Un consorcio formado por empresas e investigadores españoles ha desarrollado a lo largo de los últimos meses un sistema de muebles inteligentes para ayudar al cuidado de enfermos y ancianos.
La colocación de sensores inalámbricos en el mobiliario de centros hospitalarios o residencias geriátricas permite reconocer los patrones de comportamiento de las personas mayores y tomar decisiones dentro de un sistema de inteligencia ambiental. Así lo explica un artículo de José Pichel Andrés para DiCYT, agencia de noticias de la Universidad de Salamanca.
El proyecto Mobiliario Sensorial Inteligente (MSI), que forma parte del Plan Avanza 2 del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, “consiste en dotar de capacidades de sensorización a camas, sillas y todo el mobiliario que se puede encontrar en un centro sociosanitario”, explica Dante Tapia, director de I+D de Nebusens, una empresa ubicada en el Parque Científico de la Universidad de Salamanca que forma parte de esta iniciativa gracias a su experiencia en la creación e implementación de redes inalámbricas de sensores.
En la práctica, contar con este tipo de sensores puede resultar muy útil, por ejemplo, en una cama. Si una persona está acostada y no puede moverse por sí misma pero conviene que lo haga para evitar los males derivados de tener siempre la misma postura, el sistema detecta cuál es su posición y, de acuerdo con las indicaciones que reciba o con las propias costumbres del paciente, puede mover la cama cada cierto tiempo. “El sistema puede corregirle la postura si estima que lleva inmóvil demasiado tiempo”, señala el experto.
Este caso tan sólo muestra una de las múltiples posibilidades que ofrece el proyecto. La idea es que cada mueble debe adaptarse a la persona que lo usa gracias a que el sistema de inteligencia ambiental lo dota de diversas funcionalidades siempre vinculadas al ámbito del cuidado y la seguridad.
Al estudiar el comportamiento de las personas en el entorno hospitalario o geriátrico, la red de sensores puede detectar muchos problemas si ocurre algo extraño o que se sale fuera de lo normal, desde un golpe a un cambio de temperatura significativo de la persona que ocupa una habitación.
A partir de ahí, el sistema es capaz de emitir una alerta con el objetivo de avisar a los cuidadores o responsables del centro. El entorno se convierte así en inteligente proporcionando mayor calidad de vida.
Proyecto multilateral
Además de Nebusens, spin-off de la Universidad de Salamanca, el proyecto MSI que ahora finaliza ha contado a lo largo de los dos últimos años con la participación del Centro Tecnológico del Mueble y la Madera de la Región de Murcia (Cetem), la Universidad de Murcia, la Universidad Politécnica de Cartagena, la empresa de inteligencia ambiental Ami2, cuatro compañías del sector de la fabricación de muebles y productos relacionados para el ámbito sociosanitario y con una residencia de ancianos.
La empresa salmantina Nebusens está especializada en la creación de redes de sensores que pueden tener diversos fines, así como en la localización de interiores, que también tiene múltiples aplicaciones, aunque el ámbito sociosanitario siempre ha estado entre sus prioridades a través de diversos proyectos de investigación anteriores.
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