Tendencias21
Edgar Morin: del universo complejo a la Realidad velada

Edgar Morin: del universo complejo a la Realidad velada

Un universo complejo presupone una realidad múltiple, contradictorio-complementaria, danzante y fluyente, una Naturaleza heraclitiana. Pero ¿quién puede asegurar que sigue siendo así en profundidad? ¿Es múltiple y compleja la raíz más honda de lo Real? ¿Es múltiple y complejo lo Real-en-sí? ¿Se equivocaron Parménides y los Upanishad? Todo apunta a que Edgar Morin está hoy suministrando una descripción magistral de lo que la tradición hindú de la Vedanta Advaita denomina Maya, la Gran Ilusión Cósmica. Pero lo Real, Lo Simple, sigue oculto tras el velo. Una de las corrientes sobresalientes del pensamiento contemporáneo ha conducido, en la línea de Bergson, Whitehead y el mismo Teilhard de Chardin, a la superación del racionalismo reduccionista de tradición cartesiana por un nuevo paradigma holístico, al que Edgar Morin ha contribuido desde el enfoque sistémico de la complejidad. Por José Luis San Miguel de Pablos.

Edgar Morin: del universo complejo a la Realidad velada

Los inicios del siglo XXI están haciendo añicos todas las simplificaciones, todas las “simplezas”, y frente a este hecho indiscutible, nada pueden los fundamentalismos.

Sin embargo, lograr la mayor simplificación posible para mejor comprender y controlar la realidad, fue desde el siglo XVII –y más concretamente desde Descartes– un objetivo prioritario de la Ciencia. El Discurso del Método del filósofo francés estableció un programa que se ha intentado llevar rigurosamente a cabo. “Con notable éxito”, suele añadirse… aunque motivos no faltan para poner en duda el comentario.

Recordemos los párrafos centrales: …[se debe] dividir cada una de las dificultades que se examinan en tantas partes como sea posible, a fin de resolverlas mejor. Conducir ordenadamente el pensamiento, empezando siempre por los objetos más simples y fáciles de conocer, para ascender luego, paso a paso, gradualmente, hasta el conocimiento de los objetos compuestos. Hacer siempre recuentos tan completos y revisiones tan generales que se llegue a estar seguro de que nada se ha omitido…

Esas largas cadenas de razonamientos simples y fáciles, de que suelen servirse los geómetras para llevar a buen término sus más dificultosas demostraciones, conducen a suponer que todas las cosas que pueden ser objeto de conocimiento humano se siguen de la misma manera, y que, con tal de abstenerse de dar por verdadera ninguna que no lo sea y de respetar siempre el orden necesario para poder deducir las unas de las otras, no puede haber cosa alguna tan remota que no se pueda llegar a ella, ni tan escondida que no pueda ser descubierta.

Procediendo tal como recomienda Descartes, se han alcanzado, qué duda cabe, resultados espectaculares: los análisis químicos han permitido conocer la composición exacta de las sustancias compuestas, con el resultado de un gran desarrollo de la industria química y farmacológica; la desintegración controlada de los núcleos atómicos en sus partículas constitutivas ha hecho posible disponer de la energía contenida en la materia; el descubrimiento de que esas partículas no son exactamente “elementales” y que a su escala no rigen los mismos supuestos que a la escala macroscópica ha dado nacimiento a la segunda gran rama de la física, la cuántica (si bien justamente ahí al cartesianismo se le han presentado serios problemas).

La ciencia como análisis de componentes

Entre tanto, la vida era también objeto del asalto analítico: plantas y animales han sido diseccionados, individuos han sido aislados de su entorno para estudiar sus modificaciones –o provocarlas– y poder utilizarlos mejor como piezas de la cadena productiva; los factores moleculares esenciales de la transmisión genética, el ADN y el ARN, han sido identificados y manipulados.

Todo ello ha permitido desarrollar, a una escala antes inimaginable, la industrialización agropecuaria. Una metodología estrictamente analítica es, pues, lo que ha posibilitado el despliegue explosivo de la civilización tecnoindustrial, y el que un número de seres humanos que supera ya los seis mil millones pueda, bien que mal, alimentarse… y seguir aumentando.

