Diversas obras publicadas en los últimos años muestran argumentos en contra de la fe en la existencia de Dios, con grandes resultados comerciales en Estados Unidos. En este país, donde el radicalismo cristiano se expande a todos los niveles, parece haber surgido la necesidad de refutar aquellos supuestos que muchos ateos calificarían como “absurdos”, quizá para contrarrestar la penetración de dicho radicalismo en la gestión de sectores como la educación o la política.
El último intento: una obra escrita por John Allen Paulos, en la que el autor trata de reducir al absurdo a través de las matemáticas argumentos de todas las épocas a favor de la existencia de un primer ente creador.
John Allen Paulos es un profesor de matemáticas de la Temple University y un escritor divulgativo, autor de diversas obras como “El hombre anumérico” o “Un matemático invierte en la bolsa”. Recientemente ha publicado además otro libro titulado “Irreligion: A Mathematician Explains Why the Arguments for God Just Don’t Add Up”.
En obras anteriores, Paulos había enfocado las matemáticas desde el humor o el mercado de acciones, pero en ésta el autor trata de exponer la “ilógica inherente”, como la describe el New York Times, de los argumentos a favor de la existencia de Dios.
Paulos, por ejemplo, ataca el argumento cosmológico, defendido por Tomás de Aquino, que sostiene que todo lo que existe tiene una causa. Así, existe una cadena de causas que culmina en una causa primigenia que es Dios.
Para Paulos este argumento plantea algunos problemas. Por un lado, da por sentado el dudoso principio de que todo ha de tener una explicación. Por otro, no existe razón alguna que lleve a suponer que esa entidad primera tenga cualquier otro atributo divino, como la omniscencia o la benevolencia.
Del argumento ontológico (Dios es «el ser mayor que el cual nada puede pensarse»), por otra parte, afirma Paulos que es un razonamiento que enseguida lleva al fracaso metafísico.
Deconstrucción de argumentos
¿Existe por tanto alguna razón lógica para creer en Dios?, se pregunta Paulos en su libro, cuyo extracto también ha publicado el New York Times. Según Paulos, esta cuestión resulta relevante en los tiempos que corren, en los que existe una brecha profunda que separa a los creyentes convencidos y a los creyentes moderados de los ateos y agnósticos, quienes no encuentran persuasivos ninguno de los razonamientos a favor de la existencia de un ser divino que creara el mundo.
Según cuenta Paulos, desde su adolescencia, él se preguntaba por qué había que introducir a Dios en la ecuación de la realidad para tratar de explicarla, dado que ésta era ya lo suficientemente asombrosa y hermosa. Esas dudas le llevaron a elegir su profesión de matemático y posteriormente de escritor de divulgación, medio que le ha servido para expresar sus opiniones sobre los argumentos acerca de la existencia de Dios, para él no convincentes.
“Irreligion” está escrito desde una perspectiva informal y enérgica, explica el autor, no ceremoniosa y densa. En él se plantean diversos argumentos sobre la necesidad de la existencia de Dios, al inicio de la mayor parte de los capítulos, y luego estos argumentos son brevemente analizados, para presentar lo que Paulos considera una “deconstrucción concisa”.
Estos argumentos van desde los más antiguos hasta los más contemporáneos, como el argumento de la primera causa, el argumento del diseño inteligente o el argumento del principio antrópico y de la universalidad de la moral, entre otros.
Razón contra radicalismo
El autor señala que no es necesario tener habilidades matemáticas para entender el libro, que carece de fórmula matemática alguna. Sin embargo, sí apela a la lógica y a la probabilidad a lo largo de la obra para fundamentar sus razonamientos.
Según él, su esfuerzo es importante dada la desenfrenada religiosidad que cunde en Estados Unidos y en la política del país, religiosidad que ya ha conducido a la nación a crisis importantes que podrían ser aún más graves en el futuro. Paulos recurre a una cita de Voltaire para resumir esta situación: “Aquellos que pueden hacerte creer en absurdos pueden llevarte a cometer atrocidades”.
Paulos propone asimismo una alternativa a la fe ciega en Dios y a sus argumentos: reconoce que él, aunque no es creyente, siempre se ha preguntado si sería posible una proto-religión básica aceptable para ateos y agnósticos, que no contenga dogmas o relatos pero que reconozca el sobrecogimiento y el asombro que nos produce el mundo, y aporte algo de serenidad.
El libro de Paulos sigue la estela de otros títulos recientes escritos por autores que analizan el fenómeno de la religión desde la lógica y la ciencia. En 2006, Daniel Dennett publicaba Breaking the Spell. Religion as a Natural Phenomenon, donde se apuntaba a que la religión es un fenómeno natural, como puede serlo el cáncer, incluso en el supuesto de que Dios existiese verdaderamente. También en 2006, el biólogo Richard Dawkins publicaba The God Delusion, obra en la que se argumentaba que la probabilidad del ateísmo es casi absoluta desde la objetividad y la evidencia científica.
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