Investigadores de la Universidad de Maryland, la Universidad de Cornell y la Universidad de Stanford han desarrollado un trabajo en conjunto en el cual concluyen que la productividad agrícola global se ha visto reducida en un 21% desde 1961 hasta hoy, debido a las consecuencias del cambio climático propiciado por el impacto de la actividad humana en el ambiente. La magnitud de la disminución puede equipararse a una hipotética pérdida total de la producción global a lo largo de los últimos 7 años.
Teniendo en cuenta que se prevé que en 2050 existan en el planeta casi 10 mil millones de personas para alimentar, los investigadores creen que es urgente estabilizar la producción y viabilizar un crecimiento más dinámico. Las zonas más afectadas son las más calidas y más pobres: África, en particular, y también América Latina y el Caribe.
De acuerdo a una nota de prensa, el estudio comprueba que el cambio climático antropogénico o provocado por el hombre ya está teniendo un impacto desproporcionado en los países más pobres que dependen principalmente de la agricultura, indicando que el progreso tecnológico aún no se ha traducido en una mayor resiliencia climática.
Cifras contundentes
Uno de los puntos a resaltar en esta investigación es que ha logrado cuantificar el impacto del cambio climático en la producción agrícola de una forma rigurosa y confiable. Para ello, se han empleado nuevos cálculos de productividad en agricultura que permiten incluir datos meteorológicos de una manera que no había sido abordada en estudios previos, aportando mayor precisión a este tipo de modelos climáticos.
Aunque en economía la productividad total de los factores es un indicador que se utiliza habitualmente para medir el crecimiento de una industria, en el caso de la agricultura existen aspectos que la convierten en un caso especial. Es que en esta actividad industrial todas las decisiones económicas que pueden tomarse se encuentran particularmente afectadas por aspectos ajenos a la voluntad del agricultor, principalmente las variables climatológicas.
Según señalan los investigadores en las conclusiones de su investigación, publicada en la revista Nature Climate Change, la medición de la productividad agrícola no ha incorporado históricamente los datos meteorológicos. Esto significa que se ha desestimado el impacto de los eventos aleatorios como el clima en la producción, que en este caso cobran mayor trascendencia frente a las consecuencias del cambio climático.
Asimetrías regionales
Tomando los datos meteorológicos como una parte integral de su modelo, los especialistas lograron cuantificar el descenso en la productividad agrícola que ha motivado el cambio climático en los últimos 60 años. Las cifras son alarmantes a nivel global, pero suenan aún más problemáticas si consideramos las asimetrías regionales.
Mientras que en Estados Unidos el descenso llegó a un máximo de un 15%, en África, América Latina y el Caribe la reducción en la producción trepó hasta un 34%. Para arribar a los resultados obtenidos y conseguir cifras consistentes, los científicos emplearon más de 200 variaciones sistemáticas del modelo econométrico.
Las conclusiones deberían ser tenidas en cuenta si consideramos que en las próximas décadas la población global seguirá incrementándose y, al mismo tiempo, se requerirán más alimentos. El impacto es mayor en las zonas más pobres del planeta, ya que la agricultura es el eje de su economía y la principal fuente de alimentos.
Un problema actual
Además, los especialistas resaltaron que mientras se ha mejorado en la eliminación de todas las limitaciones no climáticas en la producción agrícola, la ausencia de un enfoque integrador que considere el cambio climático ha contribuido en la disminución de la producción agrícola a escala global.
Según Ariel Ortiz-Bobea, autor principal del estudio, «los seres humanos ya han alterado el sistema climático. Los expertos indican que el mundo es aproximadamente 1 grado Celsius más cálido que sin los gases de efecto invernadero atmosféricos. Sin embargo, la mayoría de la gente sigue percibiendo el cambio climático como un problema lejano y de las generaciones futuras. En esta investigación demostramos que los efectos ya se están sintiendo en el planeta desde hace décadas: es imprescindible abordar el cambio climático ahora para evitar mayores daños», concluyó.
Referencia
Anthropogenic climate change has slowed global agricultural productivity growth. Ariel Ortiz-Bobea, Toby R. Ault, Carlos M. Carrillo, Robert G. Chambers and David B. Lobell. Nature Climate Change (2021).DOI:https://doi.org/10.1038/s41558-021-01000-1
Foto: Markus Spiske en Unsplash.
Video: Universidad de Cornell.
Interesante artículo. Hace falta ya un plan de trabajo para una adaptación de las cosechas. Saludos.