En esta doble ventana se habla del conflicto de Siria, que ha provocado que miles de personas, de Siria y de otros países colindantes, emigren. “No hay que olvidar bajo ningún concepto que la gente está saliendo del país no solo por DAESH, sino sobre todo huyendo de un régimen dictatorial que desde hace 40 años rige el país y que ha hecho mucho daño” asegura Helalli.
La mayoría de los refugiados ha huido de ese régimen dictatorial, que todavía sigue adelante, y que es igual de cruel y terrible que cuando regía el padre del actual presidente, Bashar Al Assad. DAESH es la gota que ha colmado el vaso de los conflictos que ha habido en Siria y en los países limítrofes desde hace cinco años, tiempo que ya dura la guerra civil que asola al país.
Helalli señala que la gran mayoría de las personas que abandonan Siria huyen de un régimen en el que ya no pueden vivir, ya que no se puede hablar, no se puede tener libertad de expresión y las torturas a personas que son activistas o contrarias al régimen son continuas. El país se encuentra en una situación insostenible.
Y mientras la gente huye para vivir una vida más libre y en democracia, DAESH lo que está haciendo es reclutar adeptos. Para los yihadistas todas las personas que salen del país son consideradas como pecadores porque están dejando la nación del Islam.
Radicalización vs migración
Para Sama Helalli, el proceso de radicalización no debe abordarse junto con el tema de la migración, ya que son dos temas totalmente diferentes. En el tema de la migración se han cometido ya demasiados errores porque Europa no ha estado preparada y a día de hoy sigue sin estarlo.
«Las personas que llegan nos cuentan que han recibido palizas en lugares como Hungría por ejemplo, y que en Bulgaria han sido encarceladas. Son víctimas», asegura la experta.
En cuanto a esa radicalización, Sama Helalli habla de DAESH. Señala que los mismos que ahora quieren parar al Estado Islámico han dejado pasar demasiado tiempo. «No hay que olvidar que ellos están vendiendo antigüedades, petróleo y hay alguien que lo compra, con lo cual reciben la financiación. Hay alguien al otro lado y por ello se han hecho demasiado grandes. No se puede negociar con ellos bajo ningún concepto» asegura Helalli. «Ellos ya lo dicen, no se puede hacer negocios con los pecadores. Si se negocia con ellos es darle un lugar dentro de la política internacional y no se les puede legitimar».
«No hay que olvidar que todo esto ha comenzado con una dictadura, una dictadura de un señor al que ahora están dándole el poder y del que ahora todos los países aliados están diciendo que es la única solución y la única salida al problema de Siria», recalca la profesora.
Por un lado hay que eliminar a DAESH, hay que neutralizarlo y por otro lado, no hay que olvidar de dónde viene todo el conflicto. No se puede volver a poner en el gobierno a la misma persona contra la que el pueblo ha estado luchando, concluye Helalli.
Sigue el audio de esta doble ventana con Sama Helalli
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