Un equipo de la Nasa acaba de concluir con éxito una serie de ensayos de telemedicina desarrollados a 20 metros bajo el agua en la estación submarina de Aquarius, en Florida. Durante 11 días, seis aquanautas, introducidos en una cámara de 4 metros por 14, se entregaron a la labor de realizar operaciones quirúrgicas en el espacio con un maniquí.
En el equipo de aquanautas había tres médicos, pero ninguno de ellos tenía experiencia quirúrgica. Sin embargo, estuvieron asistidos por un cirujano situado a 2.500 kilómetros de distancia, en un hospital de Ontario, Canadá.
La operación practicada al maniquí consistió en la ablación de la vesícula biliar mediante coelioscopio. Es un examen endoscópico de la cavidad abdominal tras la introducción, a través de la pared anterior del abdomen, de un pequeño tubo óptico.
Se trata de una técnica blanda que ya se practica habitualmente con la ayuda de brazos robotizados, si bien en el experimento de la Aquarius Undersea Research Station, la intervención se realizó con un único brazo mecánico por falta de espacio.
Otros cometidos de telemedicina realizados por los aquanautas fueron diagnósticos por ecografía, drenaje de accesos, además de suturar una lesión vascular.
Entrenamiento espacial
Con la ayuda de cámaras de video instaladas con los instrumentos médicos, el especialista canadiense pudo guiar a los aquanautas de la NEEMO (NASA Extreme Environement Mission Operations) para los movimientos quirúrgicos necesarios.
El objetivo del experimento era entrenar al equipo de la Nasa para la utilización de esta técnica de telemedicina en misiones espaciales, particularmente en viajes a la Luna o Marte, en caso de necesidad.
El uso de la telerobótica para este tipo de procedimientos permitiría realizarlos a un coste mucho menor de los 500 millones de dólares que costaría traer un astronauta de vuelta a la Tierra desde la estación espacial.
Es la primera vez que se realiza una conexión inalámbrica para efectuar operaciones de telerrobótica. El principal desafío era en el plazo de encadenamiento de la información, que resulta crucial en una intervención quirúrgica.
El plazo de tiempo alcanzado en esta transmisión de información, que necesita la utilización de las últimas tecnologías, permite aventurar que las operaciones quirúrgicas en el espacio dirigidas desde la Tierra son posibles.
Nuevos horizontes para la telemedicina
El experimento abre las puertas a otros episodios de telemedicina, como la intervención quirúrgica en regiones apartadas, a donde no llega el teléfono, pero con las que es posible comunicarse y transmitir información con tecnologías inalámbricas avanzadas.
La técnica es aprovechable no sólo por médicos de una especialidad diferente a la necesaria para una dolencia concreta, sino también para personal auxiliar, como enfermeros o personal de ambulancia, que podrían de esta forma ayudar a un paciente con la ayuda de un teléfono móvil adecuado.
La telemedicina es una herramienta tecnológica para el intercambio de imágenes, voz, datos y vídeo, por algún medio electrónico, que permite el diagnóstico y la opinión de casos clínicos.
Se basa en el uso de las tecnologías de la información y de las comunicaciones para proveer servicios médicos independientemente de la ubicación física, tanto de los que ofrecen el servicio, como de los pacientes que lo reciben. También se basa en proporcionar la información necesaria para la actividad asistencial mediante el uso de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones.
Hasta ahora se ha considerado que las telecomunicaciones por satélite tenían mucho que ofrecer en áreas remotas, en emergencias y en barcos y aviones. El experimento de la Nasa demuestra que las telecomunicaciones por satélite son útiles también para la medicina espacial.
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