Neurocientíficos de la Universidad de Ginebra, en Suiza, han logrado demostrar que el cerebro se reorganiza gracias a un complejo mecanismo adaptativo cuando una malformación genera la ausencia del cuerpo calloso. Dicha estructura, dedicada a la transferencia de información entre ambos hemisferios, es reemplazada por nuevas conexiones dentro de cada hemisferio, que logran redirigir las señales y preservar la comunicación.
Según se explica en un comunicado, la reorganización se produce a partir de un mecanismo de plasticidad cerebral: genera una multiplicación de las conexiones existentes en cada hemisferio que superan ampliamente las observadas en un cerebro sano. Gracias a esto, el cerebro logra mantener la comunicación entre los hemisferios, que debería ser inexistente debido a la ausencia del cuerpo calloso.
La malformación congénita que produce la agenesia del cuerpo calloso, el término científico utilizado para describir su ausencia, afecta a una de cada 4.000 personas. No existen consecuencias generalizadas para esta anomalía: un 25% de los afectados no presenta ningún síntoma, un 50% posee un cociente intelectual medio y leves problemas de aprendizaje, mientras que solamente el 25% restante muestra trastornos cognitivos graves.
Vanessa Siffredi, investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Ginebra y una de las responsables de este estudio, explicó que “el papel del cuerpo calloso en un cerebro sano es asegurar el desarrollo de diversas funciones cognitivas y sensoriomotoras». Ante su ausencia, el cerebro se reorganiza para poder mantener la comunicación entre los dos hemisferios y preservar las funciones indicadas por la especialista.
“Los mecanismos de plasticidad, como el fortalecimiento de los lazos estructurales dentro de cada hemisferio, compensan la falta de fibras neuronales entre hemisferios. Se crean nuevas conexiones y las señales se pueden redirigir para que se mantenga la comunicación entre los dos hemisferios”, agregó Siffredi.
Reorganización y plasticidad
De acuerdo a estudios previos, se sabe que en ausencia del cuerpo calloso algunas fibras diseñadas para funcionar como puente entre los hemisferios, conocidas bajo el nombre científico de haces de Probst, actúan sin tener en cuenta la falta del cuerpo calloso y se enrollan en el interior de cada hemisferio. Dichas áreas “de respaldo” se presentan de modo diferente en cada persona afectada, y hasta el momento se desconocían muchos detalles sobre sus funciones.
Con el propósito de comprobar este mecanismo de plasticidad que reorganiza al cerebro, los investigadores suizos desarrollaron un experimento en colaboración con sus colegas de la Universidad de Melbourne, en Australia. Empleando imágenes cerebrales de resonancia magnética, estudiaron las conexiones anatómicas y funcionales entre distintas zonas del cerebro en alrededor de 20 niños y adolescentes australianos con edades de entre 8 y 17 años, que en todos los casos sufrían de agenesia del cuerpo calloso.
Los resultados son claros y contundentes. Después de analizar las relaciones físicas entre las diferentes regiones del cerebro, los especialistas concluyeron que las fibras neurales en el interior de cada hemisferio son más numerosas y de mayor calidad en comparación con un cerebro sano.
Al mismo tiempo, las correlaciones entre la actividad de diferentes áreas del cerebro se concretan en muchos casos con las mismas características que en los cerebros que poseen cuerpo calloso. En definitiva, la conectividad entre hemisferios sin el cuerpo calloso se puede comparar a la que se aprecia en cerebros sanos, dejando en claro que la reorganización cerebral es efectiva.
Teniendo en cuenta que se trata de una patología congénita, los científicos creen que en un futuro no muy lejano será posible utilizar imágenes de resonancia magnética para confirmar si la malformación detectada en una ecografía puede estar asociada o no a un deterioro cognitivo.
Referencia
Structural Neuroplastic Responses Preserve Functional Connectivity and Neurobehavioural Outcomes in Children Born Without Corpus Callosum. Vanessa Siffredi, Maria G Preti, Valeria Kebets, Silvia Obertino, Richard J Leventer, Alissandra McIlroy, Amanda G Wood, Vicki Anderson, Megan M Spencer-Smith, Dimitri Van De Ville. Cerebral Cortex (2020).DOI:
https://doi.org/10.1093/cercor/bhaa289
Foto:
Imágenes de resonancia magnética que evidencian la increíble plasticidad del cerebro. A la izquierda, las nuevas conexiones que se crean ante la ausencia del cuerpo calloso Crédito: Universidad de Ginebra/Siffredi.
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