Un estudio realizado por investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), en Suiza, ha identificado el mecanismo cerebral destinado al aprovechamiento de una oportunidad. A través del mismo, aprendemos a esperar el mejor momento para realizar una acción, y a frenar a su vez el impulso que nos llevaría a actuar antes de tiempo.
El hallazgo permitirá estudiar cómo diferentes áreas del cerebro se suprimen o se activan entre sí, y nos enseña la forma en la cual podemos realizar movimientos rápidos y precisos. Al mismo tiempo, nos indica el camino para suprimir los impulsos internos mediante el control cognitivo.
De acuerdo a una nota de prensa, los experimentos en roedores han permitido comprobar que distintas regiones del cerebro se activan o se inhiben para que la reacción frente a los estímulos sea lo más oportuna posible: ni demasiado apresurada ni excesivamente lenta.
Esta condición es muy importante para la vida cotidiana, ya que mientras se explora la realidad nos encontramos permanentemente con la tentación de reaccionar antes de tiempo, corriendo el riesgo de perder una oportunidad clave por no saber esperar el momento preciso para actuar. Afortunadamente, el cerebro sabe cómo guiarnos en estas situaciones.
Respuesta motora y control cognitivo
Para los especialistas, el mecanismo se resume en el concepto de «respuesta motora retardada». Según lo observado en las pruebas con ratones, pudieron apreciar que determinadas zonas de la corteza cerebral y otras regiones del cerebro conforman una especie de red que, al «encender» o «apagar» determinados sectores, hace posible que una acción se retrase con el objetivo de esperar el momento más adecuado y preciso.
El proceso incluye la puesta en marcha o la supresión de áreas de preparación o ejecución motora. De esta forma, cuando se requiere esperar la oportunidad exacta, las áreas de preparación se activan y las de ejecución quedan «dormidas».
Por el contrario, cuando llega el momento indicado para actuar el proceso se invierte: las áreas de ejecución motora se encienden y las de preparación quedan temporalmente inhabilitadas. En ese instante, la red cerebral de la oportunidad se aboca a actuar con precisión.
Tema relacionado: Descubren neuronas que certifican nuestras decisiones.
El rol de la corteza motora secundaria
Todo indicaría que una región específica del cerebro denominada corteza motora secundaria cumpliría un rol crucial en este proceso, al integrar las distintas zonas de preparación y ejecución de acciones para hacer viable la espera del momento ideal, aprovechando la oportunidad de la mejor manera y no actuando antes de tiempo.
Ya se sabía que la corteza motora secundaria posee una función trascendente al momento de programar y planificar los pasos que deben realizarse para alcanzar la máxima precisión y coordinación posibles, en cuanto a los movimientos y acciones. Sin embargo, ahora se conoce cómo se integra en un mecanismo cerebral más amplio de aprovechamiento de las oportunidades.
El control de los impulsos
Además, gracias al empleo de sofisticadas técnicas de observación de la actividad cerebral, como la electrofisiología de alta densidad o la activación de genes con luz, los expertos lograron desentrañar en el cerebro de los roedores los detalles del circuito que tiene lugar en diferentes zonas de la corteza cerebral y cómo interactúan las distintas áreas.
Según el nuevo estudio, publicado en la revista Neuron, el descubrimiento podría facilitar futuras investigaciones con respecto a la forma en la cual podemos aprovechar el potencial de nuestro cerebro para controlar impulsos perjudiciales, gracias a la gestión adecuada de nuestras habilidades cognitivas.
Referencia
Rapid suppression and sustained activation of distinct cortical regions for a delayed sensory-triggered motor response. Vahid Esmaeili, Keita Tamura, Wulfram Gerstner, Carl C.H. Petersen et al. Neuron (2021).DOI: https://doi.org/10.1016/j.neuron.2021.05.005
Foto: Braden Collum en Unsplash.
Hacer un comentario