La mente misma, junto con sus instrumentos internos, ha sido analizada también, siguiendo el método cartesiano. Se ha considerado la cognición como una mera composición de sensaciones puntuales, el psiquismo como el epifenómeno resultante de la integración de multitud de pulsiones eléctricas generadas en las neuronas, el discurso –base de la comunicación y del pensamiento verbalizado– como una combinación, más o menos enrevesada, de elementos sintácticos asociados a signos convencionales.

En todos los ámbitos, las aproximaciones sintéticas eran tenidas por sospechosas de encubrir peligrosos intuicionismos e irracionalismos, ya que “racionalidad” y “capacidad de análisis” habían llegado a ser sinónimos.

En lo que se refiere a las síntesis a posteriori, a la posibilidad de recomponer lo previamente deconstruido, ciertamente se valoraban (¡ahí es nada, re-crear el mundo una vez que se ha entendido!), pero surgía un problema y es que muy pocas cosas podían ser verdaderamente reconstruidas, ni siquiera a nivel cognitivo, después de haberlas desintegrado.

“Algo” (¿la vida, el sentido…?) se perdía inevitablemente en el proceso de análisis. Llama, por cierto, la atención la notoria dificultad que encontramos en el especializado mundo de la biología, en dar con una definición satisfactoria de “vida”.

El programa cartesiano exigía, para su puesta en práctica, el descrédito y la marginalización de las voces discordantes. Voces que hablaban de desconexión, de insensibilidad, de cierre de las vías cognitivas no analíticas…

Edgar Morin: sistema frente a reduccionismo

Edgar Morin, exitosa voz discordante, es sin duda uno de los pensadores vivos más importantes. Su insistencia en proclamarse ateo refleja un rechazo claro del teísmo, de la creencia en un Dios personal, pero no logra disipar en el lector la impresión de que sus propuestas favorecen grandemente el reencantamiento de la Naturaleza, la “panteización” del Mundo.

La teoría de Sistemas (von Bertalanffy, 1901-1972) fue, para Edgar Morin, un punto de partida, y la conocida frase de Aristóteles “El todo es más que la suma de las partes”, una clave esencial. Él constata, en efecto, como von Bertalanffy, que “entidades (de un cierto orden) integran entidades (de órdenes superiores)”.

Sólo que para él hay más… La complejidad no es sólo la forma anidada en que se estructura el mundo, forma que la concepción sistémica percibía ya con claridad. La Realidad Compleja, que se identifica con la realidad toda, cuenta además con otros rasgos característicos.

Entre ellos los siguientes:

1. Toda entidad real –y, por eso mismo, compleja– es abierta, en el sentido de estar relacional y energéticamente integrada en un medio constituido por una intrincada red de otras entidades de su mismo nivel y de otros niveles, con el que establece un intercambio energético-entrópico e informacional permanente.

2. Al mismo tiempo, toda entidad es también cerrada, en el sentido de contar con una frontera o límite que define su campo espacial de existencia. No obstante, ningún límite es absoluto ni definitivo, aunque sí puede ser estable durante largo tiempo.

3. No es la linealidad sino la circularidad (o mejor, la recursividad) lo que suministra la clave de la Naturaleza. Con gran frecuencia las dinámicas circulares no son “viciosas” (vuelven estérilmente al punto de partida) sino que son “virtuosas”, creativas.

4. Toda entidad real y por tanto compleja despliega, en alguna medida, “apariencia de finalidad”, al menos en lo que a su automantenimiento se refiere. La teleonomía no es exclusiva de la vida orgánica, aunque sí se despliega en ella con expresividad máxima. La autoorganización, basada principalmente en dinámicas recursivas, en feedbacks, es un fenómeno universal que, por lo demás, se asocia necesariamente a la eco-organización (ver punto 1).

5. Algo parecido a una “autoidentidad” rudimentaria parece vislumbrarse en las entidades naturales, a causa de su auto-eco-organización. Aunque parezca un tanto excesivo hablar de conciencia tratándose de entidades no vivas, lo cierto es que un modelo basado en el cierre autoorganizativo más la apertura informacional proporciona una base para que la misma pueda teóricamente esbozarse a un nivel muy elemental, incluso muy atrás (o muy abajo) en la “Gran Cadena de la Realidad Compleja”, inextricablemente solidaria, por otra parte, en tanto que red con nudos entitativos múltiples.

