Creer en Dios no evita que una persona copie en un examen, a menos que se tenga fe en un Dios castigador, revela un estudio reciente realizado por especialistas de la Universidad de Oregón, en Estados Unidos, y que vuelve sobre el tema de la relación entre las creencias religiosas y los comportamientos morales.
Por el contrario, según han constatado el psicólogo de dicha universidad, Azim F. Shariff, y Ara Norenzayan, de la University of British Columbia, los estudiantes universitarios que creen en un Dios misericordioso son más propicios a copiar en los exámenes.
En función del tipo de creencias
Estas constataciones surgieron a partir de dos experimentos que consistieron en la realización de un test de matemáticas, con el que se puso a prueba la honestidad de los estudiantes.
Según publica la Universidad de Oregón en un comunicado, a los participantes se les habló sobre un defecto de programación, en el programa informático utilizado para el test, que provocaba que la respuesta correcta a cada problema planteado apareciera pasados algunos segundos.
Para evitar verla antes de contestar, se le pidió a los estudiantes que presionaran la barra de espacio del teclado del ordenador, inmediatamente después de ver cada problema, y antes de que la solución apareciera “por error”.
Los resultados obtenidos han sido publicados en el International Journal for the Psychology of Religion. La presente investigación se enmarca en un esfuerzo por comprender el desarrollo cultural, concretamente el papel de la religión como estímulo del comportamiento moral.
Según Shariff: “Nuestros hallazgos demuestran que, al menos de alguna forma preparatoria, las creencias religiosas tienen un efecto en el comportamiento moral, pero aquí lo más esencial no es si se cree o no en Dios, sino en qué tipo de Dios se cree”.
El científico añade que la relación entre la fe en Dios y la tendencia a copiar en los exámenes (comportamiento moral escogido como objeto de estudio) sería la siguiente: creer en un Dios castigador contribuye a que la gente no copie en los exámenes, mientras que creer en un Dios misericordioso y amoroso tiene justo el efecto contrario.
Características de la investigación
En el primer experimento un total de 61 universitarios realizaron un test de matemáticas simple “pero tedioso”. Después de éste, se le preguntó a los participantes acerca de su religiosidad y su perspectiva de Dios, y se les realizaron cuestiones demográficas.
Las visiones acerca de Dios, que incluyeron 14 categorías, fueron analizadas y divididas, con el fin de identificar si los estudiantes tenían la percepción de un Dios amoroso, benévolo y misericordioso o, por el contrario, creían que Dios era punitivo, castigador o vengativo. Las trampas que hicieron los estudiantes durante el examen (si usaron o no la barra del espacio del teclado para ver la respuesta correcta) también fueron medidas.
En este caso, no se encontraron diferencias en la tendencia a copiar entre los estudiantes que se habían descrito a sí mismos como creyentes y los autodefinidos como no creyentes. Sin embargo, sí se constató que aquellos estudiantes creyentes que creían en un Dios punitivo, colérico y vengativo habían sido menos propicios a copiar.
En el segundo experimento, diseñado para eliminar otras variables potenciales que podían influir en la tendencia a hacer trampas, como la personalidad o la afiliación religiosa general, participaron 39 estudiantes.
Estos participantes fueron evaluados varios días antes de que realizaran el test de matemáticas, para conocer su visión de Dios. Los resultados de esta segunda prueba fueron similares a los del experimento anterior: de nuevo, los estudiantes que creían en un Dios amoroso fueron los más propensos a copiar, y otra vez los estudiantes creyentes demostraron no ser ni más ni menos propicios a hacer trampas que los no creyentes.
En ambos experimentos, señalan los investigadores, la creencia en un “Dios punitivo” o en un “Dios amoroso” predijo de manera significativa la tendencia a copiar de los estudiantes, en una u otra dirección.
Estudios futuros para establecer un patrón
Según Shariff, los datos de la literatura psicológica tienden a demostrar que, como disposición general, las creencias de la gente no afectan realmente a los comportamientos morales. Aunque algunos estudios recientes sobre el papel de la religión en la moralidad, que han incluido creencias religiosas inconscientes activadas en un momento dado, han revelado que la condición religiosa importa en este sentido, en realidad hay escasas evidencias que demuestren que esta condición contribuya al comportamiento moral.
“Según la literatura de la psicología, las personas que creen en Dios no parece actuar más moralmente que la gente que no cree en Dios. Nosotros queríamos profundizar en creencias religiosas particulares. Una idea es la de la hipótesis del castigo sobrenatural: la penalización al comportamiento anti-normativo (comportamiento inmoral) ha sido una parte importante de la vida en las sociedades. Éstas no pueden avanzar sin una regulación de los comportamientos morales”, explica el investigador.
En 2008, Shariff y Norenzayan revisaron en la revista Science 30 años de estudios en ciencias sociales. En su artículo, argumentaron que existe una matizada, aunque importante relación entre la religión y el comportamiento moral.
En este sentido, un estudio realizado en 2010 por especialistas de la Universidad Queens de Belfast parece darles la razón. En él, se demostró que tanto niños como adultos modifican su comportamiento si se creen observados por algún agente sobrenatural.
Ahora, hay que seguir investigando porque, aunque las tendencias establecidas en esta nueva investigación son significativas, Shariff advierte de que los resultados obtenidos son sólo preliminares. Específicamente, la investigación se ha centrado en las trampas académicas, que son sólo un tipo de comportamiento moral.
No queda claro si el patrón establecido a partir de los resultados obtenidos podría generalizarse a cualquier tipo de comportamientos, como la generosidad. Los investigadores examinarán en adelante el impacto que la perspectiva de Dios puede tener en otros comportamientos morales, negativos y positivos.
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