Pascal Koiran, un astrofísico de la Universidad de Lyon en Francia, ha descubierto que una partícula puede atravesar un agujero de gusano y emerger ilesa en otro lugar o momento del universo, que el autor define metafóricamente como «más allá del fin de los tiempos».
Su descubrimiento es el resultado de un sofisticado cálculo matemático: usando unas coordenadas propias de la relatividad general (conocidas como de Eddington-Finkelstein), Koiran pudo rastrear el camino de una partícula a través de un agujero de gusano.
Y comprobó que podía cruzar el horizonte de sucesos (una especie de puerta de acceso de a estos túneles del universo), entrar en su interior y escapar indemne por el otro lado, todo ello en una cantidad de tiempo finita y medible.
Koiran y sus colegas también anuncian que han desarrollado una teoría que muestra que los agujeros de gusano son de hecho estructuras astrofísicas estables, capaces de aceptar el tránsito de objetos en su interior.
El descubrimiento, a pesar de su naturaleza puramente matemática, tiene su relevancia, porque si los agujeros de gusano fueran realmente estables, eso significaría que podrían utilizarse para diferentes aplicaciones tecnológicas, hasta ahora consideradas imposibles.
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Pasadizo secreto
Un agujero de gusano es una supuesta característica del espacio-tiempo, según la cual existiría en el universo una especie de pasadizo secreto para recorrer en un instante enormes distancias espaciales e incluso viajar a través del tiempo.
Se les ha llamado así porque el agujero de gusano se compara con el trayecto que recorre un gusano en el interior de una manzana: puede ir de un extremo a otro por el interior, evitando un recorrido más largo a través de la superficie.
El año pasado, los físicos Juan Maldacena y Alexey Milekhin, de la Universidad de Princeton, demostraron que la mecánica cuántica permite la existencia de agujeros de gusano estables y transitables para los humanos, utilizando otras ecuaciones diferentes de las de Koiran.
Si estas estructuras fueran suficientemente estables, un objeto podría viajar a velocidades extremas entre la salida y la entrada de un agujero de gusano, aunque se desconoce completamente qué se encontraría al otro lado.
Hasta ahora se ha pensado que los agujeros de gusano no son transitables debido a las fuerzas extremas que estructuran su interior, ya que al estirarse y romperse impiden el paso de cualquier objeto, bien sea una partícula o una nave espacial, por muy resistente que sea.
Se puede atravesar y sobrevivir
La nueva investigación demostró que el horizonte de sucesos de un agujero negro, el límite en el que cualquier objeto o luz no puede escapar de su atracción gravitacional, se podía atravesar con éxito en su modelo matemático de agujero de gusano.
También que, una vez en su interior, una partícula sobreviviría a las fuerzas extremas que están en el interior del agujero de gusano, llegaría finalmente a la salida y sería expulsada.
Korian sugiere que su modelo es más lógico que los anteriores para explicar cómo se comportaría un agujero de gusano, pero en ningún caso demuestra que estos fenómenos cósmicos sean estables y transitables, en el caso de que realmente existan.
Aunque ninguna de las investigaciones mencionadas puede considerarse concluyente, animan a los científicos a admitir la posibilidad de que los agujeros de gusano sean algún día transitables para objetos de escala humana.
Deslizamientos en el tiempo
Brianna Grado-White, física e investigadora de agujeros de gusano en la Universidad de Brandeis (Massachusetts), lo plantea claramente en otra investigación colectiva publicada el pasado mayo en Journal of High Energy Physics.
Asegura que podemos construir agujeros de gusano simples que permanezcan abiertos en sus dos extremos utilizando mecanismos cuánticos simples, capaces de hacerlos transitables incluso a escala humana.
A pesar de todos estos desarrollos, los viajes en el tiempo a través de los hipotéticos agujeros de gusano permanecen solo en el ámbito de la especulación matemática.
No obstante, tal como destaca The New York Times, Internet se está llenando de experiencias de deslizamientos en el tiempo que, aunque sean frívolas e irracionales, invitan también a pensar en nuestra relación con lo que Einstein consideraba una mera ilusión de nuestra mente.
Referencia
Infall time in the Eddington-Finkelstein metric, with application to Einstein-Rosen bridges. Pascal Koiran. arXiv:2110.05938v1 [gr-qc]. Será publicado próximamente en Journal of Modern Physics D.
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