6. Las propiedades emergentes de las entidades que surgen en los niveles de integración superiores, que postula el sistemismo, son admitidas también por el enfoque de la complejidad, pero se tiene en cuenta que el “yo” también forma parte de la Red de la Realidad compleja, y que en las propiedades y cualidades de todo también él se encuentra, de algún modo, implicado. La “realidad-en-sí” está ciertamente ahí, pero un Mundo sensible e inteligible sólo nace de la interacción entre dicha realidad y el sujeto, sólo nace en la interfacies de ambos, por lo que todo descubrimiento (por ejemplo, de propiedades emergentes) tiene algo de creación, y viceversa. No es de extrañar que los dibujos de Escher sean los iconos predilectos de Edgar Morin.

7. La naturaleza intrínsecamente compleja de la Realidad no desemboca “hacia abajo” en un nivel básico simple. La complejidad existe en y desde la misma base, afirma con rotundidad Edgar Morin. Pero desde el momento en que la complejidad se define como “la imposibilidad de descomponer algo en partes absolutamente simples aplicando un algoritmo, aunque sea ilimitadamente largo”, cabe concluir que no existe, según Morin, ningún zócalo físico verdaderamente elemental al que todo puede ser reducido. La Naturaleza se da en niveles múltiples, todos de la misma categoría ontológica, que son revelados por la conciencia (la cual es, a su vez, producto de esa misma Naturaleza que ella contribuye a dar forma).

Mirar la naturaleza desde la complejidad y el holismo

La concepción de una Naturaleza esencialmente compleja, de Edgar Morin, le conduce al abandono del Método de Descartes, que parte de supuestos ontológicos falsos y deforma nuestra relación mental, afectiva y práctica con la Naturaleza, con nuestros semejantes y con nosotros mismos. Pero el nuevo Método no ha quedado ya establecido de una vez por todas.

El “método de la complejidad” no es susceptible de ser formulado, como el cartesiano, de una manera simple y escueta; se diría que a dicho método sólo cabe aproximarse asintóticamente mediante tanteos. Sólo cabe aproximarse a él recursivamente, de una manera que recuerda el funcionamiento iterativo de muchos programas de ordenador.

Hay que subrayar que el enfoque y método de la complejidad hace referencia explícita a su propia provisionalidad. Si toda teorización sobre lo real es un constructo que modeliza y formaliza algunos rasgos fenoménicos de una realidad incognoscible que, como en-sí, se hurta a todas las teorías, esto mismo hay que aplicarlo al enfoque basado en nuestra percepción de la complejidad cósmica. Y de hecho, así lo admite Edgar Morin.

Pero ¿cómo superar una concepción tan universal y comprensiva? Es esta una pregunta que da para mucho, pero aun así algo es posible decir en muy pocas palabras… Un universo complejo presupone una realidad múltiple, contradictorio-complementaria, danzante y fluyente, una Naturaleza heraclitiana.

Pero ¿quién puede asegurar que sigue siendo así en profundidad? ¿Es múltiple y compleja la raíz más honda de lo Real? ¿Es múltiple y complejo lo Real-en-sí? ¿Se equivocaron Parménides y los Upanishad?

Personalmente, pienso que no se equivocaron. Todo apunta a que Edgar Morin está hoy suministrando una descripción magistral de lo que la tradición hindú de la Vedanta Advaita denomina Maya, la Gran Ilusión Cósmica.Pero lo Real, Lo Simple, sigue oculto tras el velo.

De esta forma, una de las corrientes sobresalientes del pensamiento contemporáneo ha conducido, en la línea de Bergson, Whitehead y el mismo Teilhard de Chardin, a la superación del racionalismo reduccionista de tradición cartesiana por un nuevo paradigma holístico, al que Edgar Morin ha contribuido desde el enfoque sistémico de la complejidad.

José Luis San Miguel de Pablos es profesor en la Universidad Comillas y miembro de la Cátedra CTR

Bibliografía esencial

René Descartes, Discurso del Método, Diálogo, Valencia
Edgar Morin, El Método, vols. 1 a 6, Cátedra, Madrid.

