La revista británica JASSS, especializada en la investigación de los procesos sociales a través de simulaciones informáticas, ha publicado un artículo acerca de una investigación realizada con un modelo de simulación para averiguar si la religión es o no un impulso humano surgido, a lo largo de la evolución, para mejorar nuestra capacidad de adaptación al mundo.
James Dow, autor del estudio y profesor emérito de antropología de la Universidad de Oakland, en Rochester (Estados Unidos), describe en JASSS los resultados de dicha simulación que demuestran, entre otras cosas, que existe un rasgo unificador en todas las religiones: la creencia en un mundo no constatable o verificable. Esta creencia ha ido evolucionando junto al conocimiento verificable.
Por otro lado, con la simulación se examinaron las condiciones necesarias para la comunicación de información “irreal” o no verificable entre individuos, comunicación que evolucionó, dentro del sistema simulado, en paralelo con la transferencia de información sobre lo real. En definitiva, señala Dow, los resultados respaldan la teoría que señala que realmente la religión es un recurso de adaptación.
La simulación consistió en un modelo de comunicación basado en agentes que poseían dos tipos de información: información verificable (información real) sobre el mundo real, e información no verificable (información irreal), sobre un mundo imaginario. Una simulación es el retrato de una situación para averiguar los resultados (por ejemplo, con grupos de individuos), mientras que se considera agente a los elementos que actúan en dicha simulación.
Teorías sobre la religión
La evolución del comportamiento religioso ha resultado siempre problemática y difícil de definir para las ciencias sociales. En la antropología cultural, concretamente, las hipótesis comprobables han empezado a surgir sólo recientemente, y los últimos avances han sido fruto de la síntesis entre psicología evolutiva, ciencia cognitiva, neurofisiología y antropología darviniana, escribe Dow.
Las teorías bioculturales modernas sobre la evolución de la religión pueden dividirse en tres categorías, señala el autor: las teorías cognitivas (la religión es la manifestación de módulos mentales que han evolucionado con otros propósitos), las teorías de regulación ecológica (la religión es un sistema de control simbólico que regula la interacción de los grupos humanos con su medio) y las teorías que postulan que la religión es un sistema generado para reducir la decepción y generar confianza y cooperación dentro de los grupos humanos. Las dos últimas teorías defienden, por tanto, que la religión es un mecanismo de adaptación.
De cualquier forma, definir la religión desde el punto de vista científico es difícil, asegura Dow. Y el principal escollo sería dar una explicación sobre la creencia en cosas irreales. Esta creencia en lo irreal, de servir para nuestra adaptación al mundo, debería aumentar nuestras capacidades de supervivencia y de reproducción.
Evidencias de que la religión es un fenómeno evolutivo de adaptación podrían existir en la correlación entre comportamiento religioso y el medio particular en que éste se desarrolla o en la generación de un modelo válido del proceso evolutivo que seleccione un tipo de comportamiento.
Información real e irreal
En la simulación desarrollada para esta investigación, se creó una sociedad de agentes que generaron un marco en el que pudo evolucionar la capacidad genéticamente transmitida para el comportamiento religioso.
El propósito de la simulación basada en agentes era demostrar cómo la comunicación genética sobre lo religioso puede tener lugar dentro de un grupo como resultado del contacto social, explica Dow.
El modelo basado en agentes utilizado fue designado como evogod e incluyó cambios tanto en la frecuencia genética como en el aprendizaje cultural.
Los agentes tenían la capacidad de seguir dos comportamientos, el de la comunicación de lo real y el de la comunicación de lo no-real. La comunicación de lo real suponía información sobre el medio, y servía para que el receptor pudiera incrementar sus habilidades. La comunicación de lo no-real o irreal no era acerca del medio y podía disminuir las habilidades del receptor al distraer su atención. Según escribe Dow, la comunicación religiosa es considerada del tipo irreal.
En el modelo, el acto de recibir información desarrollaba la capacidad de comunicar información del mismo tipo. El proceso de aprendizaje era controlado por parámetros del sistema. Con el modelo evogod se cubrió la evolución acaecida en el Paleolítico, entre hace 100.000 y 10.000 años, después de que el lenguaje hubiese evolucionado y antes de que se inventase la escritura.
No es la comunicación
La simulación evogod mostró, en primer lugar, cómo la habilidad para generar ideas religiosas puede evolucionar por comunicación social. Esto revela un proceso de selección que puede incrementar las capacidades genéticamente heredadas para comunicar lo irreal, la información no-verificable.
Por otro lado, en diversos casos, los agentes aprendieron cómo comunicar información real recibiendo información irreal. Por lo tanto, concluye Dow, la evolución de la religión probablemente no haya sido causada por la simple estimulación de la comunicación, ya que de la recepción de información no verificable no siempre se derivó su transmisión a los demás miembros del grupo sino, al contrario, se derivó la transmisión de información sí verificable.
Asimismo, de la simulación se desprendió claramente que la clave para la evolución de la religión sería la habilidad para atraer partidarios o seguidores. La simulación evogod no explica por qué la gente da beneficios a otros que proclaman una realidad que no es verificable, pero demuestra que, si los individuos hacen esto último, la evolución biológica del comportamiento religioso puede producirse.
El atractivo de los comunicadores de lo irreal podría deberse a la habilidad que éstos tienen para imitar a un padre atento, o a su atractivo sexual o mental, explica Dow. De cualquier forma, la simulación mostró que no basta sólo la comunicación cultural para que la religión evolucione, sino que debe haber otros factores en juego.
Hacer un comentario