Los fabricantes de automóviles están compitiendo en una carrera, nunca mejor dicho, para integrar el móvil en el coche y así conectar los vehículos a la nube, de modo que la línea que separa coches y electrónica de consumo sea cada vez más borrosa, según publica la prestigiosa revista Wired en su página web.
Estos sistemas permiten hacer de todo, desde actualizar su estado en Facebook a hacer reservas de vuelos accediendo a la navegación por voz. El objetivo de esta tecnología es asegurarse que estemos conectados, incluso después de abrocharnos el cinturón.
El ritmo de desarrollo de estas aplicaciones ha sido vertiginoso. Cuando el pionero sistema Sync de Ford fue presentado hace cinco años, fue considerado por los fabricantes como una auténtica novedad y un espectáculo. Este año, seis de los diez principales fabricantes de automóviles están en la feria, con stands impresionantes, como los que se pueden ver en Detroit o Frankfurt.
Tecnología, punto y aparte
Esta presencia pone de relieve la importancia que tiene la conectividad en el negocio de los coches, y el papel que juega en el futuro de la industria. «La conectividad ha pasado de ser una característica única que hacía destacarse a algunas marcas, a que éstan destaquen por no tener dicha característica, ya casi imprescindible», asegura Aaron Bragman, un analista de la industria automotriz de IHS Automóvil. «Sync se ha convertido en uno de las mayores puntos fuertes en la venta de vehículos Ford”, añade Bragman.
Esta tecnología es lo que diferencia a muchos coches del resto, especialmente para los compradores más jóvenes, tan preocupados por la conectividad como por el ahorro de combustible y el rendimiento. Para John Waraniak, vicepresidente de tecnología de la Asociación de Mercado de Equipos Especiales, esta es, desde luego “es una razón para comprar».
Vehículos con esta tecnología como los Ford, Chrysler o Audi se han dado a conocer en la Feria Electrónica de Consumo CES 2012 esta pasada semana, y representan cerca de siete mil millones de dólares (5,5 mil millones de euros) en ventas este año, de acuerdo con la Consumer Electronics Association.
Esta cifra supondría que, alrededor del 15% de los hogares estadounidenses posee un vehículo conectado y los analistas esperan que esa cifra aumente considerablemente en los próximos años.
OnStar, una división de General Motors, lanzó su aplicación en 1996, pero es Ford quien ha marcado el ritmo con Sync desde 2007. Poco después le siguió Chrysler con Uconnect. Todos ellos han estado en CES 2012 anunciando los sistemas actualizados, nuevas aplicaciones y, en el caso de OnStar, un plan para ofrecer su API para los desarrolladores de aplicaciones.
Sin embargo, tanto coreanos como alemanes están ganando terreno. Kia ha dado a conocer su sistema telemático Uvo, mientras que Mercedes-Benz ha lanzado Mbrace2, la segunda versión de un sistema puesto en marcha hace dos años. Audi ha anunciado Audi Connect, un sistema magnífico que utiliza la última tecnología de Nvidia.
Los japoneses están, sorprendentemente, por detrás. Sus sistemas no son tan buenos y llevan un retraseo de una generación, con respecto a los sistemas de las compañías de automóviles de otros países. Sin embargo, Entune de Toyota -que se dio a conocer el año pasado- ofrece un gran número de aplicaciones, desde Bing a OpenTable.
Las posibilidades de conducir
Pese a las variaciones entre modelos, todos los sistemas desarrollados se conectan a la nube a través de Wi-Fi o 3G. Además, Audi ha anunciado recientemente que lanzará la conectividad 4G LTE muy pronto para ofrecer streaming de audio, conectividad con redes sociales como Facebook y Yelp, y aplicaciones como iheartradio y NPR.
Otras características comunes son la respuesta automática frente a posibles colisiones, navegación activada por voz, mensajes de texto por voz y servicios de reservas en restaurantes, floristerías, vuelos, etcétera.
Aunque la mayoría de los sistemas se utilizan principalmente para la navegación y el entretenimiento, pronto se podrá disfrutar de la versatilidad de los dispositivos móviles.
Con el tiempo, veremos en la Red aplicaciones para realizar trabajos en el coche al igual que hoy se hacen a través del teléfono. Esto es lo más interesante, ya que las aplicaciones nos llevarán hacia una mayor comodidad y seguridad. «La conectividad abre muchas nuevas posibilidades», ha explicado Nick Pudar, vicepresidente de desarrollo empresarial de OnStar.
Y luego está el hardware. Los fabricantes de automóviles tienen dos posibilidades, pueden construir estos dispositivos integrados en el vehículo o hacerlo de forma separada para su posterior montaje. Entre los inconvenientes del primero está el precio y la posible obsolescencia, sin embargo su integración evidentemente es mayor.
Por otro lado, la seguridad es, obviamente, una gran preocupación. Los fabricantes de automóviles insisten en que esta tecnología evitará distracciones mediante la incorporación de la funcionalidad de los aparatos en nuestros coches. La activación por voz, reconocimiento de gestos y otras características, sin duda, son más seguros que estar jugando con el teléfono móvil.
La nube también permitirá la actualización rápida y fácil de prácticamente todo el software en un coche. Evidentemente, todo esto sólo es el comienzo. Los fabricantes de automóviles y las empresas esperan ya el día en que los coches se comuniquen entre sí y con la carretera, vigilando todo lo que nos rodea y estando alerta a las amenazas de las que no somos conscientes.
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