Tendencias21
Para percibir los colores no son imprescindibles los ojos

Para percibir los colores no son imprescindibles los ojos

Un pequeño gusano que vive en materia orgánica descompuesta es capaz de percibir el color azul de una bacteria, aunque no tiene ojos ni moléculas sensibles a la luz.

Un gusano que mide un milímetro, no tiene ojos ni moléculas sensibles a la luz, puede, sin embargo, percibir el color en un entorno contaminado. No lo ve, pero lo siente.

Lo ha descubierto una investigación del Instituto Tecnológico de Massachussets, que pone de manifiesto insospechadas capacidades en seres vivos tan simples como el nematodo Caenorhabditis elegans.

Su consistencia orgánica es tan discreta que parece transparente, aunque posee muchos de los órganos y sistemas de cualquier otro animal. Su vida media es de tres semanas.

También se comporta como cualquier otro animal, ya que puede oler, saborear, tocar y reaccionar a diferentes temperaturas e incluso ante un destello de luz brillante.

Bacteria peligrosa

Según ha podido comprobar esta investigación, estos gusanos utilizan esta capacidad de ver sin ojos para evaluar el riesgo de alimentarse de una bacteria potencialmente peligrosa que secreta unas toxinas azules.

Los investigadores piensan que esta sorprendente capacidad está relacionada con las preferencias de este nematodo por instalarse en terrenos expuestos al sol, por lo que piensan que pueden estar dotados para percibir de alguna forma la luz y el color.

Esta capacidad es importante para su supervivencia porque estos nematodos se alimentan básicamente de microorganismos, como la bacteria Escherichia coli, que forma parte de la biota humana.

Sorpresa en el laboratorio

Los investigadores pudieron comprobar esta capacidad del nematodo porque identificaron dos genes que contribuyen a la sensibilidad espectral que le permiten identificar una bacteria tóxica gracias al color azul que presenta.

Estudios previos habían observado que este nematodo, que vive en materia orgánica en descomposición, evita una bacteria presente en estos entornos, llamada Pseudomonas aeruginosa, que es nociva (en los humanos puede causar neumonía) y secreta una toxina azul característica.

Los investigadores comprobaron, en primer lugar, que este nematodo huye del entorno en descomposición en el que vive si es iluminado por la luz blanca de una bombilla LED.

Ámbar azul

Esto demostró que el gusano podía percibir de alguna manera la luz blanca. En un experimento posterior, comprobaron también que era sensible a la luz azul, si bien solo si venía asociada a una toxina.

Eso significa, según los investigadores, que estos gusanos son capaces de evaluar, con un sistema sensorial tan limitado, tanto la naturaleza tóxica de una bacteria como el color de sus secreciones.

Otra constatación obtenida en esta investigación es que los gusanos no detectan escala cromática alguna, sino que solo pueden evaluar niveles de brillo y oscuridad.

Además, comprobó que estos nematodos solo reaccionan a un tipo de azul concreto, el ámbar azul, que exhibe una coloración rara y clara y emite también un aroma agradable.

En laboratorio y en la naturaleza

Los investigadores observaron el comportamiento de este nematodo, tanto en laboratorio como en el campo, y descubrieron que la sensibilidad al color es más intensa en los ejemplares que viven en la naturaleza.

Fue así como llegaron a la explicación final de estos comportamientos insólitos: analizaron los genomas de ambos gusanos y descubrieron dos genes específicos (llamados jkk-1 y lec-3) que contribuyen a estas variaciones en la capacidad de percibir el color sin sistema visual alguno.

Los investigadores explican al respecto que, aunque los dos genes desempeñan muchas funciones importantes en una variedad de organismos, incluidos los humanos, ambos están involucrados en vías moleculares que ayudan a las células a responder al estrés causado por la luz ultravioleta dañina.

¿Otros animales?

«Hemos descubierto que el color de la luz en el entorno del gusano puede influir en cómo el gusano navega por el mundo», explica uno de los investigadores, Dipon Ghosh, en un comunicado.

Y añade: «nuestro trabajo sugiere que muchos genes, además de los dos que ya hemos identificado, pueden afectar la sensibilidad al color, y ahora estamos explorando cómo».

Ghosh sospecha que estos descubrimientos podrían generalizarse a otras criaturas, además de los gusanos redondos. Al menos, está claro que la sensibilidad a la luz no siempre requiere visión u ojos, concluye.

