Los avances en la robótica han permitido automatizar toda una serie de procesos industriales, lograr una producción más eficiente y segura y ampliar nuestros conocimientos a través de descubrimientos científicos.
Pero, ¿por qué somos capaces de enviar un robot al espacio para que recoja muestras de rocas marcianas, pero aún no podemos delegar en un robot doméstico la tarea de planchar la ropa?
El proyecto CLOPEMA, financiado con fondos europeos y recientemente concluido, puede haber encontrado finalmente una solución a este problema.
En su marco, se ha desarrollado un robot que ha demostrado en ensayos ser capaz de organizar tejidos «deformados» (es decir, clasificar un montón de ropa arrugada) y, a continuación, doblar cuidadosamente cada artículo.
Este proceso es muy complejo porque, a diferencia de los objetos manipulados normalmente por robots, la ropa no conserva su forma. Era necesaria una nueva manera de recibir y procesar información.
Componentes
Uno de los retos novedosos de este proyecto ha sido el diseño del prototipo de robot doblador de ropa a partir (sobre todo) de componentes disponibles comercialmente.
Se han montado varios componentes, como cámaras y una serie de sensores complejos, y se han integrado en un único sistema operativo. Por ejemplo, una cámara especial integrada permite que el robot visualice las fibras de cerca y pueda diferenciar entre tejidos claros y oscuros y entre materiales almidonados y otros más flexibles.
En los ensayos se presentaron varias prendas en un montón aleatorio frente a un fondo arbitrario y se hicieron diferentes solicitudes, como clasificar, doblar, etc.
El robot elegía un tejido al azar con su brazo mecánico, lo doblaba y lo colocaba cuidadosamente sobre una superficie. Se midieron y analizaron los resultados de tres proyectos de demostración cuidadosamente definidos y de dificultad creciente.
Cómo puede saber que la ropa está arrugada
Para ayudar al robot a percibir y manipular las prendas en 3D mediante un sistema de visión robótica binocular activa, se creó una base de datos de ochenta imágenes a color con sus correspondientes mapas de disparidad horizontal y vertical.
Esta base de datos se creó con dieciséis prendas diferentes como las que se encuentran en cualquier tienda de ropa. Se crearon imágenes de cada prenda en cinco configuraciones de postura diferentes en la cabeza robótica binocular del proyecto.
El resultado final es un robot puntero capaz de percibir y manipular de manera autónoma todo tipo de telas, tejidos y prendas. El software operativo está basado en ROS (Robot Operating System) y está escrito en C++, Python y Java.
Futura comercialización
Entonces, ¿este es el futuro de la plancha? Puede que aún falte bastante para la comercialización de un robot doméstico de planchado. Las manos humanas son extremadamente complejas; algunos movimientos sutiles, como cuando se desabotona una camisa, siguen siendo tareas muy complicadas para los robots.
El uso práctico más probable para este prototipo de robot es la clasificación de tejidos en un entorno industrial y con asistencia de humanos. El equipo del proyecto ya se ha puesto en contacto con una empresa fabricante de ropa en Italia para investigar la posibilidad de utilizar robots con fines comerciales en este sector industrial.
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