El pasado mes de mayo de 2014, investigadores de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) anunciaban que Japón iba a apostar por un intrépido proyecto, destinado a garantizar el suministro energético de todo el planeta: desarrollar en el espacio un gigantesco parque solar.
¿Por qué llevar al espacio los paneles solares? Pues porque se calcula que, en ese entorno, podrían ser entre cinco y 10 veces más eficientes que en la Tierra, pues recabarían energía del Sol sin las interferencias de la meteorología, las estaciones del año o las horas de la noche.
Además, las emisiones de CO2 de este gran parque solar serían reducidas y provendrían únicamente de la instalación receptora. Se ha calculado que el sistema, que ha sido bautizado como SSPS, será capaz de procesar en torno a un gigavatio de potencia, una magnitud similar a la de las centrales nucleares.
El modelo propuesto, compuesto por paneles solares flotantes, tendría varios kilómetros de longitud y pesaría diez mil toneladas métricas. Los paneles estarían amarrados a un punto terrestre, para que el satélite se mantuviera en un punto fijo en órbita geoestacionaria.
Cómo traer la energía a la Tierra
En mayo, los investigadores japoneses estaban analizando cómo podría transmitirse a la Tierra toda la valiosa energía solar recolectada por esta planta espacial gigante.
Los impulsores del proyecto opinaban que dicha energía podría convertirse en microondas o en haces de láser, o en una combinación de ambos, que seguidamente se transmitirían a una instalación receptora situada en la Tierra. Esta transmisión se haría de manera inalámbrica, con una técnica que permite la distribución de energía eléctrica sin utilizar soporte material. Las ondas se transmiten a través del espacio, necesitando un emisor y un receptor.
Ahora, se han anunciado dos avances en esta dirección. Por una parte, según informa la revista Physorg, una importante empresa japonesa -Mitsubishi Heavy Industries- ha conseguido esa transmisión inalámbrica de energía, con una tecnología de microondas. Con ella, ha logrado enviar 10 kilovatios a un receptor situado a 500 metros.
Aunque esta distancia de transmisión conseguida aún es escasa, en comparación con los 36.000 kilómetros de distancia de la Tierra a los que se proyecta colocar la planta solar espacial, ha sido valorada como una consecución importante. “Demuestra la posibilidad de transmisión comercial de energía sin cable”, aseguran portavoces de Mitsubishi Heavy Industries.
Por otro lado, la JAXA también ha anunciado que sus científicos han logrado transmitir energía de forma inalámbrica, en este caso 1,8 kilovatios, con una precisión milimétrica y hasta un receptor situado a 55 metros de distancia.
Tiempos futuros
Los responsables del proyecto en la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial calculan que, a pesar de estos avances, aún quedan años para que la tecnología esté lista para ser colocada y para que funcione en el espacio. “Quizá para 2040 o más tarde”, señalan en declaraciones recogidas en otro artículo de Physorg.
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