Un equipo internacional de investigadores, dirigido por la paleoantropóloga Mirjana Roksandic de la Universidad de Winnipeg en Canadá, ha descubierto una nueva especie de ancestro humano a la que han denominado Homo bodoensis.
Esta especie vivió en África durante el Pleistoceno medio, hace alrededor de medio millón de años, y fue el antepasado directo de los humanos modernos, según los investigadores.
El Pleistoceno medio (ahora rebautizado como Chibaniano o Chibaniense y data de hace 774.000-129.000 años) es importante porque vio el surgimiento de nuestra propia especie (Homo sapiens) en África, así como de nuestros parientes más cercanos y de los neandertales (Homo neanderthalensis) en Europa.
Algo de confusión
Sin embargo, la evolución humana durante esta era es poco conocida y algo confusa: durante el Pleistoceno medio tardío, hace entre 400.000 y 150.000 años, las poblaciones que ocupaban la Tierra, y África específicamente, tenían un aspecto muy diferente al que tienen ahora. Existe evidencia de al menos tres formas de parientes humanos que habitaban entonces en África, incluidos Homo heidelbergensis, Homo naledi y Homo sapiens (humanos modernos).
Algunos, o todos, de estos homínidos, fabricaron herramientas como las asociadas con la cultura de la Edad de Piedra Media que comenzó hace unos 305.000 años. La pregunta es, ¿cuál de estos parientes humanos se volvió tan astuto?
Tradicionalmente, se piensa que las especies de cerebros más grandes, como Homo heidelbergensis y Homo sapiens, deberían asociarse con juegos de herramientas más complicados. Pero las respuestas pueden no ser tan simples. Con tres formas de parientes humanos primitivos alrededor, las cosas son mucho más complicadas, señalan los científicos.
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Clarificación
Los autores de la nueva investigación consideran que el descubrimiento del Homo bodoensis puede aportar algo de claridad a este capítulo desconcertante, pero importante, de la evolución humana.
El nuevo nombre se basa en una reevaluación de fósiles existentes de África y Eurasia de este período de tiempo. Tradicionalmente, estos fósiles se han asignado de forma variable a Homo heidelbergensis o Homo rhodesiensis, los cuales tienen múltiples definiciones, a menudo contradictorias.
«Hablar sobre la evolución humana durante este período de tiempo se volvió imposible debido a la falta de una terminología adecuada que reconozca la variación geográfica humana», según explica Roksandic en un comunicado.
Nombre redundante
Recientemente, la evidencia de ADN ha demostrado que algunos fósiles en Europa llamados H. heidelbergensis eran en realidad los primeros neandertales, lo que hace que el nombre sea redundante.
Por la misma razón, el nombre debe abandonarse cuando se describe a humanos fósiles del este de Asia, según el coautor, Xiu-Jie Wu, del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados en Beijing, China.
Para confundir aún más la narrativa, los fósiles africanos que datan de este período han sido llamados en ocasiones tanto H. heidelbergensis como H. rhodesiensis.
Rhodesiensis está mal definido y el nombre nunca ha sido ampliamente aceptado. Esto se debe en parte a su asociación con Cecil Rhodes y los horrendos crímenes cometidos durante el dominio colonial en África, un honor inaceptable a la luz del importante trabajo que se está realizando para descolonizar la ciencia, explican los investigadores.
Nombre etíope
El nombre “bodoensis” deriva de un cráneo encontrado en Bodo D’ar, Etiopía, y se entiende que la nueva especie es un ancestro humano directo.
Según la nueva clasificación, H. bodoensis describirá a la mayoría de los humanos del Pleistoceno medio de África y a algunos del sudeste de Europa, mientras que muchos de este último continente serán reclasificados como neandertales.
El co-primer autor Predrag Radović, de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Belgrado en Serbia, aclara: “Los términos deben ser claros en la ciencia, para facilitar la comunicación. No deben ser tratados como absolutos cuando contradicen el registro fósil «.
Nudo gordiano
La introducción de H. bodoensis tiene como objetivo «cortar el nudo gordiano y permitirnos comunicarnos claramente sobre este importante período de la evolución humana», según otro de los coautores, Christopher Bae, del Departamento de Antropología de la Universidad de Hawai’i en Manoa.
Roksandic está de acuerdo: “Nombrar una nueva especie es un gran problema, ya que la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica permite cambios de nombre solo bajo reglas muy estrictamente definidas. Confiamos en que este se mantendrá durante mucho tiempo, un nuevo nombre de taxón vivirá solo si otros investigadores lo usan».
Referencia
Resolving the “muddle in the middle”: The case for Homo bodoensis sp. nov. Mirjana Roksandic et al. Evolutionary Anthropology, 28 October 2021. DOI:https://doi.org/10.1002/evan.21929
Sobre los trabajos en torno al origen del humano, siempre resultan abultados los periodos de tiempo asignados; tampoco es claro cual es el proposito de la tal evolucion? También pareciera que a mayor evolucion han aparecido más problemas para sobrevivir, sobretodo con la salud. Qué no c onocemos?