Informáticos de la Universidad de California en San Diego han creado un software que puede duplicar llaves sin la llave original, únicamente con una fotografía de ésta.
Los salientes de las llaves de nuestras casas representan un código numérico que describe completamente la manera de abrir el cerrojo. Si la llave no codifica de un modo preciso este código, nadie podrá abrir la puerta de nuestra casa. Sin embargo, si somos capaces de descifrar ese código, representado en los salientes de la llave, podremos duplicarla y, por supuesto, entra en casa.
“Hemos desarrollado este software para demostrar que a la gente que sus llaves no son inherentemente secretas”, comenta Stefan Savage, profesor de informática en la escuela de Ingeniería Jacob de la Universidad de California en San Diego, en un comunicado. “En su momento, era una asunción razonable, pero los avances en la imagen digital y en óptica han hecho posible que duplicar llaves a distancia sea muy fácil”.
En una demostración de este sistema, tomaron fotos de unas llaves normales y corrientes con la cámara digital de un teléfono móvil. Esa imagen fue después volcada en el software que genera la información necesaria para crear una copia idéntica. En otro ejemplo, usaron una cámara con una lente muy potente y sacaron una foto de unas llaves desde más de 200 metros de distancia. El desenlace fue el mismo.
Los resultados de este estudio han sido recogidos en un artículo presentado en el ACM’s Conference on Communications and Computer Security (CCS) 2008.
“Desde hace tiempo, los expertos han podido copiar llaves a partir de una imagen en alta resolución de la llave original. Lo que nosotros decimos es que este peligro se ha generalizado gracias a las cámaras digitales y a técnicas de visión de los ordenadores que pueden extraer automáticamente la información de la llave sin necesidad de ser un experto”, puntualiza Savage.
Igual que una tarjeta de crédito
Es cierto, sin embargo, que aunque hay mucho que hacer en este campo, ya se están desarrollando y vendiendo nuevos sistemas que codifican tanto los “secretos” electromagnéticos de la llave como el código físico. Por ejemplo, muchas llaves de coche incorporan chips inmovilizadores que previenen duplicar la llave. Lo que proponen estos informáticos es que nuestras llaves deberían tratarse con el mismo nivel de seguridad o confidencialidad que nuestras tarjetas de crédito.
Las llaves que usamos habitualmente tienen una serie de 5 ó 6 cortes espaciados en intervalos regulares. Los informáticos han creado un programa que puede procesar fotos de llaves tomadas desde casi cualquier ángulo y medir la profundidad de cada uno de esos cortes. Uniendo la profundidad de cada corte, es posible obtener el código de la llave. Con esta información, junto con la del fabricante o el tipo de llave se puede llevar a cabo la duplicación
El reto para este software, al que han llamado “Sneakey”, es que se ajuste a varios ángulos y distancias entre la cámara fotográfica y la llave que se quiere captar. Para salvar este problema, los investigadores han usado una técnica de visión por ordenador para normalizar la orientación y el tamaño de un objeto en tres dimensiones comparando los puntos de control de una imagen con los puntos equivalentes en otra imagen.
Funcionamiento sencillo
«El programa es simple. Sólo hay que hacer clic en la foto y decirle dónde está la parte superior de la llave y algunos otros puntos de control. A partir de ahí, se puede determinar con precisión la altura de cada uno de los cortes», explica Benjamin Laxton, miembro del equipo. Dado que cada pixel corresponde con una distancia fija, se puede determinar con bastante precisión la altura de cada corte”, puntualiza.
Los investigadores no han ofrecido su código al público, pero reconocen que construir un sistema similar no sería excesivamente difícil para alguien con conocimientos básicos en técnicas de visión por ordenador.
“Las tendencias tecnológicas en las visión por ordenador están en un punto que nos obligan a tener en cuenta los riesgos en los sistemas de seguridad físicos”, comenta Kai Wang, que también ha participado en esta investigación. Wang investiga la visión por ordenador y trabaja actualmente en la creación de sistemas capaces de leer textos en productos empaquetados. Esto forma parte de un proyecto, de la misma universidad, para crear un asistente personal de compra computerizado para las personas ciegas
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