La niacina, o vitamina B3, podría haber llegado a la Tierra desde el espacio, en meteoritos ricos en carbono, afirman investigadores de la Agencia Espacial Norteamericana (NASA). Según un comunicado de la institución, la Tierra antigua habría contado así “con un suplemento extraterrestre de vitamina B3”.
Este hallazgo, fruto de un análisis recientemente realizado, respalda la teoría de que la aparición de la vida en nuestro planeta fue impulsada por la llegada de moléculas clave “a bordo” de meteoritos procedentes del espacio.
“Siempre es difícil calcular la conexión entre los meteoritos y el origen de la vida; por ejemplo, un trabajo anterior demostró que la vitamina B3 podría haber sido producido en una antigua Tierra sin vida, pero es posible que una fuente añadida de vitamina B3 haya ayudado”, explica la investigadora de la Universidad Estatal de Pensilvania, Karen Smith, autora principal de un artículo sobre el descubrimiento publicado en la revista Geochimica et Cosmochimica ACTA.
Más vitamina B3 en meteoritos con agua líquida
La vitamina B3, niacina, ácido nicotínico o vitamina PP es una vitamina que actúa en el metabolismo celular y cuyos derivados resultan esenciales en el metabolismo energético de la célula y en la reparación del ADN.
Smith y su equipo analizaron muestras de un total de ocho meteoritos ricos en carbono diferentes, del grupo de las condritas carbonáceas es.wikipedia.org/wiki/Condrita#Condritas_carbon.C3.A1ceas. Descubrieron que en ellos había niveles de vitamina B3 de entre 30 a 600 partes por mil millones.
También encontraron ácidos carboxílicos de piridina a concentraciones similares y, por primera vez, ácidos dicarboxílicos de piridina. Ambos ácidos están formados por moléculas relacionadas con la niacina.
“Descubrimos un patrón, menos vitamina B3 y otros ácidos carboxílicos de piridina fueron hallados en meteoritos procedentes de asteroides más alterados por el agua líquida. Podría deberse a que estas moléculas fueron destruidas durante su prolongado contacto con el agua líqida”, señala Smith.
“También hemos realizado experimentos preliminares de laboratorio simulando las condiciones en el espacio interestelar que han demostrado que la síntesis de vitamina B3 y otros ácidos carboxílicos de peridina podría producirse en partículas de hielo”.
Profundizando en los meteoritos
Los científicos creen que el sistema solar se formó cuando una densa nube de gas, polvo y partículas de hielo colapsó bajo su propia gravedad. El hielo y el polvo se habrían agregado entonces a cometas y asteroides, algunos de los cuales colisionaron formando objetos del tamaño de la luna o similar. Por esa razón, los asteroides y los cometas son considerados restos más o menos primigenios de la formación de nuestro sistema solar.
Sin embargo, algunos asteroides son menos “primigenios” que otros, pues pueden haber sido alterados por las reacciones químicas propiciadas por el agua líquida presente en ellos. Esto condiciona el conocimiento de los procesos y los contenidos de los meteoritos, que son fragmentos desprendidos de cometas o asteroides, que han colisionado.
Sin embargo, Smith y su equipo consiguieron determinar hasta qué punto un asteroide puede ser alterado por el agua, mediante el examen de las sustancias químicas y mineralógicas que señalan la alteración por agua, en los meteoritos procedentes de esos asteroides.
¿Por qué no es vitamina B3 de la Tierra?
Los investigadores de la NASA dudan de que la vitamina B3 y otras moléculas encontradas en estos meteoritos procedan de vida terrestre por dos razones, informa Physorg.
En primer lugar, la vitamina B3 fue encontrada junto a sus isómeros estructurales (moléculas relacionadas que tienen la misma fórmula química pero cuyos átomos se unen siguiendo un orden distinto).
Estas otras moléculas no son usadas por la vida. La química no biológica, en cambio, tiende a producir una amplia variedad de moléculas –básicamente cada cosa permitida por los materiales y condiciones del presente- pero la vida forma sólo las moléculas que necesita.
Por tanto, si contaminación procedente de la vida terrestre fuera la fuente de vitamina B3 de los meteoritos, entonces sólo se habría encontrado esa vitamina, y no el resto de moléculas relacionadas con ella.
En segundo lugar, la cantidad de vitamina B3 hallada estaba relacionada con el grado de alteración por agua líquida de los meteoritos en que fue encontrada. Esta correlación sería poco probable si la niacina hubiese procedido de la Tierra.
El equipo planea ahora realizar experimentos adicionales bajo condiciones más realistas para comprender mejor cómo se puede formar vitamina B3 en partículas de hielo situadas en el espacio.
Hallazgo previo
Esta no es la primera vez que se encuentra vitamina B3 en un meteorito. En 2001, un equipo de investigadores liderado por Sandra Pizzarello, de la Arizona State University de Estados Unidos, descubrió también niacina vinculada a moléculas relacionadas (ácidos carboxílicos de piridina) en un meteorito encontrado en el lago Tagish de Canadá.
Referencia bibliográfica:
Karen E. Smith et. al. Investigation of Pyridine Carboxylic Acids in CM2 Carbonaceous Chondrites: Potential Precursor Molecules for Ancient Coenzymes. Geochimica et Cosmochimica Acta (2014). DOI: 10.1016/j.gca.2014.04.001.
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