Referencia

C. elegans discriminates colors to guide foraging. D. Dipon Ghosh et al. Science, 05 Mar 2021: Vol. 371, Issue 6533, pp. 1059-1063. DOI:10.1126/science.abd3010

Foto superior: el nematodo Caenorhabditis elegans en un momento de la investigación. Crédito: Eugene Lee, MIT.

Eduardo Martínez de la Fe

Eduardo Martínez de la Fe, periodista científico, es el Editor de Tendencias21.

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • El océano se está desgarrando 26 marzo, 2024
    2.000 terremotos en un día en Canadá insinúan el nacimiento de una nueva corteza oceánica frente a la costa de la isla de Vancouver: está a punto de nacer a través de una ruptura magmática en las profundidades del mar.
    Pablo Javier Piacente
  • Simulan una explosión termonuclear en un superordenador 26 marzo, 2024
    Una simulación por superordenador nos brinda nuevos conocimientos sobre el comportamiento de las estrellas de neutrones: al evocar la explosión termonuclear que tiene lugar cuando estos monstruos cósmicos devoran a otra estrella, los investigadores logran avanzar en la comprensión de los fenómenos más extremos que suceden en el cosmos.
    Pablo Javier Piacente
  • Las matemáticas tienen la clave para erradicar el machismo 26 marzo, 2024
    Las matemáticas demuestran que si una parte significativa de las mujeres de una población (superando el límite del 45%) se comporta solidariamente con otras mujeres (como si fuesen hermanas), el machismo se extingue.
    Alicia Domínguez y Eduardo Costas (*)
  • El cerebro nos invita a soñar despiertos y luego nos rescata del ensueño 26 marzo, 2024
    El cerebro dispone de un doble mecanismo que, por un lado, nos inspira la creatividad provocando que soñemos despiertos, y por otro, nos devuelve a la realidad para sacarnos de la divagación inútil.
    Redacción T21
  • Las ondas cerebrales se mueven en direcciones opuestas para crear recuerdos y luego para recuperarlos 25 marzo, 2024
    Los científicos descubrieron que las ondas cerebrales tendían a moverse desde la parte posterior del cerebro hacia el frente mientras las personas guardaban algo en su memoria. Por el contrario, cuando buscaban recordar la misma información, esas ondas se movían en la dirección opuesta, desde el frente hacia la parte posterior del cerebro.
    Pablo Javier Piacente
  • Descubren una de las estrellas más antiguas del Universo muy cerca de la Vía Láctea 25 marzo, 2024
    La estrella LMC 119 fue apreciada en la Gran Nube de Magallanes, muy cerca de la Vía Láctea, y es la primera estrella de la segunda generación de formación estelar del Universo que se ha identificado en otra galaxia. Esta estrella, una de las más antiguas en el cosmos descubiertas hasta hoy, proporciona una ventana […]
    Pablo Javier Piacente
  • ¿En qué se parece la AMOC a la construcción de la personalidad? 25 marzo, 2024
    Nuestra personalidad puede verse afectada por el deshielo del Ártico porque hay un paralelismo simbólico entre las corrientes oceánicas que regulan el clima y los comportamientos humanos: si seguimos sus patrones, favorecemos la ética en la gestión de las empresas.
    Edita Olaizola (*)
  • La inteligencia colectiva de las plantas forma los misteriosos círculos de hadas de los desiertos 25 marzo, 2024
    Los misteriosos círculos de hadas presentes en los desiertos de al menos 15 países se forman porque las plantas ejercen una forma de inteligencia colectiva para aprovechar los recursos hídricos profundos del terreno, creando las zonas muertas para la vida vegetal que han intrigado a los científicos durante décadas.
    Eduardo Martínez de la Fe
  • Los africanos usaban arcos y flechas hace 74 mil años 24 marzo, 2024
    El uso se arcos y flechas se ha constatado en africanos hace 74.000 años: dejaron constancia de armas puntiagudas usadas para la caza y, después de la erupción del supervolcán Toba en Indonesia que provocó una sequía, también para pescar en un río etíope.
    N+1/T21
  • Descubren al delfín de río más grande de la historia 23 marzo, 2024
    Un equipo de científicos ha descubierto en la Amazonía peruana los fósiles del delfín de río más grande de la Tierra. Era un pariente cercano de los delfines asiáticos y no de los delfines amazónicos que hoy habitan las aguas dulces de América del Sur.
    N+1/T21