones más realistas para comprender mejor cómo se puede formar vitamina B3 en partículas de hielo situadas en el espacio.

Hallazgo previo

Esta no es la primera vez que se encuentra vitamina B3 en un meteorito. En 2001, un equipo de investigadores liderado por Sandra Pizzarello, de la Arizona State University de Estados Unidos, descubrió también niacina vinculada a moléculas relacionadas (ácidos carboxílicos de piridina) en un meteorito encontrado en el lago Tagish de Canadá.

Referencia bibliográfica:

Karen E. Smith et. al. Investigation of Pyridine Carboxylic Acids in CM2 Carbonaceous Chondrites: Potential Precursor Molecules for Ancient Coenzymes. Geochimica et Cosmochimica Acta (2014). DOI: 10.1016/j.gca.2014.04.001.

RedacciónT21

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • La IA podría producir hasta 5 millones de toneladas de residuos electrónicos en 10 años 11 noviembre, 2024
    La Inteligencia Artificial (IA) depende de mejoras tecnológicas rápidas, incluida la infraestructura de hardware y los chips. Las actualizaciones necesarias para seguir el ritmo del crecimiento de la tecnología podrían agravar los problemas existentes en cuanto a la acumulación de desechos electrónicos: al generar que los equipos se vuelvan obsoletos cada vez con mayor rapidez, […]
    Pablo Javier Piacente
  • Descubren cómo las neuronas controlan el cerebro 11 noviembre, 2024
    El cerebro es una maravilla de la eficiencia, que logra adaptarse y prosperar en un mundo que cambia rápidamente. A pesar de décadas de investigación, los científicos no han logrado revelar aún cómo el cerebro logra coordinar su actividad: ahora, un nuevo estudio ha descubierto la forma en que las neuronas, las células responsables de […]
    Pablo Javier Piacente
  • El ADN reescribe la historia de las víctimas de Pompeya 11 noviembre, 2024
    Algunos de los residentes que murieron juntos en la erupción volcánica del Vesubio en el año 79 d.C. no eran familiares biológicos, y otros que fueron percibidos como mujeres eran en realidad hombres. Los análisis de ADN también proporcionan nuevos conocimientos sobre la estructura de la población de Pompeya.
  • Una IA hace cambiar de opinión a los creyentes más fervorosos de las teorías de la conspiración 10 noviembre, 2024
    Los científicos han demostrado que la Inteligencia artificial (IA) podría ser una herramienta valiosa en la lucha contra las teorías de la conspiración, diseñando un chatbot que puede desacreditar la información falsa y lograr que las personas cuestionen sus pensamientos más arraigados, incluso en los casos de fanatismo más extremo. Desde Tendencias21, probamos directamente su […]
    Pablo Javier Piacente
  • La vida puede estirarse cambiando nuestra percepción del tiempo 9 noviembre, 2024
    Diferentes investigaciones descubren que la percepción del tiempo varía espontáneamente en el cerebro dependiendo de las experiencias y sugieren que en algún momento podríamos intervenir para ampliar la impresión de que el tiempo pasa más despacio.
    Eduardo Martínez de la Fe
  • Las misteriosas ráfagas rápidas de radio provendrían de regiones de formación de estrellas 8 noviembre, 2024
    Una nueva investigación ha determinado que las enigmáticas ráfagas rápidas de radio (FRB), señales que llegan desde el espacio sin una fuente fácilmente identificable y que muestran extraños ritmos y pulsos, tienen más probabilidades de provenir de galaxias con poblaciones estelares relativamente jóvenes. Llegarían desde galaxias formadoras de estrellas masivas y estarían relacionadas con los […]
    Pablo Javier Piacente
  • Los científicos discuten cómo frenar el deshielo del “glaciar del fin del mundo” 8 noviembre, 2024
    Diferentes trabajos y enfoques científicos intentan abordar cómo detener el deshielo del glaciar Thwaites en la Antártida: la pérdida de hielo cada año como consecuencia del cambio climático antropogénico amenaza la estabilidad de este gigante, que podría desatar un importante aumento en el nivel global de los mares, al propiciar el colapso de otras enormes […]
    Pablo Javier Piacente
  • Los corazones de las mujeres y los de los hombres no son copias idénticas 8 noviembre, 2024
    El corazón de una mujer no sólo es más pequeño que el de un hombre, sino que su ventrículo derecho también tiene menos volumen. Sin embargo, bombea más eficientemente y empuja proporcionalmente más sangre a la circulación pulmonar. También existen diferencias genéticas de género entre ambos órganos.
    Redacción T21
  • Diminutos componentes de células podrían revelar los secretos del origen de la vida 7 noviembre, 2024
    Los orgánulos sin membrana, también denominados condensados biomoleculares, son pequeños elementos que se encuentran en las células y están cambiando la forma en que los científicos entienden la química de las proteínas, diversas enfermedades e, incluso, los misterios relacionados al origen de la vida en la Tierra.
    Pablo Javier Piacente
  • La ciencia ficción se vuelve real: los humanos fotosintéticos emergen en el horizonte 7 noviembre, 2024
    Investigadores japoneses han introducido cloroplastos de un alga unicelular en las células de un hámster y los mantuvieron activos durante varios días, provocando que las células crecieran más rápido. Un impulso a la ingeniería de tejidos, a la biotecnología y tal vez a futuros humanos fotosintéticos.
    Eduardo Martínez de la Fe