La teletransportación se refiere a comunicar el estado de un objeto (propiedades) a otro sin que exista entre ellos una conexión física aparente. Y aunque las posibilidades de realizar este sueño se inspiran en distintas fuentes, lo cierto es que de una u otra forma la teletransportación formará parte de la cultura del siglo XXI, tal como se desprende del estado actual de las ciencias.
Desde que en 1993 Charles H. Bennet, de IBM, Gilles Brassard, Claude Crépeau y Richard Joasza, de la Universidad de Montreal, Asher Peres, del Instituto de Tecnología de Israel (Technion), y William Wootters del Williams College, descubrieran que un rasgo de la mecánica cuántica, llamado enlazamiento, podía utilizarse en teoría para superar las limitaciones espaciotemporales, las investigaciones para posibles aplicaciones de la teletransportación no han parado.
La Fuerza Aérea de Estados Unidos acaba de difundir un estudio encargado al físico Eric W. Davis, del National Institute for Discovery Science de Las Vegas, Nevada, con la finalidad de establecer el estado de los conocimientos sobre teletransportación y las posibles aplicaciones militares de esta tecnología.
Estado teórico y experimental
El objeto del estudio era recoger la información obtenida sobre la teletransportación de objetos materiales y proporcionar una descripción del estado actual de esta tecnología, tanto teórico como experimental, así como dibujar escenarios de posibles aplicaciones futuras.
El estudio pretendía también describir los procesos de teletransportación que se han desarrollado tanto naturalmente como en laboratorios, especificando las condiciones que se consideran necesarias para que estos procesos se produzcan.
El estudio ha alcanzado estos objetivos y supone por ello una compilación actualizada de todos los conocimientos relativos a la teletransportación. La primera aportación se refiere a las posibles definiciones del concepto.
La primera definición que propone Davis es la más conocida en el ámbito de la ciencia ficción y se refiere al transporte de personas de un lugar a otro del espacio sin recorrer distancia física alguna. Es una posibilidad que ni siquiera se considera como posible en el escenario futuro de evolución de esta tecnología.
El poder de la mente
La segunda interpretación de teletransportación es la que se refiere al traslado de objetos inanimados por medios mentales, lo que el autor denomina como p-teletransportación. Davis la considera la opción mejor situada para posibles desarrollos futuros, siempre que se avance en el conocimiento de los mecanismos de la conciencia.
La tercera definición se refiere a la teletransportación mediante el vacío o la métrica del espacio tiempo. En este sistema el traslado de personas y objetos se consigue teóricamente alterando las condiciones del vacío cuántico o la métrica del espacio tiempo, lo que Davis denomina vm-teletransportación.
El sistema de coordenadas usado en relatividad para describir el espaciotiempo, se conoce como métrica. El vacío cuántico es el mar de potencialidades que constituye el sustrato de todo lo que existe. Contiene todas las posibilidades, que sólo se concretan a través de las fluctuaciones que se desarrollan en su interior. Estas fluctuaciones son los estímulos que desencadenan el nacimiento de las partículas elementales y sus reacciones creativas.
Una cuarta posibilidad se basa en el enredo cuántico y se refiere a la teletransportación no de objetos, sino de sus propiedades, de un lugar a otro del espacio. Tal como explicamos en otro artículo, el enredo se consigue tomando un fotón y enredándolo con otro y luego separándolos entre sí.
En ese momento se aproxima el objeto que se quiere teletransportar a uno de los fotones del enredo y el segundo fotón reproduce la alteración del primero instantáneamente, sin que medie ninguna influencia perceptible entre ellos. Para Davis, esta posibilidad se denomina q-teletransportación.
Dos modelos probables
Por último está la posibilidad exótica, consistente en el traslado de personas y objetos de un lugar a otro del espacio a través de supuestas dimensiones adicionales o universos paralelos. Es la e-teletransportación.
Davis identifica y propone dos únicos modelos físicos para la teletransportación basados en la manipulación de la métrica espacio temporal o en el vacio electromagnético del espacio tiempo, también conocido como fluctuaciones de la energía punto cero.
Davis recurre a una nueva modalidad de los así llamados agujeros de gusano, para convertirlos en lugares planos que pueden ser atravesados mediante la distorsión del espacio tiempo.
El informe dedica asimismo amplio espacio a otros fenómenos anómalos de teletransportación que han sido estudiados previamente por Estados Unidos y otros gobiernos del mundo, destacando al respecto la importancia de experiencias como la aportada por Uri Geller.
Modelo combinado
Davis propone finalmente un modelo adicional para la teletransportación que se basa en la combinación de los resultados experimentales de los estudios previos realizados por los gobiernos, basados en su mayoría en el modelo de los poderes de la mente, con los más avanzados conceptos de la física.
Davis considera que esta es la opción que presenta mayores posibilidades de desarrollo y mejores usos militares, sin descartar un rentable uso comercial a medio plazo. Señala la necesidad de profundizar en la teoría de la conciencia y su influencia en el mundo físico para poder establecer con mayor rigor la validez de esta opción como el camino más proclive de desarrollo de la teletransportación.
El estudio de Davis confirma por último lo que Wired ya había anticipado el año pasado: que la teletransportación será uno de los ocho superpoderes del futuro, junto con la visión de rayos X, la regeneración celular, la redifinición de la personalidad, el control del clima, los campos de fuerza, la vida bajo el mar y la disposición de una fuerza física sin precedentes en nuestra especie.
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