Científicos de la Universidad de Princeton han hallado una nueva molécula en el microbioma humano que lleva adelante una extraña actividad fratricida: elimina sin compasión a otras moléculas que comparten su entorno. El microbioma humano es el conjunto de microorganismos que se localizan de manera normal en distintos sitios del cuerpo humano.
Según se explica en un comunicado, este comportamiento fratricida se sustentaría en una razón evolutiva, al mejorar la composición genética de la población.
Como si se tratara de una adaptación a la biología molecular de la antigua historia bíblica de Caín y Abel, la diminuta molécula, denominada estreptosactina, dedica su microscópica existencia al rastreo y eliminación de sus “hermanas” dentro del microbioma. Los investigadores resaltan que el comportamiento no es alarmante: así es el mundo microbiano, no existe la moral. Todo es cuestión de supervivencia.
Para concretar el importante hallazgo, los especialistas utilizaron una avanzada estrategia de búsqueda bioinformática, que les permitió seleccionar moléculas en busca de dos características claves. Por un lado, el comportamiento comunitario, una condición que los llevó a descubrir la actitud fratricida. Y, por otra parte, el hallazgo de alguna novedad estructural en las moléculas analizadas.
Pero allí no terminó todo, ya que el trabajo fue arduo y se extendió en el tiempo. Con posterioridad a la aplicación de la estrategia bioinformática, los científicos utilizaron técnicas avanzadas de espectrometría de masas, manipulando y concentrando los extractos de cultivo en más de mil ocasiones, hasta finalmente localizar el compuesto buscado.
Una molécula original
Aunque se ha hallado comportamiento fratricida en otras bacterias, sobretodo en escenarios dominados por enzimas o proteínas de gran tamaño, es la primera ocasión en la cual se verifica en una molécula pequeña. Todavía no es posible determinar con certeza las causas de su comportamiento, pero todo indica que estaría orientado a optimizar la evolución de la población, al mejorar la composición genética.
Los científicos explicaron que el fratricidio sería la única forma que tiene esta molécula de colaborar con el desarrollo de su especie o tipología. Gracias a su actitud, la bacteria que la cobija genera una estructura genética diversa, ampliando sus posibilidades de supervivencia en diferentes escenarios complejos.
Todo indica que esta investigación podría dar un nuevo impulso al estudio del microbioma humano, ese conjunto de microorganismos que vive en nuestro cuerpo y que desempeña un papel crucial en nuestra salud y bienestar. Es importante avanzar al respecto, ya que se trata de un área todavía inexplorada, que requiere de nuevos esfuerzos para lograr desentrañar todos sus misterios.
El microbioma y sus enigmas
El objetivo es comprender la función precisa de las moléculas que utilizan los microbios y bacterias para interactuar con sus entornos. Dichas interacciones incluyen la obtención del alimento, la competencia e incluso la eliminación de los más débiles. En ese mundo cruel, escondido en el interior de nuestro organismo, hay todavía mucho por descubrir.
Saber más sobre el papel de la nueva molécula fratricida y de otros componentes de este extraño universo microscópico no es una tarea secundaria: alrededor del 70% de los antibióticos y antivirales que utilizamos para tratar distintas infecciones provienen del complejo y enigmático microbioma.
Referencia
Discovery and Biosynthesis of Streptosactin, a Sactipeptide with an Alternative Topology Encoded by Commensal Bacteria in the Human Microbiome. Leah B. Bushin, Brett C. Covington, Britta E. Rued, Michael J. Federle and Mohammad R. Seyedsayamdost. American Chemical Society (2020).DOI:https://doi.org/10.1021/jacs.0c05546
Foto: ar130405. Pixabay.
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