La nanotecnología está a punto de provocar una revolución económica y social que tendrá un valor en el mercado de 1 billón de dólares en el año 2015, según el informe La inmensidad de lo mínimo elaborado por el grupo ETC.
Ya en el 2002, los fondos públicos y privados para la investigación básica de la nanotecnología fueron aproximadamente de 4 mil millones de dólares en todo el mundo. Al menos 30 gobiernos nacionales promovieron iniciativas en nanociencia en ese período.
Una gran parte de las empresas incluidas entre las 500 primeras del mundo por la revista Fortune, están reforzando sus áreas de investigación y desarrollo relacionadas con la tecnología atómica. El número de artículos científicos y de patentes relacionadas con la nanotecnología también aumenta día a día.
Para el 2005, la tecnología atómica atraerá más interés y controversia que la biotecnología. Para el 2010, las tecnologías de nanotecnología serán el factor determinante para la rentabilidad en prácticamente todos los sectores de las economías industriales, y para el 2015, quienes controlen la tecnología atómica serán la fuerza dominante en la economía mundial.
De los genomas a los átomos
La capacidad de los científicos para modificar la materia está dando un gigantesco paso a lo diminuto, ya que se está pasando, casi sigilosamente, de los genomas a los átomos.
Mientras que la sociedad está distraída en acalorados debates sobre las promesas y peligros de la modificación genética, las industrias ya preparan una revolución de la ingeniería atómica que podría modificar toda la materia -tanto la orgánica como la inorgánica- y transformar todos los aspectos de la producción y la vida, según el informe de ETC.
La nanotecnología se dedica a la manipulación de los átomos y moléculas al nivel de un nanómetro, la millonésima parte de un milímetro. A esta escala, la física cuántica rebasa la física
clásica, y las propiedades de los elementos pueden cambiar impredeciblemente.
Tecnología atómica
El informe se refiere a la nanotecnolgía como “tecnología atómica”, no sólo porque es un término más descriptivo, sino también porque la nanotecnología implica que la manipulación de la materia se detendrá al nivel de los átomos y las moléculas, medidos en nanómetros.
La tecnología atómica, en cambio, abarca un espectro de nuevas tecnologías que operan en la nanoescala y más allá, es decir, la manipulación de átomos, moléculas y partículas subatómicas
para la creación de nuevos productos.
“La tecnología emergente más poderosa del mundo se está desarrollando en un vacío normativo y político casi total” advierte el director del Grupo ETC, Pat Mooney.
Añade que la investigación pública y privada de la nanotecnología está evolucionando más allá de la percepción de la sociedad civil y las políticas de los gobiernos.
Puesto que las tecnologías de nanoescala pueden aplicarse a virtualmente cada uno de los sectores industriales, explica el Grupo ETC, ningún organismo regulatorio está tomando la iniciativa de normar esta tecnología emergente.
Y debido a que muchos de sus productos son versiones nanométricas de los compuestos originales, el seguimiento legal se considera innecesario.
Serias dudas
En informe se plantea serias dudas: ¿Quién controlará la nanotecnología? ¿Quién determinará la agenda de investigación y quién se beneficiará de las tecnologías de nanoescala?
¿Cómo podrán los gobiernos y la sociedad civil comenzar a tratar los impactos socieconómicos potenciales, así como para el ambiente y la salud de la nanotecnología, sin desanimar la investigación segura de sus posibles beneficios?
La comprensión y seguimiento de la sociedad civil y los gobiernos se necesita urgentemente,” advierte Hope Shand, Directora de Investigación del Grupo ETC.
Destaca que los productos de las tecnologías de nanoescala se están lanzando al mercado sin ningún proceso transparente y democrático de revisión, evaluación y regulación.
El informe propone que los gobiernos declaren una moratoria inmediata sobre la producción comercial de los nuevos nanomateriales y promuevan un proceso global y transparente para evaluar las implicaciones socieconómicas, de salud y ambientales de esta tecnología.
El informe “La inmensidad de lo mínimo” fue presentado por primera vez en el Foro Social Mundial en Porto Alegre, Brasil, celebrado del 23 al 27 de enero pasados.
El informe, de 80 páginas, busca ampliar la percepción de la sociedad civil y los elaboradores de políticas más allá de la biotecnología y los cultivos transgénicos, y catalizar un amplio debate público sobre los impactos sociales de la nanotecnología.
Desarrollos armamentísticos
Uno de los campos en los que más se está utilizando la nanotecnología es el militar, según acaba de destacar la revista Janes, especializada en sistemas de armas.
Janes señala que las nanotecnologías ofrecen enormes posibilidades para el desarrollo de armas sofisticadas contra las que difícilmente pueda defenderse un imaginario enemigo.
La fabricación, por ejemplo, de nanosistemas basados en la autoreproducción puede permitir que armas convencionales alcancen la capacidad de destrucción masiva.
En general, los materiales suministrados por las nanotecnologías serán mucho más sólidos, ligeros y miniaturizables. Asimismo, las nanotecnologías pueden diseminar nuevas armas biológicas
Lo más peligroso es que, aunque los instrumentos para el desarrollo de nanotecnologías no están al alcance de laboratorios artesanales, los métodos de fabricación pueden simplificarse y ponerse al alcance de técnicos civiles, lo que aumenta el riesgo de su fabricación incontrolada con fines bélicos.
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