Jose Luis San Miguel de Pablos

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • Crean el primer mapa completo de las combinaciones del ADN humano 24 enero, 2025
    En un importante avance en el campo de la genética, un equipo científico ha creado el primer mapa completo de cómo el ADN humano de dos padres se mezcla en la descendencia: comprender en profundidad las combinaciones del ADN puede permitir un gran salto adelante en el entendimiento de la diversidad genética y su relación […]
    Pablo Javier Piacente / T21
  • La IA reduce de dos años a seis semanas los tiempos del aprendizaje 24 enero, 2025
    Un programa piloto en Nigeria logró condensar los contenidos que reciben los estudiantes en dos años en solo seis semanas, empleando herramientas de Inteligencia Artificial (IA): además de la reducción en los tiempos de aprendizaje, logró actualizar contenidos y borrar brechas de género en sitios donde la falta de docentes calificados, la ausencia de materiales […]
    Pablo Javier Piacente / T21
  • Nuevas evidencias confirman la presencia de antiguos lagos y cuerpos de agua líquida en Marte 24 enero, 2025
    Imágenes tomadas por el rover Curiosity de la NASA muestran firmas geológicas de antiguos lagos y estanques de agua líquida en Marte, que habrían estado abiertos al aire marciano y sin agua congelada. Los especialistas indican que los rastros en forma de ondas que muestran los viejos cursos de agua se formaron hace unos 3,7 […]
    Pablo Javier Piacente / T21
  • Los microplásticos bloquean el flujo sanguíneo en el cerebro 24 enero, 2025
    Un estudio realizado en roedores ha desvelado un mecanismo a través del cual los microplásticos que se incorporan al torrente sanguíneo tienen la capacidad de generar trombos u obstrucciones en el cerebro: además de la incidencia negativa de estos coágulos, que tienen el potencial de provocar un accidente cerebrovascular (ACV) al bloquear el flujo sanguíneo […]
    Redacción T21
  • Las misteriosas ráfagas de radio rápidas podrían nacer en galaxias antiguas y muertas 23 enero, 2025
    Los astrónomos están dejando atrás la idea de que las ráfagas de radio rápidas (FRB) emanan únicamente de regiones de formación estelar activa o galaxias jóvenes: nuevas evidencias observacionales sugieren que los orígenes de estos enigmáticos eventos cósmicos podrían ser más diversos, incluyendo incluso a galaxias antiguas y sin actividad.
    Pablo Javier Piacente / T21
  • Un enorme objeto interestelar modificó para siempre a nuestro Sistema Solar 23 enero, 2025
    Un estudio sugiere que es posible que un objeto de origen interestelar de enorme tamaño y peso se introdujera en el Sistema Solar al principio de su formación, dejando una huella imborrable en las órbitas planetarias, antes de desviarse nuevamente hacia otros confines del Universo. El visitante fugaz podría haber tenido características similares al misterioso […]
    Pablo Javier Piacente / T21
  • ¿Fue la Edad del Hierro un período histórico matriarcal? 23 enero, 2025
    Genetistas y arqueólogos han descubierto a través del análisis de ADN antiguo evidencia convincente que sugiere que la Edad del Hierro de Gran Bretaña puede haber sido aún más matriarcal de aquello que se pensaba anteriormente: las tierras se transmitían a la descendencia femenina, por ejemplo, siendo la primera vez que se documenta este tipo […]
    Redacción T21
  • Doctor Manuel Corpas: un viaje alucinante a través de la Genómica y la Bioinformática 23 enero, 2025
    El científico español Manuel Corpas ha sido pionero en compartir en Internet la base genética de su familia con la finalidad de descubrir hasta qué punto los genomas influyen en nuestras elecciones de vida. Ahora está construyendo una red internacional de investigación en torno a los genomas de diversidad latinoamericanos para descubrir cómo la migración […]
    Alejandro Sacristán/T21
  • Tendremos un futuro utópico y distópico a la vez 23 enero, 2025
    La nueva edición de la exposición ArtFutura, que se desarrolla en el Palacio Neptuno de Madrid, transmite un mensaje claro: la Inteligencia Artificial Generativa no es una amenaza para el arte, sino una nueva herramienta que expande los límites de nuestra creatividad. Sin miedo.
    Alejandro Sacristán (enviado especial T21)
  • El cambio climático está "atrapando" a algunas bacterias en un bucle temporal eterno 22 enero, 2025
    Especies de bacterias en un lago de Wisconsin están en una suerte de "bucle interminable" evolutivo: han crecido rápidamente y regresado abruptamente a su estado inicial, repitiendo una y otra vez ese ciclo, aparentemente en respuesta a estaciones y otros parámetros ambientales que cambiaron drásticamente como consecuencia del cambio climático.
    Pablo Javier Piacente / T21