El año pasado los EEUU superaron a Europa en el número de suscriptores a las redes de alta velocidad 3G, según datos de comScore. Es uno de los datos que indican que el liderazgo de Europa en tecnologías de telecomunicación inalámbricas está llegando a su fin, como resumen estas palabras de Kanishka Agarwal, vice-presidente de la división de móviles en Nielsen: “Nos hemos puesto al día, y hemos aprobado.”
Estos datos se complementan con los del incremento del número de clientes norteamericanos que adquirieron teléfonos inteligentes (capaces de acceder a Internet y de descargar aplicaciones), que pasó de un 6% durante el año anterior a un 16% a principios de 2008 –según una encuesta de la consultoría Nielsen Mobile–, mientras que los compradores europeos pasaron durante el mismo periodo de tiempo de un 11% a un 17%.
Gigantes inalámbricos
Detrás de estos incrementos, además de la actividad de otros operadores y desarrolladores, podemos encontrar dos importantes nombres: Google y Apple, según informa un reciente artículo de BusinessWeek. La salida al mercado durante estos días del software Android de Google está atrayendo a desarrolladores de todo el mundo, y entre otras cosas la plataforma les permitirá enviar sus aplicaciones para que los usuarios las valoren. Google, Yahoo y Microsoft están realmente redefiniendo la navegación web mediante móvil.
Por su parte, Apple ofrece ya cientos de aplicaciones procedentes de desarrolladores de todo el mundo desde su iTunes App Store. 3.000 innovadoras aplicaciones según el Business Week, con las que, en palabras del analista de la consultoría Gartner Ken Dulanay, “Apple ha cambiado fundamentalmente la industria desde un foco en hardware a un foco en software y contenido.”
Lo que significa todo esto es que, incluso más que los operadores o los fabricantes de móviles, los desarrolladores de software se están convirtiendo en los auténticos protagonistas de la navegación inalámbrica. Pero también aquéllos están comenzando a ofrecer innovadores servicios no sólo para portátiles y teléfonos móviles, sino también para dispositivos como el e-reader Kindle de Amazon, que permite a los usuarios descargar libros digitales de la red de Sprint Nextel, o el Peek de Target, un dispositivo inalámbrico sólo para e-mail, que trabajará sobre la red de T-mobile.
El motor en los márgenes
Aplicaciones y servicios, más allá de las infraestructuras, son pues el motor del Internet móvil a día de hoy, y cabe predecir que así seguirá siendo en el futuro. Pero así sucedió ya en el pasado con el correo electrónico, la World Wide Web, las redes PSP y los blogs, entre otros, tal y como explicaba en un interesante artículo Leonard Kleinrock –de la UCLA–, uno de los padres de Internet.
Según Kleinrock, antes las infraestructuras eran el motor, y las aplicaciones y servicios iban desarrollándose intentando aprovechar las capacidades que les brindaba aquélla. Actualmente esto ha cambiado y ahora es la infraestructura la que va a la zaga de las aplicaciones y servicios, que llevan la delantera y marcan el ritmo, empujando y guiando a la tecnología. El actual desarrollo del mercado inalámbrico en EEUU parece obedecer a estos presupuestos de Kleinrock.
“La clave del futuro de Internet es que la evolución no se está produciendo fundamentalmente en su estructura central, sino en los márgenes. Es en los márgenes donde están surgiendo la participación de los usuarios, las aplicaciones y los servicios flexibles y la innovación.”
El país de las oportunidades… inalámbricas
Vale la pena prestar atención a los juicios y predicciones que Kleinrock porque ya dio en la diana con algunos de ellos emitidos en comunicado de la UCLA nada menos que de 1969, en el que dijo “que la tecnología de Internet estará en todas partes, siempre accesible, siempre conectada, que todo el mundo podrá conectarse desde cualquier lugar con cualquier dispositivo y en cualquier momento (…)”.
Así han venido a ser las cosas y así parecen estar encaminadas para el futuro, y es obvio que los actuales teléfonos intelegentes son una de las piezas clave en todo el proceso. En torno a ellos se mueve una enorme industria de aplicaciones y servicios demandados por los usuarios, que incluye no sólo a los desarrolladores de software sino también por ejemplo y entre otros a los fabricantes de auriculares inalámbricos, y que se encuentra en pleno auge.
Todo ello parece apoyar pues la opinión de Andrew Stein, director de desarrollo de negocios de móvil en PopCap (con sede en Seattle), empresa que desarrolla juegos para móvil y PC y empezó a operar en el extranjero abriendo un estudio de diseño de juegos en Dublin (Irlanda) en 2006, y en julio pasado abrió una oficina en Shanghai. Dice Stein: “El éxito en los EEUU es el mejor trampolín para lanzarse globalmente.”
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