Tendencias21
Las ondas cerebrales nos guían ante lo inesperado

Las ondas cerebrales nos guían ante lo inesperado

Las sorpresas forman parte de la vida cotidiana y el cerebro ha desarrollado una dinámica de ondas cerebrales para gestionar lo inesperado.

Descubrir algo sorprendente en un entorno no es el resultado de una especialización neuronal, sino de la interacción dinámica de diferentes frecuencias de ondas cerebrales.

Si entramos en una habitación y observamos algo extraño, por ejemplo una caja que ayer no estaba, esa constatación atraerá nuestra atención y trataremos de descubrir si es relevante: puede ser un juguete que nuestro hijo ha olvidado o, tal vez, algo más complejo que deberemos conocer para sentirnos cómodos.

Una investigación ha descubierto lo que pasa en el cerebro en esas circunstancias: fijarnos en la caja misteriosa no se debe a que unas neuronas están pendientes de detectar algo extraño y de avisarnos.

Lo que realmente ocurre, según esta investigación, es que, cuando el cerebro percibe una anomalía en el entorno, se altera la frecuencia de determinadas ondas cerebrales que regulan la actividad neuronal. Eso nos permite asumir y gestionar la nueva situación.

Ondas cerebrales

Las neuronas de nuestro cerebro se comunican entre sí mediante impulsos eléctricos rítmicos conocidos como ondas cerebrales: son de cinco tipos o frecuencias, alfa, beta, theta, delta y gamma.

Las ondas alfa y beta son las que primero se fijan en la caja del ejemplo: las ondas beta se generan cuando estamos despiertos y registran una actividad mental intensa. Las ondas alfa son propias de los momentos en que estamos relajados.

Cuando vemos una caja que no estaba ayer, decaen ambas ondas en la actividad cerebral: desciende la actividad mental al mismo tiempo que el estado de relajación.

Gracias a esa caída de la actividad cerebral, se disparan con más intensidad las ondas gamma, aparentemente relacionadas con la percepción consciente: reflejan una actividad mental más intensa que la de las ondas beta.

Y eso es lo que nos permite darnos cuenta de la necesidad de aclarar la anomalía. Es un aviso del cerebro que viene a decir: hay algo extraño, pero no sé si es importante. Y busca en sus archivos información útil para reconocer la naturaleza de la caja inesperada.

Metodología

Para llegar a esta conclusión, los investigadores midieron miles de neuronas a lo largo de la superficie, o corteza, del cerebro de los animales a medida que reaccionaban a diferentes imágenes, unas predecibles, otras sorprendentes.

Lo primero que observaron es que las ondas cerebrales alfa y beta de baja frecuencia que se originaban en las regiones cognitivas frontales del cerebro, se aplanaban al detectar la anomalía.

Cuando se produjo esa caída de tensión eléctrica en la parte frontal de la corteza cerebral, en la parte posterior del cerebro se disparó un flujo de veloces ondas gamma, donde moran neuronas especializadas en estímulos inesperados.

Diferentes niveles

De esta forma, el cerebro recurre a sus recursos internos para interpretar el significado de la anomalía y establecer un comportamiento coherente con la naturaleza de la caja inesperada: si reconociera una bomba, desencadenaría la huida como primera reacción.

Todo el proceso se desarrolla en la corteza cerebral, aunque a diferentes niveles, destacan los investigadores: la inhibición de las frecuencias alfa y beta se produce en los niveles más profundos del córtex, mientras que las ondas gamma se propagan por la superficie. Su prioridad es la rapidez.

“Debido a que no es capaz de controlar y regular activamente la información predicha, el cerebro está en un estado constante de información emergente que puede ser abrumadora”, explica el autor principal, André Bastos, en un comunicado.

Por este motivo, cuando llegamos a un lugar que no conocemos, el cerebro desencadena una actividad tan apresurada e intensa que puede provocar una sobrecarga sensorial y que nos sintamos desconcertados e incluso mareados: los estímulos imprevistos generan más actividad neuronal que los predecibles.

Aplicaciones terapéuticas

El descubrimiento aportado por esta investigación tiene potenciales aplicaciones médicas.

Una de las implicaciones es que la dinámica de frecuencias cerebrales relacionadas con lo inesperado tiene un papel clave en la así llamada codificación predictiva, una función cognitiva clave que parece interrumpirse en los trastornos del espectro autista.

Algunas personas con autismo tienen problemas en reconocer entornos y gestionan la información sensorial como si todo fuera siempre nuevo y desconocido.

Eso puede suponer que sus cerebros practican constantemente la dinámica de frecuencias que las demás personas usamos solo en casos aislados, por lo que encuentran dificultades para hacer generalizaciones de la experiencia: eso explicaría por qué se sienten con frecuencia en un mundo desconocido.

Esta investigación proporciona claves de posibles tratamientos para normalizar la codificación predictiva en personas con autismo: “la predicción se puede lograr inhibiendo selectivamente las rutas de flujo de información que transportan información predecible», destaca Bastos.

