RedacciónT21 
Investigadores del Centro Médico Académico de Ámsterdam (Países Bajos) han desarrollado una nariz electrónica que detecta con eficacia los diversos subgrupos de niños asmáticos.
Esta posibilidad de diferenciación podría hacer más específicos y eficientes los tratamientos para las personas con este trastorno, ya que se sabe que hay muchos tipos diferentes de asma, que a su vez afectan de manera distinta.
Las investigaciones actuales se centran en la categorización de estos diferentes grupos en fenotipos y en revelar vías fisiopatológicas subyacentes de dichos subgrupos. Si esto llega a conseguirse, los profesionales sanitarios podrán adaptar los tratamientos contra el asma a la medida de cada persona, en lugar de aplicar un enfoque único. La nariz electrónica creada también podría ayudar en este sentido.
El avance ha sido presentado estos días en el Congreso Internacional de la European Respiratory Society (ERS) celebrado en Munich, y forma parte del proyecto U-BIOPRED de la European Lung Foundation (ELF), una institución creada en 2000 por la ERS con el objetivo de reunir a pacientes, público y profesionales sanitarios para potenciar la salud pulmonar.
El proyecto U-BIOPRED, en concreto, está centrado en la investigación sobre los diversos tipos de asma, con el fin de definir los mejores diagnósticos y tratamientos para cada paciente.
Cómo funciona
En un estudio realizado, se analizó el perfil del aliento exhalado por un total de 106 niños con asma o sibilancias (sonido agudo, como un silbido, que hace el aire al pasar por las vías respiratorias congestionadas).
En concreto, se analizaron con la nueva nariz electrónica las partículas aéreas presentes en dichas muestras. Estas partículas son conocidas como compuestos orgánicos volátiles en aire exhalado.
Los resultados mostraron cinco subgrupos distintos. Cada grupo contenía pacientes con perfiles de aliento similares pero, al comparar sus características clínicas, se comprobó que diferían tanto en edad como en síntomas de asma.
Estos hallazgos sugieren que el análisis de la nariz electrónica puede ser útil en la comprensión de las diferencias entre individuos con asma lo que podría, en última instancia, podría ayudar con la identificación de subgrupos de la enfermedad, como se ha dicho.
Paul Brinkman, autor principal del estudio, explica en un comunicado de la ELF que "sabemos que las narices electrónicas tienen el potencial de ayudarnos a entender más acerca de una serie de enfermedades pulmonares. En este estudio, hemos demostrado que son un método eficaz para comprender mejor las sutiles diferencias observadas entre las personas con asma. Al clasificar el asma en diferentes subgrupos, podríamos proporcionar un tratamiento mucho más a la medida de cada individuo".
Las narices electrónicas también han sido utilizadas para detectar otros trastornos, como el cáncer o las enfermedades renales.
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