En las últimas dos décadas, el número de musulmanes que viven en Europa occidental ha ido aumentando gradualmente, pasando de los 10 millones en 1990 a los casi 17 millones en 2010.
El Pew Research Center’s Forum on Religion & Public Life o Pew Forum, organización creada en 2001 en Estados Unidos para estudiar a fondo la relación entre la religión y los temas públicos, ha publicado recientemente un estudio sobre los diversos grupos musulmanes que habitan en Europa (desde los Hermanos Musulmanes hasta los místicos sufíes), sus relaciones entre ellos y con los musulmanes a nivel individual, y su interacción con la sociedad y con los gobiernos de los países en los que se alojan.
Los musulmanes han estado presentes en Europa en gran número desde los años 60 del siglo XX, cuando los inmigrantes de áreas mayoritariamente musulmanas del Norte de África, Turquía y Asia del Sur comenzaron a llegar a Gran Bretaña, Francia, Alemania y otros países europeos, normalmente para trabajar en empleos de baja remuneración. Hoy día, la mayoría de los musulmanes presentes en Europa procede de países como Egipto, Pakistán, Arabia Saudí o Turquía.
Relación infundada con el terrorismo
Entre los grupos musulmanes que se han ido formando en este proceso, explica el Pew Forum, existen algunos grupos de islamistas más radicales que han luchado por fomentar la separación de los musulmanes de las sociedades europeas en las que viven.
Otros grupos musulmanes, por el contrario, se han centrado en objetivos distintos, como ayudar a las comunidades musulmanas a gestionar temas religiosos cotidianos, mejorar las escuelas o fomentar la devoción.
El informe del Pew Forum señala que la formación de todos estos grupos en Europa, y la fuerza de su conexión con la Umma (comunidad de creyentes del Islam que comprende a todos aquellos que profesan la religión islámica, independientemente de su nacionalidad, origen, sexo o condición social), ha propiciado que los musulmanes se segreguen en cierta medida del resto de la sociedad europea y que, a la inversa, la sociedad europea perciba a los musulmanes como extraños y, a partir de ciertos casos aparecidos en medios de comunicación, también como posibles fomentadores del islamismo radical y, en última instancia, del terrorismo.
A pesar de esta situación, el Pew Forum señala que en su estudio no se ha podido establecer una relación entre el terrorismo islámico y los movimientos musulmanes presentes en Europa porque, aunque en nuestro continente haya individuos musulmanes con inclinaciones radicales o violentas que participen en las actividades de algunos grupos musulmanes, estos grupos generalmente no se definen como violentos o extremistas.
Por otra parte, a nivel individual no existe una definición determinante sobre cómo ser musulmán que permita determinar el grado de radicalismo de los musulmanes: algunos estudios han demostrado que la afiliación exclusiva a un solo grupo o movimiento es rara entre los musulmanes, especialmente entre los más jóvenes.
De hecho, a menudo, los musulmanes europeos participan en las actividades de múltiples grupos simultáneamente. Y cuando se da la exclusividad hacia un grupo ésta suele venir propiciada principalmente por los orígenes étnicos y regionales de cada individuo, más que por sus ideas políticas o sociales.
Escasa afiliación, gran influencia
Aunque muchos musulmanes de Europa Occidental participan en actividades organizadas por redes y movimientos musulmanes, lo cierto es que la afiliación formal a estos grupos parece ser relativamente pequeña: análisis realizados sugieren que el número de musulmanes que, en Europa, pertenecen a alguna organización religiosa es modesto.
Esta escasa afiliación, sin embargo, no reduce la influencia de los movimientos musulmanes en Europa: estas redes ejercen de hecho una influencia significativa en la fijación de agendas y en el establecimiento de debates entre las comunidades musulmanes europeas occidentales.
Por eso, aunque no reflejen el punto de vista de la mayoría de los musulmanes de la comunidad, a menudo determinan los “temas musulmanes” que aparecen en los medios, que se tratan en los círculos gubernamentales y que aparecen en el debate público sobre el Islam en Europa.
Muchos grupos islámicos están sirviendo actualmente como interlocutores entre los musulmanes y los gobiernos de los países europeos en los que éstos viven, señala el informe del Pew Forum.
Un ejemplo de estas relaciones fue el acuerdo que, en 2003, alcanzó el gobierno francés con algunos de los grupos musulmanes más importantes para establecer el Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM) que interviene en las relaciones con el poder político francés para la construcción de mezquitas, en el mercado de los alimentos, en la formación de imanes (personas que dirigen las oraciones colectivas del Islam), representando a musulmanes que se encuentran en prisión o en el ejército francés, y para fijar las fechas de celebración del Ramadán en Francia.
Relaciones con los gobiernos
Las relaciones crecientes entre los grupos islámicos y los gobiernos europeos, así como la integración de algunos de estos grupos en las corrientes políticas principales del continente, no han impulsado una reducción del activismo de dichos grupos sino, al contrario, han favorecido que éstos se hayan visibilizado más en el entorno político europeo, y que hayan ido utilizando cada vez más los canales políticos y mediáticos nacionales para sus fines.
Por ejemplo, la Asociación Musulmana de Gran Bretaña mabonline.net/, afiliada a los Hermanos Musulmanes, jugó un papel significativo en el movimiento británico contra la guerra de Irak asociándose con miembros contrarios a esta guerra en el Partido Laborista Británico y con la Stop the War Alliance.
Por otro lado, los grupos musulmanes están animando a sus seguidores a participar en las elecciones locales y nacionales europeas. La Asociación Musulmana de Gran Bretaña, por ejemplo, publica rutinariamente listas de candidatos, tanto musulmanes como no musulmanes, que son apoyados por el grupo.
Presencia mediática en aumento
En lo que se refiere a los medios de comunicación, muchos movimientos musulmanes están aprovechando las herramientas que ofrecen los nuevos medios de comunicación, incluyendo páginas web, blogs, redes sociales o videos online para captar nuevos seguidores.
Algunos de los mensajes que emiten estos grupos aparecen en forma de música hip-hop, cómics, programas deportivos y otros formatos de la cultura popular, y van destinados a la juventud musulmana que está creciendo en Europa Occidental.
Estas posibilidades mediáticas han sido utilizadas también por grupos radicales, como al-Qaeda, que a través de páginas webs han propagado sus ideas, según algunos analistas, para intentar captar activistas potenciales.
Otros grupos que promueven la devoción personal, como el movimiento Tablighi Jamaat, centrado en el desarrollo espiritual, también se han promocionado a sí mismos usando la Web y redes sociales como Facebook.
El uso cada vez más generalizado de la Red con estos fines, está provocando que los musulmanes reciban información de diversos grupos religiosos al mismo tiempo, lo que potencialmente diluye los mensajes e influencia de dichos grupos.
Al mismo tiempo, Internet y otras nuevas tecnologías están permitiendo que los grupos islámicos europeos se den a conocer a musulmanes de todo el mundo, que se exporten sus ideas y sus métodos.
Se agranda el espacio religioso público
En parte como reacción al crecimiento y la visibilidad de los movimientos musulmanes en Europa Occidental, organizaciones judías y cristianas de la región también han atraído mayor atención pública en los últimos años y han tomado una relevancia renovada ante los ojos de algunos europeos.
En este sentido, los grupos musulmanes, colectivamente, podrían estar ayudando a crear un mayor espacio para la religión en general en el terreno público europeo, señala el Pew Forum.
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