Referencia

Layer and rhythm specificity for predictive routing. André M. Bastos et al. PNAS, November 23, 2020. DOI:https://doi.org/10.1073/pnas.2014868117

Foto: La sorpresa genera ondas cerebrales. Harry Strauss. Pixabay.

Eduardo Martínez de la Fe

Eduardo Martínez de la Fe, periodista científico, es el Editor de Tendencias21.

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • El misterio del ordenador más antiguo del mundo 16 noviembre, 2024
    En 1901, un grupo de investigadores descubrió en un naufragio un extraño y rudimentario ordenador, que luego se definió como el mecanismo de Antikythera, un artefacto fechado en el siglo II a.C. que se convirtió en el ordenador más antiguo del mundo y hasta apareció en uno de los films de la saga "Indiana Jones". […]
    Pablo Javier Piacente
  • Piedras de 12.000 años de antigüedad serían la evidencia más antigua del principio mecánico de la rueda 15 noviembre, 2024
    Aunque los arqueólogos ubican la invención formal de la rueda sobre la Edad del Bronce, un nuevo estudio sugiere que este avance podría haberse concretado miles de años antes: el análisis de un conjunto excepcional de más de cien guijarros perforados, descubietos en una aldea de Israel, muestra que estas piedras con 12.000 años de […]
    Pablo Javier Piacente
  • Restauran la visión humana mediante células madre 15 noviembre, 2024
    En un avance vital en el campo de la medicina regenerativa, un trasplante de células madre ha mejorado significativamente la visión de tres personas con daños severos en sus córneas. El ensayo clínico realizado en Japón es el primero en su tipo a nivel mundial, según destacan los investigadores.
    Pablo Javier Piacente
  • La cultura declara también la emergencia climática: así es el movimiento 15 noviembre, 2024
    La cultura mundial se suma al movimiento por la emergencia climática y en España acaba de lanzarse con un manifiesto entre la utopía y la distopía para desafiar las estructuras de poder que ignoran el consenso científico, fracasan en su misión de protegernos y perpetúan el ecocidio.
    Alejandro Sacristán (enviado especial)
  • Crean un arma de rayo de energía inspirada en la Estrella de la Muerte de la saga Star Wars 14 noviembre, 2024
    Científicos chinos afirman haber hecho realidad el arma de haz de energía convergente que utiliza la estación espacial Estrella de la Muerte en la saga Star Wars: el sistema dirige una serie de haces de alta potencia a un solo objetivo. En la práctica, el arma podría tener un impacto letal al permitir desplegar múltiples vehículos […]
    Pablo Javier Piacente
  • Una isla rusa desaparece por completo del mapa en el Ártico 14 noviembre, 2024
    Un grupo de escolares y estudiantes universitarios descubrió que una isla rusa en el Ártico ha desaparecido recientemente, después de comparar imágenes satelitales del área para un proyecto educativo. La Sociedad Geográfica Rusa confirmó la desaparición de la isla helada Mesyatseva, aparentemente como consecuencia de los efectos del calentamiento global y el cambio climático antropogénico.
    Pablo Javier Piacente
  • Descubren cómo nuestro cerebro predice el futuro 14 noviembre, 2024
    El cerebro hace mucho más que procesar información: aprende de experiencias pasadas y hace predicciones sobre el futuro inmediato. Así podemos vivir con seguridad las experiencias cotidianas.
    Redacción T21
  • Descubren una extraña criatura fantasmal desconocida en lo profundo del océano 13 noviembre, 2024
    Un grupo de investigadores ha revelado recientemente una variedad desconocida de nudibranquio, una extraña criatura marina que nada libremente en los mares a más de 2.200 metros de profundidad, iluminada por un brillo bioluminiscente y adornada con una capucha ondulante, que le confieren un aspecto fantasmal. Se trata del primer nudibranquio conocido de su tipo, […]
    Pablo Javier Piacente
  • Nuestros antepasados usaron herramientas hace más de 3 millones de años 13 noviembre, 2024
    Un nuevo estudio que ha analizado los huesos de las manos de australopitecos, simios y humanos revela que el uso de herramientas probablemente evolucionó antes del surgimiento del género Homo: nuestros antepasados homínidos habrían comenzado a dominarlas hace más de 3 millones de años, iniciando una práctica cultural y tecnológica que se creía propia de […]
    Pablo Javier Piacente
  • Es hora de reconstruir una Valencia que sea física, política y económicamente resiliente 13 noviembre, 2024
    La tragedia de Valencia es la suma de la crisis climática y de una gobernanza que ha priorizado el lucro de unos pocos y el crecimiento descontrolado por encima de la seguridad de las personas. Una financiación autonómica injusta y una insuficiente comprensión de los riesgos climáticos que la ciencia anuncia completan una catástrofe anunciada.
    Fernando Valladares, Agnès Delage Amat y Rafael Jiménez Aybar (*)