Investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han conseguido detectar comportamientos agresivos al volante monitorizando únicamente señales externas de la conducción, como la velocidad y la aceleración.
La clave, explica la nota de prensa de la UPM, recogida por el Instituto de la Ingeniería de España, está en que la agresividad opera como un «filtro lineal» sobre esas señales: Escala su distribución de probabilidad y modifica su valor medio, desviación típica y rango dinámico.
El modelo ha sido corroborado empíricamente bajo condiciones de conducción real, en las propias instalaciones de la UPM, probando su validez y generalidad para diferentes señales de conducción, distintos conductores y diversos tipos de carretera. Los resultados arrojan tasas de éxito superiores al 92% en la detección de comportamiento agresivo al volante a partir de señales de conducción.
En un futuro, señalan los investigadores, el nuevo sistema de detección temprana, y en tiempo real, de la conducción imprudente podrá ser integrado en teléfonos inteligentes, contribuyendo significativamente a aumentar la seguridad en las carreteras.
Los accidentes
Los accidentes de tráfico causan en el mundo 1,3 millones de fallecimientos y 50 millones de heridos al año, siendo la principal causa de muerte en el segmento de población joven, entre los 15 y los 29 años.
A las pérdidas personales hay que añadir los enormes costes económicos por daños materiales y gastos médicos, entre otros. El 70% de estos accidentes se relacionan con el factor humano y la conducción temeraria, fruto de una velocidad excesiva o inapropiada.
Inducir nuevos hábitos de conducta podría evitar un porcentaje significativo de los accidentes. Una manera de promover estos cambios en el comportamiento de los conductores pasa por monitorizar y caracterizar su manejo al volante, detectar situaciones de conducción inapropiada y alertarles a tiempo del riesgo de tener un accidente.
Los métodos intrusivos utilizados habitualmente monitorizan señales fisiológicas como el ritmo cardíaco, la respiración o el nivel de estrés. Estos métodos, aunque efectivos, son poco deseables porque generan molestias al conductor y representan una causa adicional de distracción.
Referencia bibliográfica:
A. B. Rodríguez González, M. R. Wilby, J. J. Vinagre Díaz, y C. Sánchez Ávila: Modeling and detecting aggressiveness from driving signals. IEEE Trans. Intell. Transp. Syst. (2014).
Hacer un comentario