Melody Jackson obtuvo su doctorado en Ciencias de la Computación en Georgia Tech, el Instituto Tecnológico de Georgia (Atlanta, EE.UU.) en 1998 y ha entrenado a perros de asistencia durante casi 20 años. Ahora está juntando sus dos pasiones, las computadoras y los perros.
El equipo de investigación de Jackson, que incluye al profesor Thad Starner y al investigador Clint Zeagler, ha creado chalecos de alta tecnología para perros en un proyecto llamado FIDO (Facilitar las Interacciones a Perros con Ocupaciones, por sus siglas en inglés). Los chalecos están equipados con sensores, y algunos se activan con la mordedura del perro, otros cuando acerca el morro a un sensor de proximidad. Una vez activados, los sensores pueden enviar o bien señales sonoras o bien notificaciones de texto a un teléfono inteligente.
«En la actualidad, los perros sólo pueden comunicarse con la gente con sus ladridos o mediante el lenguaje corporal. A veces eso no es suficiente», dice Jackson, profesora asociada en la Escuela de Computación Interactiva, en la web de la universidad. «Los sensores pueden darles una «voz» que nunca han tenido.»
Por ejemplo, Jackson está trabajando en demostraciones de búsqueda y rescate en laboratorio. En el mundo real, los perros que buscan una persona desaparecida pueden buscar solos, olfateando un olor. Una vez que encuentran a alguien, deben dejar a la persona, regresar a su entrenador, y a continuación, dirigir el grupo de búsqueda de nuevo a la persona. El proceso podría ser más fácil y más rápido con la tecnología FIDO.
«Cuando un perro encuentra una persona desaparecida, podría activar el sensor que envía un mensaje de texto al teléfono del entrenador y crea un mapa GPS», explica Jackson. «El perro podía quedarse con la persona o continuar buscando a otras.»
Detectores de bombas
Jackson también dice que los perros detectores de bombas podrían usar chalecos de sensores múltiples para indicar qué productos químicos están presentes cuando las encuentran.
Los perros de asistencia podrían comunicar a sus dueños con discapacidad auditiva si suena un timbre o es una alarma de incendios la que se ha activado. Un perro puede oír ambos, pero las acciones necesarias para cada sonido son muy diferentes.
Los perros asimismo podrían activar un mensaje sonoro al encontrar a otra persona, en caso de que su adiestrador se encontrar en problemas y no pudiera ir él mismo: «Mi entrenador necesita que vengas conmigo». Cuando la gente oye hablar al perro, «da un salto», bromea Jackson en un artículo de la revista Wired. Por otro lado, Jackson también está desarrollando sensores para caballos que emiten señales de cojera, por ejemplo.
Secado
Asimismo, científicos de Georgia Tech están estudiando las sacudidas que dan los perros para secarse, para imitarlos con máquinas. Los perros son capaces de secarse al 70% en pocos segundos, con hasta siete sacudidas por segundo (en el caso de los chihahuas). La piel húmeda es un mal aislante, por lo que el secado rápido es esencial para evitar la hipotermia.
Por ejemplo, la próxima vez que un rover aterrice en Marte, el robot podría sacudirse el polvo de sus paneles solares. Las cámaras digitales actuales se basan en agitadores internos para quitar el polvo de los sensores.
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